Una experiencia de “cuarta”

Son demasiados acontecimientos los que suceden a diario en la sociedad, muchos en un sentido positivo, pero otros tantos, son un desafío para el que busca vivir en paz. El deseo de vivir bien, es uno de los grandes sueños que anhelamos los ciudadanos de esta tierra, es ahí donde reside el principio que nos motiva a seguir luchando y a conservar la esperanza de un cambio en la sociedad.

El tejido social, se ha visto desafiado y en sectores de la sociedad, derrumbado por el conflicto de deberes, por el conflicto de valores, por el conflicto de corrientes ideológicas.

En los diálogos que comúnmente escuchamos, referidos a la problemática que padecen las familias, siempre sale a flote la preocupación de lo que nos viene por las decisiones de otros, de los que nos gobiernan y por la inestabilidad económica de nuestro país. Estas situaciones en momentos provocan ciertos canceres sociales: como los precios elevados en los productos, compras compulsivas, un consumismo exagerado, facilidades para el comercio, la promoción de necesidades sociales y finalmente un estrés exagerado por la lucha de compra venta, de posesión comercial, de tener más, de atesorar más bienes materiales, y acaparar más dinero. Que se traduce en un sinfín de males en la sociedad y un sinfín de oportunidades para muchos.

¿Qué nos ofrece esta cuarta transformación a la sociedad? ¿En que nos ha beneficiado? Hay una opinión dividida en los diferentes sectores, muchos permanecen en una negativa, otros se aferran a la esperanza. Dando una mirada objetiva a la situación de nuestra sociedad, mucho depende de nosotros, en la medida que seamos ciudadanos de cambio, de calidad, de responsabilidad, de respeto, de valores la sociedad ira cambiando. Pero también, es cierto que mucho se hace sin valorar la situación, por opinión de las minorías o por mandato de los que ejercen el poder sin objetividad, actuando a escondidas, entre cortinas de humo favoreciendo a quienes les sostienen en el poder. Esta situación sí es muy triste y lamentable, porque no hemos encontrado poder político o público que ejerza su servicio sin corrupción; pero, además, buscan el aplauso como una manera de aprobación y de acallar la conciencia a quienes injustamente se les dio ese derecho.

Como no mencionar la serie de actos de corrupción social, como no mirar los atropellos a la sociedad, como no hacer un juicio ante los antivalores aprobados como derechos, finalmente sostenidos como leyes en la constitución. ¿Qué más nos ofrece la ideología de la cuarta? Decisiones tomadas en lo oscurito avaladas porque somos mayoría. Es triste ver como la sociedad se ha convertido en un caldo de cultivo de quienes se han sobrado de cinismo y se han plantado en los escenarios con la frente en alto para decir, yo soy la voz de la esperanza.

Es importante aun en estas condiciones, donde el tejido social sufre las consecuencias de los malos administradores, mantenernos con convicciones firmes y maduras, con la cabeza fría para discernir los acontecimientos, pero sobre todo viviendo en la verdad, participando de la justicia y promoviendo la paz.

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