Los poetas olvidados (Despertar Poético)

Los poetas olvidados

Los poetas olvidados son aquellos que no gustan del boato y el halago, son las mentes peregrinas que viven escondidos en los lugares menos comunes, son mentes libres, mentes que no quieren vivir atados al mercado, que su poesía debe ser cantada solo por mentes superiores, aquellas que logran descubrir lo sublime en lo efímero, que son capaces de descubrir la belleza en lo cotidiano, los que son capaces de entender que la naturaleza y el universo son poesía en sí mismos, que la belleza está en lo que los ojos no ven, que van más allá de la razón y la dialéctica, hubo una época cuando el genio de los poetas estuvo suelto, que les dio mucha tinta para que escribieran su potestad, cuando las tragedias se vestían de rojo y salían a la calle todos los días, cuando las Moiras tijereteaban al desgaire, lanzando destellos de plata a la luz de la luna, tirando hilos por todos lados, en ese menester se encontraban en la Rusia Zarista cuando nacieron al arte los mejores poetas de la tragedia, en una ápoca funesta, en una Rusia que se desmoronaba, que moría, que pasaría a ser una y otras naciones, que pasaría a ser muchas naciones, cuando se empezaba a romper por ideologías más empleadas, que se dividia en nacionalismos fragmentados y pequeños, en esa época trágica, oscura y llena de tragedia se gestaban las mejores mentes que dio esa tierra, nos dio a hombres que ya son universales, allí nació Pushkin, en la edad de oro de la poesía rusa, el maestro de varias generaciones, sus descendientes de genio hicieron de Rusia un paraíso del ingenio, desconocidos para el mundo muchos de ellos, entre tantos tenemos a: Tyútchev, Blok, Bely y a Navokov que los estudió y tradujo al inglés; desconocidos para el gran vulgo, reconocidos por los débiles de espiritu, conocidos por los amantes de lo glorioso, grandes odas fueron compuestas para cantar a los dioses, para cantar a los hombres, para cantar a la tierra:

Tyútchev: Pacificación
La tormenta se retiró, pero Thor ya había encontrado su roble,
Y ahí yace magníficamente abatido,
Y de sus miembros un resto de humo azul se propaga a los brillosos árboles repintados por la lluvia,
Mientras que el zorzal y la oropéndola se apuran a remendar, sus rotas melodías a lo ancho del bosquecillo, sobra la cresta del cual apunta el extremo de un torciente arcoíris rodeado de malva.

Blok: ¿Qué Guarda el futuro?
Todo es desastre y pérdida
¿Qué aguarda oculto el futuro?
Alza tu áspera vieja vela
Marca con el signo de la cruz
Tu coraza de acero.

Bely: Solo
Las ventanas empañadas,
En el patio cuelga la luna,
Y tú estás parado al tuntún,
Frente a la ventana.
El viento se muere discutiendo,
Con la hilera de abedules grises,
Ha habido mucho dolor,
Ha habido muchas lágrimas…
Ante ti se alza involuntariamente,
La hilera de años abandonados,
El corazón está dolido; duele,
Y yo estoy totalmente solo.

Navokov: El encuentro
Encantado por esta extraña proximidad,
Extrañeza, misterio y delicia…
Como si de negrura oscilante, de alguna mascarada en cámara lenta por el puente vinieras, y la noche fluía, y el silencio flotaba en sus arroyos satinados, ese perfil de lobo en la negra máscara, y esos tiernos labios tuyos…

Los poetas somos las alas que el mundo necesita para volar y crearse un universo alterno, somos genios solitarios, buscamos incomprensión, somos la incomprensión misma, vivimos en un mundo adimensionado, somos personajes de otra galaxia. Vemos al mundo con el color de nuestra mente, Navokov veía flotar al silencio, Bely un corazón dolido, Blok un futuro trágico, Tyútchev veía a los dioses antiguos, todos vemos una historia detrás de cada tragedia y esa tragedia tiene que ser cantada, los hombres del futuro descubrirán que los poetas muertos tenían la lógica desequilibrada de su tiempo, lo que los hizo diferentes.

JL Valencia: Espacio

Las tierras frías y distantes,
Cuelgan cual balones sobre el negror,
Corriendo pistas libres de obstáculos,
Ahítas de polvo y de años,
Brillando de tanto en tanto,
Añorando ser contadas por las mentes sin traza,
Se saben eternas, se saben plenas,
Solo el hombre les dará nombre,
Alguno de fácil memoria,
Pero todo estará flotando en el espacio,
Como flota la remembranza,
Entre el tiempo y el sino.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

A %d blogueros les gusta esto: