La poesía y el sueño (Despertar Poético )

La poesía y el sueño

Me pasé los días soñándolo, sabía que era solo eso: un sueño, hasta que un día en la ensoñación apareció en el quicio de la puerta más negro que nunca, en mis anteriores sueños no lo era, si daba la sensación de que se oscurecía cuando mis pensamientos se volvían nefastos, en esos momentos aciagos, parecía que todo en la vida era de un color, entre gris y oscuro, sin embargo lo seguía soñando, hubo días en que parecía que se dividía en miles, muchos de esos sueños flotaban como flotaba mi espíritu, y que mientras flotaba veía la oscuridad de mi mente en el suelo, los problemas se quedaban enraizados, pegados, atados a la tierra, sin poder alcanzarme, pues las ramas apenas sobresalían, así, con las raíces bien atadas a la tierra transcurría el sueño, mientras yo volaba hacia ti, con la certeza de que siempre estarías allí, siempre dispuesta, siempre joven, siempre amable, siempre bella, y yo, llegaba siempre, y me iba siempre, era un ciclo que parecía eterno, ir-volver, ¿A dónde? No lo sé, solo volaba y veía las manos entrelazarse cuando me alejaba y las veía lanzarse contra mí para apresarme, no sé si eso eran tus pensamientos o los  míos, más parecían los míos, pues aún no he logrado desembarazarme de ellos, eran quizá solo pensamientos de pertenencia, como si las raíces y las manos fueses solo parte de mi historia antigua, cuando creía pertenecerle a un lugar, cuando creía pertenecer a un grupo, no como ahora que no pertenezco al mundo ni a la sociedad, soy libre, ahora huyo a los conglomerados aunque me sean familiares, pues me son inútiles, son una gama de problemas irresolutos, no me encuentro a gusto con ellos pues, aunque sé que dependo de ellos para sobrevivir, pues no lograría vivir mucho estando aislado, y así vivía los días buscando una puerta, una ventana, una salida que me librará de ti, y aun así huyendo, ese sueño me perseguía todas las noches, incluidas aquellas en las que estabas presente, nada había de extraño pues, solo soñar y dejar de existir por un momento, despertar y sentirte vacío, como si las manos que te lanzaban a tarascadas fuesen las culpables de ese vacío, quizá debía dejarme atrapar, y hundirme en las raíces y pertenecer por fin a algo tangible, quizá eso me haga falta, pertenecer a la tierra, pertenecer al grupo, pero cuando veo lo vacías que están las mentes de aquellos que están abrazados a las ramas, me dan ganas de volar más alto, no importa que vea todo de soslayo, que vea todo a ojo de pájaro, y me sienta triste, pues en mi lado emocional aún hay trazas sociales, y en mi mente racional están las líneas que dicen “libertad”, y esa libertad frente al viento la siento más mía, ya mis ideas de ser alguien en la vida a los ojos de otro alguien no me satisface, solo me siento cómodo siendo yo, compitiendo conmigo, las obras que hago para otros es solo parte del bagaje que debo cargar para que el universo me premie, si, lo sé, quiero ese tipo de premios, al menos me siento confortado, y quiero ayudar a aquellos que están atrapados en lo profundo de las raíces, a aquellos que fueron halados por las manos sucias que salen desde las raíces, de esas manos ávidas de poseer y que se lanzan a atraparme cada que volteo los ojos a ellas, más valiera no ver, sin embargo las veo, y veo al común, a la inefable muchedumbre atrapada, y no gritan, si abrazan y lloran y ríen, y parece que disfrutan, y veo como e hunden más al fondo negro de la raíz, más allá de la laguna estigia, y veo como sus ojos se van apagando, como su alma se va pudriendo, y grito, y lloro, y les pido que recapaciten, que suelten ese abrazo acaparador, vuelo y los veo, y grito desesperado para que saquen la nariz y pueda atraparlos para participarles de mi libertad, más sus acciones los hunden, ellos se vuelven como mis sueños, más negros cada día, así conforme pasa el tiempo, la tristeza les apaga el color, viven lanzando injurias, lanzando mentiras, lanzando burlas, lanzando suciedad por sus bocas, su mente ahíta de ira ruge todo el día y cuando llegan a su casa, cansados, estresados, se sientan y se lamentan, sienten que la vida es cruel e injusta, y les grito, que guarden silencio, que callen a esa boca sibilina, que sus pensamientos los enfoquen en la luz, les grito soy luz, no me escuchan, y grito con más fuerza, y no me escuchan, y mi voz se apaga y me escucho cantar, y me sosiego, mientras el viento me arrulla silente y placentero, por hoy las manos han dormido, la oscuridad las ha atrapado, arropan a todas esas mentes que no pueden salir por su propio pie, mientras mi mente vaga por paisajes verdes, mi mente bucólica atrae a los paisajes llamados paraísos, mis paraísos, mis cielos, lo he ganado, todo es luz, todo es azul, las nubes todo primor no se alejan, me atrapan en sus brazos de algodón, y sigo soñando, siento que he superado las metas, que he ido más lejos de lo que creí fuese permitido, no veo querubines ni angeles por este lado, solo me veo a mí y a los elementos, al viento, al sol, a la tierra y al agua, mientras mi mente quiere identificar al éter, solo que sea esa figura que se difumina y que se pierde, así como decían los poetas muertos de su musa, “era una figura etérea”, cuando señalaban a la belleza inmaculada por el malsano pensar, así se sucedían los días, así se sucedían los sueños, hasta que apareciste en el quicio de mi puerta, toda verdad, toda luz, así no pude moverme, tapabas mi fuga, mi salida bloqueada no permitía errores, tuve que tomar tu mano, y ver que eras alma, que eras lo que mi mente inquieta buscaba, eras libertad, eras conocimiento, eras lo que no buscaba, pero esperaba, por fin era libre, sabía que las manos seguirían intentando atraparme, pero ya estaba lejos de esa verdad, nada podría atraparme si antes tu no lo permitías, solo si me exigías hacerlo, a sabiendas que también tú me halarías y sacarías mi cabeza del fango, simple y llana, y también tu, estarías presta a elevarme a los cielos silentes y magnánimos, por fin nos encontramos, tú eres la belleza, eres la tragedia, eres contradicción, pues de contradicciones se equilibra el mundo y eres mundo, y el universo se equilibra de mundo y eres universo, y así en fractal, tras fractal eres infinita…

 

Apareciste en mi puerta,

Ávida de luz,

Ávida de voz

Y yo son luz, y yo soy voz.

 

Y mi voz, que retumba,

Y mi voz que resuena,

En los grandes campos,

En las grandes montañas.

 

Soy voz que grita,

Soy voz que ruega,

Que pide y juega,

Son voz y destino.

 

Soy poesía.

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