Opinión

¿La dignidad de la mujer o de la persona?

Siempre a favor de la paz. En nuestra sociedad actual, el tema de la mujer siempre ha sido muy polémico, porque podemos abordarlo desde muchos aspectos que aquejan a la mujer  ctualmente, sin embargo, se habla mucho de la dignidad de la mujer. Es justo, es necesario, reconocer el valor que la mujer tiene en los distintos ámbitos de la vida humana. Es justo, es necesario, defenderla en su valor, en su riqueza propia, irrenunciable.

Para profundizar un poco más podemos hacernos la siguiente pregunta: ¿Qué es dignidad? La palabra dignidad se refiere a una acción de apreciación, o valoración de algo o alguien. Por eso la dignidad depende de algo intrínseco de algo propio de: la persona o la cosa. Independiente de la valoración de la otra persona. Puesto que la dignidad radica en el poseer “algo” que se merece por hecho de ser, y ello se desprende el respeto, amor, justicia, etc. la dignidad se refiere al sujeto mismo que lo vuelve preciado y toda actitud, acción de desprecio es ofensa a la dignidad de ser. Cuando se habla de la dignidad, no nos referimos a la funcionalidad, no se refiere a la productividad de la persona en la sociedad, no tenemos la intención de pensar en cuanto es eficiente a una actividad. No tiene que ver con la riqueza en sus valores o conocimientos, no tiene que ver ni con sus cualidades físicas que alguien pueda ver en ella. Ser digno no depende, por tanto, de motivos externos.

Si pensáramos en la dignidad como algo añadido a la persona, los otros darían ese valor de ser digno, y en el caso de la mujer serían otros los que le darían la dignidad.

Este es uno de los problemas actualmente que, pensamos otros que somos los que aportamos la dignidad, no solo a la mujer, sino a las cosas. Y este es precisamente uno de los problemas actuales en la sociedad. Si volvemos a formularnos la pregunta ¿en qué radica la dignidad de la mujer? Quizá tendríamos que reconocer que la dignidad de la mujer radica en su ser persona humana. La dignidad no viene por su femineidad, sino que precede su misma femineidad y funda toda dignidad y además nos permite conocer su dignidad en cuanto mujer: un ser frágil, un ser que se desarrolla todas sus capacidades en relación a los demás seres de esta sociedad. Antes que mujer (antes que hombre) cada uno de nosotros es miembro de la especie humana y desde esa condición común podemos pensar que cada uno tiene un valor incontable, in valorable para comprar la dignidad o comprar una persona. Aunque a veces otros no lo reconozcan o no quieran aceptarlo, o se nos olvide a nosotros el valor de nuestra dignidad. Siempre esta (la dignidad) estará a la base de cualquier ley o forma social, de cualquier costumbre o modo de vivir, o de actuar. Desde esta común dignidad humana se extiende el respeto a la mujer y a todos los seres humanos y este respeto nos lleva a defendedor la paz entre todos los ambientes y clases sociales en el mundo.

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