La cruda realidad, no termina de cocerse (Política en lo oscurito)

La cruda realidad, no termina de cocerse

Don Cedano medita, hace sus ejercicios de respiración y dice “Chingue a su…” y se decide dejar de lado los problemas del país. Ve con suma claridad, a pesar de su edad, que existe un grupo de personas bastante fanatizadas con el nuevo gobierno y lo defienden como si en ello les fuera la vida. No han entendido que en la política y en la religión se muere sólo por una idea y que esa idea puede ser o no justa, puede ser o no verdadera, y que no deja de ser sólo una idea y que una idea no vale la vida.

¿Qué vale la vida? Tu vida misma, es lo único. Todos los calificativos habidos y por haber, no la valen. Podrás ser capitalista, comunista, socialista, fifi, chairo, conservador o republicano y en nada cambiará tu condición humana, y menos si tomas los calificativos como lo son: “solo calificativos” de una idea. Así que por más que marches, por más que reniegues, siempre habrá la contraposición de ideas y lo consideraremos como un ejercicio sano. Así se construyen las democracias, mediante el cruce de ideas, mediante el intercambio de puntos de opinión. No importa de qué lado esté la protesta, si del conservador o del neoliberal, o del progresista, es exactamente lo mismo para la democracia. Don Cedano lo aplaude.

Pero… Don Cedano seriamente está pensando en mandar al carajo a la 4T, porque se está convirtiendo en una idea totalitaria. Sus adeptos están fanatizados, no es sano que minimicen a sus contrarios, mucho menos que los infamen, deben permitir las expresiones que los hagan mejorar su idea de gobierno y la popularicen, la hagan de todos, pues gobiernan para la totalidad del país, no sólo para los adeptos, y muchos que no están de acuerdo con la forma de gobierno no marchan simplemente porque no les place, así como muchos que creen en ese sistema de gobierno no se expresan, no lanzan calificativos denostadores. Dejemos que la democracia trabaje sin que tengamos que caer en provocaciones violentas, que de violencia estamos hasta el gorro.

Don Cedano no está de acuerdo en esta forma de gobierno por no apostar a generar riqueza, sino continuar un paternalismo que popularizó Salinas. Podrá reducirla gracias a la implementación de los problemas sociales, pero no es la solución, 30 años de experiencia nos respaldan, y San Péjele la eleva a grado de devoción, como si la apología de la pobreza fuese lo non plus ultra.

Don Cedano no confía en la 4T debido a las practicas que maneja: desinformación, calificativos denigrantes, mucha labia, poca acción, justificaciones insulsas, y que siguen en campaña. Esas practicas eran las mismas de un viejo Prit, de un viejo Bolillo, las viejas prácticas renacen como si no hubiesen desaparecido, porque efectivamente no ha desaparecido. Eso de primero cambiarle el nombre a las secretarías, después a los programas sociales que han sido usados como firma de los anteriores gobiernos, como si con cambiarle los nombres eso solucionara la problemática social o la secretarías fuesen más eficientes, al final viene a ser más de lo mismo.

Así que mis siete lectores como son sabios, sabrán de antemano que no vale la pena morir por una idea, dejarán que los más férreos seguidores y detractores se rompan las mallas. Morir por un ideal suena bonito, romanticón, pero hasta allí, porque no morir por una idea, es la razón por la que están vivos. Hemos visto que las guerras han cambiado poco a los pueblos, se podría cambiar más con negociaciones, como lo hace Suiza, como lo hace el Tibet, tal y como entramos a TLCAN; que, aunque no lo aceptemos, nos ha logrado sacar de la pobreza extrema que teníamos en los 70´s u 80´s.

Mis siete lectores sabios han leído tanto de historia, que sabrán pues que las únicas revoluciones que el mundo necesita son las que hacen al hombre más sabio y fuerte, revoluciones del intelecto, como la de Nezahualcóyotl o Vasconcelos. No aquellas que provocan muerte, destrucción y hambre, y sabrán dirigir a las muchedumbres hacia ellas, alejando al pueblo bueno de la violencia innecesaria, no importa que el cine y la literatura retraten héroes fuertes y guapos que den la vida por los desvalidos, ese ideal romántico lo cumplimos todos los mexicanos que pagamos impuestos, sin violencia, ¿Cómo? Pues pagando los programas sociales mediante nuestro coyote…

Digo nuestro administrador llamado gobierno, quien administra nuestro dinero, no creo que le pase por la cabeza echarse flores o presumir que el logro es de él, porque el dinero es nuestro y lo hacemos sin morir de a porrazo, estamos dando la vida por los desvalidos, y por otros no tan desvalidos, llamados rémoras o percebes, o políticos. Da igual, pues todo el dinero que pagamos de impuestos al gobierno, no es otra cosa que parte de nuestra vida y se sacrifica por los más desvalidos. Vida que aportamos para que ellos vivan. Sí señores, ganar dinero nos cuesta mucho tiempo y el tiempo es vida que dejamos de vivir todos aquellos que aportamos.

Ganar unos pesos, es invertir vida para ello. Eso no lo entienden los políticos que viven del esfuerzo ajeno. Los políticos no aportan vida para que vivan otros, mis siete lectores están conscientes y saben de ciencia cierta que un político no produce nada, que un gobierno no genera ninguna riqueza y que ese gobierno no debería sentirse orgulloso de ganar una elección y mofarse de quien la pierde, como si se perdiera la oportunidad de hacerse rico antes de la de servir. Debería mejor sentirse comprometido de administrar los recursos que el pueblo le confía, porque es una persona de servicio, no dé beneficio. Debería servir y no servirse, debería multiplicar la riqueza del pueblo y no buscar como agotarla.

No deberíamos permitir que usen nuestros recursos a su nombre, no deberíamos dejarlos vanagloriarse con inaugurar obras realizadas con nuestro dinero… y hay un chiste malo para ello: “Aplaudir a un político que inaugura una obra realizada con nuestros impuestos, es como aplaudirle al cajero automático porque nos da nuestro dinero”. El hacer obras sociales es la responsabilidad del político en su labor de administrador, labor por la cual se le paga un salario, que en teoría deberíamos de proponerlo nosotros como patrones, que las leyes se modifiquen para que el resultado sea otro, es culpa de nosotros por caer en su juego.

Debemos pues buscar buenos administradores, los mejores. Por ahora no lo hacemos, nos dejamos engañar por aquellos que tienen más saliva y prometen vengarnos de una ofensa recibida por otro político, haciéndonos creer que hay lucha de contrarios, como si no fuésemos mexicanos todos, y aun así votamos por el que creemos es mejor y que nos salvará del malo que no fue beneficiado con el voto, pues se le castigó de esa manera, y ya en el poder, así como ya saben quién, se solazan en denigrar a sus contrincantes políticos, a sus no adeptos con motes nada educados, por el simple hecho de no pensar como él. Sabemos que no tiene educación ni respeto, pues sabedor de que gobierna para todo un país, no le importa, sigue haciendo campaña para sus más fieles seguidores y los que aportan los recursos no son sólo sus seguidores, aportan todos, aún los que no creen en él, aún los que no votaron por él; por tanto, tienen derecho a saber en qué se invierten los recursos.

A como están las cosas en la economía del país que está decreciendo, no van a cambiar las cosas, así que, aunque griten, digan, señalen, mencionen que el país va bien, los números no mienten, y el decir que todo va bien y que vamos por buen camino, no es otra cosa que buenas intenciones, para endulzan el oído de sus seguidores, que es lo que realmente le importa ¿Y los demás? Si no le importan, ¿Podría soslayar el cobro de impuestos? Digo, para no pagar los errores de las malas decisiones, que en poco tiempo van muchas y se ve un futuro prometedor de ellas, y Don Cedano ya no quiere, desea un país enorme, grande, rico, feliz, con oportunidades para todos, sin motes, sin divisiones, con presidente inteligente que sepa cómo manejar a todas las ideologías, Don Cedano quiere un país de paz.

Les decía, Don Cedano mandará a un lado los problemas del país, porque se va a ocupar de problemas más serios, porque para cómicos y cilindreros tenemos suficiente con el gabinete y los seguidores de a pie. Con esos tienen pan y circo para los próximos 5 y medio años. Don Cedano pondrá a pensar a sus siete lectores, pondrá sus mentes a buscar en lo más recóndito de ellas las soluciones que el hombre necesita para salir de este abismo llamado política en donde estamos. Decía un filósofo, más fregón que Don Cedano, y para que sea más fregón que Don Cedano está muy difícil, no cualquiera se atreve a pensar, nos vamos con la más fácil, siempre actuamos al ahí se va, ja, bueno, mis siete lectores son una fregonería.

Les decía hablando de la conciencia colectiva, y del ser humano como tal, el filósofo fregón decía, que si nosotros los hombres viéramos nuestro interior, veríamos mucho movimiento, todo ello producto de la fantasía, veríamos que nacemos dentro de un patrón, que el ser humano es un patrón en sí mismo, y ese patrón se repite, somos una estructura preestablecida mediante los genes, pues las dos primeros organismos unicelulares llevan toda la información que nos hace humanos, nuestro comportamiento biológico y fisiológico sigue un patrón, lo mismo sucede con cualquier ave o cualquier insecto, todos siguen un patrón, el hombre sigue ese patrón que lo hace específicamente humano, y no hay hombre que nazca sin él. Somos tan inconscientes de ello porque vivimos únicamente por los sentidos. Allí es dónde a Chuchita la bolsearon, pues la política se basa más en la emoción que en la razón.

¡Chihuahua!, vivimos por los sentidos decíamos y fuera de nosotros mismos. Si un hombre mirará en su interior descubriría ese patrón, si alguien lo descubriera hoy, lo tacharían de loco, y lo estaría. Don Cedano lo está y se jacta de ello, es un ser Herético con todas sus letras antiguas, o sea aquella que significa “elección”, porque Don Cedano tiene elección, porque sus opiniones son divergentes, porque tiene un significado de la verdad plausible, de una verdad que se acerca más a la sabiduría que al conocimiento simple, la verdad universal del sentido de la vida, alejada de las acepciones mundanas o de las ideas llenas de falacia de los gobernantes.

La verdad que buscan aquellos que se deshicieron de su mascara de muchedumbre y caminan por el filo del acantilado de los locos y solitarios, ese es Don Cedano, que busca afanosamente alcanzar el grado de sapiencia de sus siete lectores que brillan de tanta luz que irradian como seres ahítos de saber, ese filosofo se llamaba Gustav Carl Jung, una mente lúcida hasta la vejez, no como Don Cedano, que en su vejez anda dando tumbos intelectualiodes para apantallar a los despistados, gracias da que algunos lo lean y se diviertan, si logran aprender algo de esta mente vetusta, Don Cedano podrá sentir que su vida tiene sentido.

Jung decía, cuando vivía, que el hombre tiene preestablecidos sus patrones desde la concepción, los patrones que lo hacen humano y no diferente. Jung conocía las leyes universales, decía que aquello a lo que te resistes persiste, alegoría de la ley de recurrencia o causa y efecto, que te dicta que te sucederán las mismas cosas hasta que hayas aprendido la lección, y la lección se aprende con el tiempo, ese que es un niño y que juega como niño, mientras Don Cedano es uno contrapuesto a sí mismo, es joven y viejo al mismo tiempo.

Bueno, San Péjele es viejo, como Don Cedano, y Don Cedano le quiere recomendar que deje de pelear, que calme a sus huestes, que deje a los detractores formar una democracia más fuerte en el intercambio de ideas, que los invite a debatir, que mande a sus mejores hombres y saquen las mejores ideas, de nada sirven los calificativos que estropean la buena relación entre los pueblos, y que aprenda de las políticas económicas de los que hicieron buena política económica, si la conjuga con honestidad seres mejor país, se que su frase matadora de Konrad Adenauer es que en la política lo importante no es tener la razón, sino que se la den a uno es de cabecera para este gobierno, pero Don Cedano seguirá sacándoles la vuelta, y solo se sentará en la mesa de un político si paga la cuenta él de su bolsa, gracias Marx, el Groucho.

 

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