Ni a cuál irle en Michoacán

La desconfianza en la Policía Michoacana se ha acrecentado, con casos de abusos documentados en toda la entidad. Con ello, figuras que se erigen como “justicieros” ganaron confianza, como el ex alcalde de Tepalcatepec Guillermo Valencia. Pero ahora también hay sobre él acusaciones de ilegalidades y hasta “montajes” en detenciones.

LA DESCONFIABLE POLICÍA

Durante la semana que está por terminar, El Despertar dio cuenta de un caso de abuso en el “descubrimiento” de una casa de seguridad. En dicha intervención policiaca se detuvo a seis personas, entre ellos tres menores de edad.

Pero posteriormente se dio a conocer que ellos fueron torturados y una jovencita que se encontraba entre los detenidos fue golpeada y abusada por los elementos de la Policía Michoacán. Los hechos ya están siendo investigados por la Comisión Estatal de Derechos Humanos.

Pero este se suma a otros casos, no todos denunciados públicamente, que generan desconfianza entre la ciudadanía. Basta con mencionar que en el más reciente informe de actividades de la Comisión Estatal de Derechos Humanos se indicó que entre los meses de septiembre de 2017 y 2018 se presentaron 717 quejas en contra de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, encargada de los cuerpos policiacos de la entidad.

Entre las quejas presentadas en Michoacán, la mayoría de ellas (389) eran por uso desproporcionado o indebido de la fuerza pública y otras 312 por detenciones ilegales.

También en encuestas aplicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) se ha dado cuenta de que los michoacanos no confían en su policía.

LA “ALTERNATIVA”

Desde 2017 el ex alcalde de Tepalcatepec, Guillermo Valencia Reyes, inició en la capital michoacana una actividad que después bautizó como “revolución social”. Apoyado por las redes sociales (principalmente Facebook), el ex edil que había sido exiliado de su cargo por los autodefensas, se encargaba ahora de apoyar peticiones ciudadanas, principalmente las relacionadas a recuperación de vehículos robados.

De esta forma el ex alcalde empezó a ganar empatía, junto con su historia de traición por parte de Fausto Vallejo Figueroa y Jesús Reyna García, quienes, junto con el ex comisionado para la Seguridad y Desarrollo Integral de Michoacán, Alfredo Castillo Cervantes, supuestamente lo incriminaron de ser asociado a los Caballeros Templarios, para que fuera expulsado de su propio municipio.

Hoy cuenta con casi 200 mil seguidores en su cuenta personal de Facebook y otros 11 mil en su página “revolución social” en esa misma plataforma, y en esas redes se dedica a la búsqueda de autos robados y seguimiento a otras quejas ciudadanas, además de “exhibir” a ladrones.

En una reciente transmisión, a través de su página, realizada en Charo, Michoacán, Valencia avisó que iba a efectuar un “operativo” en ese municipio: “Nosotros no somos un grupo de delincuentes, hacemos las cosas bien y siempre respetando a la autoridad”, dijo el ex alcalde para aclarar que esa intervención no se haría todavía y mucho menos con uso de armas de fuego, pues así se les había dicho a ciudadanos de ese municipio.

Aunque, en publicaciones de su propia página, ha reprochado a la Policía Michoacán de que “salvan angelitos “, de “la chinga que se merecen”.

Como se dio cuenta en este mismo espacio, en la capital michoacana se desató una ola de lo que fue señalado como intentos de secuestro a jóvenes, pues se dieron a conocer vídeos de estos hechos.

Ante ello el ahora “justiciero” y antes señalado como Templario, decidió actuar sobre estos caos, y además de corroborar que habían sucedido, reprochó la inseguridad al alcalde de Morelia, Raúl Morón Orozco.

MONTANDO DETENIDOS

Pero el pasado 13 de febrero, la familia moreliana Guzmán Hernández, denunció de forma pública, cómo miembros de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y el aspirante a fiscal general, Guillermo Valencia, cometieron diversas violaciones en su contra, con el fin de declararse culpables de los recientes intentos de secuestro hacia mujeres.

El coordinador binacional de la Organización Fuerza Migrante Sin Fronteras, Pedro Fernández Carapia, dio a conocer la versión de quienes se declaran afectados. El relato proporcionado por uno de los agredidos cuenta que el día 2 de febrero, él, Jovani Isai Rodríguez de 17 años, fue detenido en la Avenida Morelos Norte de Morelia por personas armadas que se identificaron como policías ministeriales.

Durante su detención el joven fue golpeado, torturado y amenazado, para que tanto él como su padre, Juan Carlos Rodríguez Guzmán y su medio hermano, Juan Manuel Rodríguez Cisneros, se inculparan por los casos que han circulado en las redes sociales de intento de secuestro a mujeres.

De acuerdo con la versión del joven, hubo un momento en el que fue llevado a un lote baldío a espaldas de las canchas de futbol de la Liga Municipal de Morelia. A los pocos minutos llegó en una camioneta un hombre al que los demás identificaban como “El Jefe”. Al verlo, el joven reconoció a Guillermo Valencia.

Uno de los policías lo cuestionó sobre si conocía al recién llegado, a lo que éste le contestó que sí, pues lo había estado apoyando en la Colonia Doctor Miguel Silva cuando andaba de candidato.

“El Jefe” ordenó llevar al joven a caminar por el baldío, para después pedir que lo trasladaran a barandillas.

Ante el cuestionamiento sobre por qué no se interpuso una denuncia, ni se hizo público en su momento, Pedro Fernández respondió que se debió al temor que la familia tenía a la represalias del candidato a fiscal general.

Pero la familia Guzmán Fernández ya prepara una defensa legal contra Guillermo Valencia por agresiones físicas y fabricación de acusaciones, quien, a su vez, ya salió a defenderse.

SU RESPUESTA

En una entrevista en la televisión local de Morelia, Valencia no se retractó de señalar a los jóvenes de ser asaltantes de mujeres jóvenes; pero, además, tampoco rechazó una intervención ilegal en el tema.

“Quisimos detenerlos, y desafortunadamente en barandilla no lo aceptan, porque el señorito tiene 17 años de edad”, dijo Valencia para admitir su participación en la detención extrajudicial de los jóvenes.

Sobre el señalamiento de que esa atribución no les corresponde, aseguró que, “que la haga a quien le corresponde. (…) Si las hago yo, es porque lamentablemente no las hace nadie más, y que lamentable que yo lo tenga que hacer, pero alguien lo tiene que hacer”.

Incluso mencionó que se trata de una estrategia de guerra sucia en su contra, al ser uno de los aspirantes a la Fiscalía General del estado.

Así es como una persona que violenta el debido proceso, a pesar de que dice trabajar con apego a la ley, quiere ser quien vigile el cumplimiento de la ley en materia penal en Michoacán.

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