Las alertas que suenan (Despertar de la tierra)

Las alertas que suenan
El día 27 de Noviembre amaneció lloviendo en la mitad del país, prácticamente el centro del lado del pacífico, por una zona de inestabilidad en el Pacífico, ¿Son comunes estás lluvias? No, no son comunes pero son normales, debido a los cambios de temperatura. Lo que no es normal son las fechas en las que aparecen, sin embargo estaba pronosticado el término de la temporada de huracanes a finales de Noviembre y había posibilidades de uno en el Pacífico. Mientras en varios estados del centro llovía, en 12 entidades se pronosticaban bajas temperaturas y granizo.
Chihuahua se pone en alerta amarilla por frente frío número 13 con vientos de hasta 60 kilómetros por hora, mientras en los polos norte y sur se ven las formaciones de las tormentas invernales. Sólo el desierto de arabia se ve limpio. Los temblores siguen sucediéndose cotidianamente en bajas intensidades, con todos los indicadores de por medio. La ONU declara que en el año 2100 tendrá 3.2 grados adicionales, con efectos graves para la salud humana, la economía será desastrosa; sin embargo, el mismo informe señala que revertir los efectos que tenemos sería muy oneroso, por eso tenemos una lenta acción de mitigación, y los encargados del negocio no se preocuparán, como no lo hacen ahora, pues si la tierra se inunda venderán barcos, si se quema, venderán extintores, si hace viento, venderán veletas, si se hunde, venderán flotadores, pero solucionarle la vida al hombre jamás.
Podríamos imaginar un escenario para el 2100, tendríamos que pensar en la dualidad como el indicador más preciso. Por un lado, imaginamos miles de inventos para hacernos la vida más cómoda y más feliz alegóricamente, pero también imaginamos la destrucción de miles de ciudades y personas a consecuencia de esos inventos, pues el hombre se va acomodando acorde a las circunstancias siempre y cuando sea negocio, dejando de lado la espiritualidad.
Las alertas de la UNO son tibias, pero no dejan de ser preocupantes debido al grado de deterioro en el que tenemos a la tierra por nuestro afán consumista. Ese afán es el que nos está llevando a una crisis. Por más que se alerte de que desaparecerán ciudades enteras, poblaciones enteras, no nos hace mella, porque con el sistema de información podemos evacuar y cambiar nuestro lugar de residencia, e ir a destruir otro terreno. La vida no es así de sencilla, la vida requiere esfuerzo para vivirla y aquellos que no viven del esfuerzo propio tienen sus propios demonios de la envidia, la lascivia y la mendacidad elevadas, tan elevadas que no los dejarán dormir.
Así es el equilibrio de fuerzas, lo que el hombre no está haciendo, o que no estamos haciendo, es mantener un equilibrio entre lo natural y lo mecánico, entre lo que hace simbiosis y lo que hace revolución. El cambio climático, lo estamos viviendo, pero como tenemos objetos de confort no lo apreciamos en su justa dimensión. En escasas dos semanas hemos tenido una descompensación de climas fuerte, fríos extremos, lluvias, calores en el inicio del cambio de estación, nosotros, el hombre lo único que hacemos es preparar cobijas para el frio, ropa ligera para el calor, paraguas para las lluvias, no hacemos ningún cambio favorable para la naturaleza, solo para nuestro confort, y la sociedad de consumo para eso está para cumplir esa función.
En el 2100, siguiendo linealmente la situación de la tierra, podríamos prever que el clima será más extremo, que el calentamiento hará más lugares inhóspitos, las ciudades empezaran a enfermarse, las tierras empezarán a debilitarse hasta dejar de producir alimento, y el hombre peleará or su propia supervivencia, las crisis serán recurrentes, hasta que finalmente la tierra quedé nuevamente poco poblada y vuelva a regenerarse, las ciudades se pierdan entre la selva, bosque, desierto o mar, y los hombres del 3100 las empiecen a descubrir y a hacer elucubraciones del porque desaparecieron aquellos hombres que eran inteligentes y avanzados en tecnología, con vehículos autónomos, en aviones, en trenes, en barcos, en máquinas reproductoras de herramientas, y solo verán polvo, encontrarán grafitis, y los edificios de piedra, mientras los construidos con madera, metal, vidrio y otras materias ligeras habrán desaparecido por completo, seguirán de pie las pirámides colosales de la eterna roca, pero el hombre no será el mismo, iniciará el nuevo ciclo, que los pensadores señalan como el ciclo de crecimiento espiritual, suena interesante, lo que no suena interesante es que tengamos que perecer como sociedad por nuestras debilidades.
Quiero entender que el mensaje de la ONU es tibio porque no quiere generar alarma y porque los cambios se dan lentamente, sin embargo si hacemos una línea de tiempo, nos daremos cuenta que la relatividad del tiempo trabaja a la perfección, hace 30 años parecía que no avanzaba, la técnica y la tecnología tampoco, los cambios tardaban, nos adaptábamos lentamente, el día de hoy, los días corren muy de prisa, los cambios de dan casi de inmediato, la información la tenemos a la mano, y no nos damos cuenta de ello, estamos metidos en esa espiral de bajada tan profundamente que ni siquiera vemos lo que pasa alrededor, solo vemos lo que la mente está entrenada para ver: confort y alimentación de pasiones, la caída libre que llevamos la sentimos hasta emocionante, el que tengas todo lo que deseas prácticamente a la mano, por ejemplo hace 30 años conseguir auto o teléfono era difícil, al día de hoy es muy sencillo y con poco dinero, lo mismo pasa con la ropa, la comida, hay grandes proveedores que se enriquecen con tu mísera necesidad de poseer, de tener, de querer ser una persona distinta a los ojos de los demás, porque para los demás vives, no para ti, ese no vivir tu vida y vivir la de los demás refleja el grado de decadencia en el que estamos, así no es fácil observar los cambios a tu alrededor, quizá la ONU solo quiera lavar sus propias culpas y dormir tranquila, diciendo: Yo les avisé, pero ustedes estaban tan entretenidos comprando que no le tomaron importancia, y como nuestra cultura mal entendida del vivir el hoy y el ahora se basa en cubrir las emociones inmediatas, pues se soslaya lo importante, se hace de lado la creación de vida simbiótica, ese es nuestro sino.

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