Opinión

Tepalcatepec, nuevamente una olla de presión

A tres años del surgimiento del grupo de autodefensa en Tepalcatepec, hecho que le llevaría a una fama incluso internacional, hoy nuevamente este municipio tiene sobre sí, más que la atención de medios y autoridades, una fuerte presión entre la reavivada inseguridad y acusaciones al gobierno estatal.

Sus orígenes

Este municipio se ubica en la Tierra Caliente michoacana, prácticamente en el límite con el estado de Jalisco. Su nombre indígena de lengua náhuatl era Tlacaltepeque, que significa cerro de los tepalcates, de este surgió el nominativo con el que muchos le conocen: “tepeque”.

Los primeros registros sobre este lugar datan de 1580, cuando Martín Enríquez de Almansa, cuarto virrey de la Nueva España, envía a Sebastián Macarro como corregidor de Tancítaro y este hizo registro de este lugar.

El municipio de Tepalcatepec, tiene una extensión territorial de 786.25 kilómetros cuadrados y representa el 1.33 por ciento del estado, se ubica a una altura mediana de 370 metros sobre el nivel del mar, limita al norte y oeste con el estado de Jalisco, al este con el municipio de Buena Vista y Aguililla, al sur con Coalcomán. Su cabecera municipal se llama del mismo nombre.

Surgimiento de autodefensas

El momento de  mayor relevancia en la historia reciente de este municipio se dio en febrero de 2013, cuando se difundió que en este lugar y en Buenavista Tomatlán habían surgido grupos de civiles armados que encararían al crimen organizado.

“Frente por un Tepalcatepec Libre”, rezaban aquellas playeras que portaban los primeros integrantes de estos grupos, quienes incluso despojaron a policías de sus vehículos y armas. Con uso de rifles, pistolas, machetes, carabinas y escopetas, entre 400 y 500 personas realizaban recorridos en vehículos particulares y en las dos patrullas que quitaron a los policías.

En esos días, en sus primeras entrevistas con diferentes medios, José Manuel Mireles Valverde, que a la postre se convertiría en vocero y líder de las autodefensas, detallaba que el cartel de los caballeros templarios obtenía cerca de 30 millones de pesos “nada más de las extorsiones de los carniceros, de los tortilleros y de los ganaderos”, y además pretendía hacer más cobros, de ahí que surgiera este movimiento.

Primera escasez y arrepentidos

En ese 2013, Guillermo Valencia Reyes fungía aun como alcalde de Tepalcatepec y fue quien ante medios nacionales acusó que los grupos de autodefensa le tenían amenazado de muerte, además de que el surgimiento de estas agrupaciones había provocado que al menos 30% de la población del Municipio haya huido.

Igualmente denunció que en la demarcación existía escasez de víveres y gasolina, que los comercios permanecían cerrados. Incluso presumía que las autodefensas podrían servir a grupos delictivos.

Pero casi un año después, ya como ex presidente, Valencia mostró su apoyo a José Manuel Móreles Valverde tras su detención, pero pasaron tres meses y sería también detenido por la fuerza rural, por supuestos nexos con el crimen organizado.

El nuevo episodio de presión

A más de tres años, después de que surgieran las autodefensas, posteriormente al oscuro paso de un “comisionado para la seguridad y el desarrollo”, con el principal vocero de las autodefensas todavía detenido y algunos de sus líderes con hasta dos detenciones que se acusó estuvieron orquestadas por Alfredo Castillo, la intranquilidad retornó a Tepalcatepec.

Desde febrero de este año Guillermo Valencia ha denunciado la persistencia de bloqueos en Tepalcatepec por parte de grupos delincuenciales. También, en abril de este año, la detención de 12 traficantes provocó nuevamente una serie de bloqueos, tanto en este municipio como en otros de Tierra Caliente.

En Agosto, los hechos violentos continuaron en el municipio, pero fue el día 20 que se encendieron los focos rojos, cuando un grupo de sicarios atacó Juan J. Farías, alias “El Abuelo”, quien había sido parte de las autodefensas, pero también antes fue lugarteniente del cártel de Los Valencia y ahora se le identificaba con el Cartel Jalisco Nueva Generación.

Mientras “el abuelo” solo resultó herido, un sobrino suyo de apenas 11 años de edad falleció en el ataque. Al día siguiente de la agresión, Farías salió del hospital sin ningún cargo ante las autoridades y sin haber declarado sobre lo ocurrido. Aunque después el procurador Martín Godoy Castro informó que “el abuelo” tiene varias investigaciones en su contra.

Una semana después elementos de la Policía Michoacán, así como Federal, fueron corridos del municipio de Tepalcatepec, en el lugar se encontraba el Coordinador de la Policía Michoacán en Apatzingán, Luis Alberto  Molina Marín, a quien habitantes acusaron de malos manejos.

La tensión en la zona de Tierra Caliente se hizo mayor después de que el 6 de septiembre, en La Huacana, se reportó el derribo de un helicóptero del gobierno estatal en manos de criminales, aunque posteriormente este hecho se adjudicó a una falla en el control de la aeronave.

Pero el 10 de septiembre el conflicto en Tepalcalcatepec se evidenció cuando pobladores armados con piedras y palos se agruparon en la unidad deportiva del municipio y no permitieron el aterrizaje del helicóptero que llevaba al gobernador Silvano Aureoles Conejo, quien se dirigía a la instalación de un Consejo Ciudadano, que supuestamente tendría como fin la disminución de los índices delictivos.

Uno de los que difundieron este hecho, de manera casi inmediata, en redes sociales, fue el ex alcalde Guillermo Valencia; pero posteriormente en varios medios, incluso nacionales, se señalaba a allegados a “el abuelo” como responsables de esta situación, mientras que páginas de Facebook como “por un Michoacán libre SDR 2” o “policía comunitaria de Tepalcatepec”, adjudicaban este suceso a la “ciudadanía harta”.

Después, en ese mismo día, la Coordinación General de Comunicación Social del gobierno estatal negó el hecho y afirmó que el gobernador no había arribado a Tepalcatepec debido a que no se habían dado consensos para establecer ese Consejo Ciudadano y el mandatario respetaba el hecho, por lo que ni siquiera hizo presencia.

Inclusive, en el comunicado pedían una aclaración al periódico La Voz de Michoacán, para que se corrigiera la información contenida en la nota que publicó una de sus reporteras, la cual hasta calificaron de “falsa”, esto con el fin de no “mal informar”, decía el documento.

Pero este comunicado fue desmentido al día siguiente por Aureoles Conejo, quien admitió que no se le permitió el ingreso al municipio por parte de algunos pobladores. “Se pusieron en un plan muy necio de que ellos querían hacerse cargo de mi seguridad, pues eso no se puede por asunto de protocolo”.

El gobernador señaló que había resistencia en temas de seguridad en la localidad y que tal hecho no se permitiría, y que incluso ya se investigaban todos estos hechos, pues “el abuelo” podría estar detrás de los mismos.

Como respuesta, el 13 de septiembre, en un operativo sorpresa, al menos una decena de secciones militares ingresaron al municipio a través de la frontera con el estado de Jalisco y sorprendieron a los 64 elementos de la policía Michoacán, ex autodefensas presuntamente al servicio de El Abuelo.

El operativo se dio con un anuncio de desarme de policía y civiles en el municipio, pero los propios habitantes acusaron que esta acción finalmente no se dio.

Otra acusación que desde el 12 de septiembre se ha dado es el impedimento para el arribo de proveedores de víveres a la ciudad, lo que ha empezado a mermar la disponibilidad de algunos alimentos en la ciudad, lo cual se le ha adjudicado al gobierno estatal.

Entre los víveres que estaban escaseando estaba la gasolina, habitantes reportaban que en Tacámbaro, Uruapan, Huetamo, Pátzcuaro, Salvador Escalante, Ario de Rosales y Carácuaro había desabasto del combustible, otra situación que también adjudicaron a instancias gubernamentales.

Sin embargo la situación no es privativa de Tepalcatepec, sino incluso en la capital michoacana y otros municipios, gasolineras han acusado el desabasto de combustible y en el caso de Morelia adjudican la situación a una estrategia para hacer quebrar a las gasolineras y en su lugar poder establecer las de empresas extranjeras.

A final de cuentas, Tepalcatepec es un territorio que está representando nuevamente un serio punto de presión en la entidad entre las oposiciones al gobierno estatal, la queja del regreso de extorsiones y violencia y las pugnas entre carteles del narcotráfico en esa zona del estado.

Mientras tanto, el personaje que había encabezado el movimiento que logró erradicar un clima como este, sigue encarcelado y pese a manifestaciones y toda clase de recursos legales, sigue preso. El futuro de Tepalcatepec es incierto.

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