Llega al Centro Cultural Clavijero la exposición Las fábulas de Esopo del maestro Francisco Toledo

*La muestra que se integra por 45 piezas permanecerá en el recinto cultural hasta el 4 de noviembre

Colección del Instituto Nacional de Bellas Artes-Museo Nacional de la Estampa, la muestra Las fábulas de Esopo, del artista oaxaqueño Francisco Toledo, llegará este 10 de agosto al Centro Cultural Clavijero; serie de grabados que el artista realizó en distintas técnicas calcográficas sobre planchas de zinc y cobre, a partir de las fábulas del autor clásico reunidas en una edición de 1849 hallada por el impresor Juan Pascoe en la ciudad de México.

La presente selección forma parte ya de los acervos del Museo Nacional de la Estampa, gracias a la generosa donación que hiciera el propio Francisco Toledo al Instituto Nacional de Bellas Artes en el 2014, en el contexto de la amplia muestra que, sobre esta serie de estampas, se presentara hace unos años en Oaxaca, Puebla, Aguascalientes y en la Ciudad de México.

La fascinación de Francisco Toledo por el libro y el texto ha permeado su quehacer artístico. El Manual de zoología fantástica, de Borges, o bien la obra de Kafka, Informe para una academia, han sido obras magníficamente ilustradas o reinterpretadas por el artista oaxaqueño en años anteriores.

El hallazgo de un ejemplar de la edición Traducción de las fábulas de Esopo para el uso de los jóvenes que cursan la cátedra de latinidad en el Colegio Seminario, impresa por Ignacio Rincón en Oaxaca en 1849, dio origen, en el 2013, a un proyecto artístico y editorial impulsado por el propio Toledo y María Isabel Grañén Porrúa.

La muestra, que permanecerá en el recinto cultural hasta el 4 de noviembre, se integra por 45 piezas. Las relaciones entre literatura y artes visuales son tan vastas como antiguas en la historia del arte. En múltiples sentidos, texto e imagen se entrecruzan, complementan y sirven mutuamente como referencias creativas y modelos de representación.

La gráfica y el dibujo han jugado un papel fundamental en la definición de géneros como la obra literaria ilustrada o la historieta. Antes y después de la invención de la imprenta han proliferado ediciones y libros ilustrados en los que la palabra e imagen se conjuntan en una identidad indisoluble. Basta mencionar como ejemplos a Gustave Doré o Picasso, quienes desarrollaron la ilustración como una de las vetas más representativas de sus carreras artísticas.

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