Opinión

MÉXICO FRENTE A LA CRISIS POLÍTICA DE VENEZUELA. (ARENA SUELTA)

POR TAYDE GONZÁLEZ ARIAS

La diplomacia mexicana, se ha distinguido a lo largo de la historia por conservar una clara línea de paz y concordia, en donde el respeto a las demás naciones no solo se hace por convicción, sino que conforme al artículo 89 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, referente a las facultades y obligaciones de quien ostenta el Ejecutivo Federal, mismo que en su fracción X, señala que la conducción de la política exterior debe ser de “cooperación internacional, para el desarrollo; el respeto, la protección y promoción de Derechos Humanos, la lucha por la paz y la seguridad internacionales” y a lo que se ha ceñido tanto el Presidente de México; Licenciado Andrés Manuel López Obrador, así como como su canciller Marcelo Luis Ebrard Casaubón, y que si bien están con esta decisión apegándose estrictamente a la máxima norma de la nación, lo están haciendo bajo una interpretación al parecer con rasgos convenientemente amistosos con Maduro.

Se ha dejado ver desde hace años, una especie de coqueteo y hasta guiños, por afinidad de creencias políticas del actual titular del Ejecutivo Federal, mexicano asi  como de un número importante de integrantes del partido en el poder, como de funcionarios de casi todos los niveles con la misma línea de MORENA, con el exmandatario Venezolano, Q.E.P.D.; Hugo Chávez Frías, lo mismo que a Nicolás Maduro Moros, quienes han representado en sus discursos y actuaciones de gobierno, una batalla en contra de Estados Unidos y aquellas naciones con las que políticamente representan un modelo distinto al sistema más cercano al socialismo ,y alejado del neoliberalismo, refiriéndose incluso en algún momento a nuestro país (México), como un “cachorro del imperio”; declaraciones que ofendieron en su momento y que no se pueden olvidar, porque ese ejemplo como muchos otros hacen ver la falta de respeto de esa nación (en la envestidura de su expresidente y actual “presidente”), por México y los mexicanos.

Ciertamente el presidente de Venezuela, como los venezolanos no tienen por qué conocer las leyes mexicanas, pero valdría la pena que solo pudiera leer, la parte de la constitución que arriba cito, en la que se habla de respeto, porque desde luego, el hecho de querer a México y los mexicanos y admirar su cultura y su música o cualquier otro elemento nuestro, no le da derecho a esa nación y sus representantes como a nadie más, de referirse en ninguna forma, de manera despectiva de o sobre los mexicanos.

No se puede respetar a un gobierno que no respeta a otro, y no hablo de que se entre en conflicto o dimes y diretes, pero sí que con las formalidades necesarias se exija que cuando esta nación (o alguna otra), se refiera a México, lo haga con todo el decoro que se merece. Frente a las grandes movilizaciones que en los últimos años ha tenido Venezuela, por sus ciudadanos y que han dado como resultado en esta ocasión el alzarse con la envestidura de “Nuevo presidente de los venezolanos el opositor al régimen Juan Guaidó” , cosa alcanzada mediante la Asamblea Nacional de Venezuela, y que sin embargo el gobierno de México se ha pronunciado por seguir reconociendo a Maduro y no a Guaidó, como la autoridad máxima en aquel país, dejando a un lado la parte del mismo artículo que invocan y al que arriba ya menciono, sobre “la protección y promoción de Derechos Humanos”, y de lo que no se necesita mayor interpretación pues es muy claro, y por todos sabido, que el régimen de Maduro, ha secuestrado, encarcelado y perseguido a sus contrarios y opositores políticos, por lo que en sensatez lo mínimo que debería hacer nuestro país y la Secretaria de Relaciones Exteriores, es retirar del país septentrional a su personal e invitar a los mexicanos que radiquen en él, por seguridad volver a México, ello hasta que se garantice la paz y desde luego su integridad, la cual al momento no existe, y a lo que se exponen es, a lo que debido al encono en el que se vive en dicho lugar, se podría poner en riesgo incluso la vida de algún compatriota.

En el caso de Venezuela, o de alguna otra nación, no se puede actuar con una política exterior de “cuates”, posiblemente de aliados, pero siempre se debe anteponer la seguridad de cualquier connacional o mexicano en el extranjero, y eso aplica para los que se encuentren en cualquier parte del mundo. Si países como Estados Unidos, Canadá, Brasil o Chile entre otros, así como un buen número de ex presidentes de la región han reconocido al nuevo mandatario venezolano, no veo porque en este momento México, no permite que se reestablezca el Estado de Derecho en ese país, que pase la crisis y luego entonces,  sentarse con quien de manera libre los venezolanos decidan que sea su líder.

Es también sabido que uno de los grandes intereses detrás del conflicto político de Venezuela, como ha pasado con otras naciones, tiene que ver con su riqueza petrolera, pero hay un bien superior que debe protegerse frente a cualquier otro asunto económico, y tiene que ver con la preservación de la vida, mediante la existencia de la paz, lo que a todas luces, no existe en este momento. Esperemos que las decisiones sean acertadas y que México no tenga que lamentar no posesionarse y tomar partido con el corazón únicamente, sino también usando la cabeza.

 

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