Despertar de la tierra

Despertar de la tierra

Los mundos infinitos
Los mitos son aquellas historias contadas por miles de lenguas, que han llegado a nuestros oídos con matices particulares, pero que en esencia tienen un toque de verdad. Todos los mitos tienen su trasfondo de verdad, ninguno fue inventado por mentes febriles atacadas por alucinaciones producto de enfermedad o inducidos por drogas, son historias que han pasado verbalmente por muchas generaciones, desde su propio origen. Así, investigando un poco, he logrado entender que la tierra no es una bola que gira vertiginosamente por el espacio siguiendo orbitas establecidas por campos gravitacionales, y que tampoco es un pedazo de roca suspendido en el espacio, ni siquiera es un cascaron que tiene límites donde los barcos se pierden al caer en infinitas cascadas en la orilla de la tierra.
También entendí que la tierra no es única, ni que los hombres seamos los únicos seres inteligentes, pensante y razonables que hay. Entendí que existen miles de planetas, todos al mismo nivel que el nuestro, moviéndose en espacios acuosos y protegidos por domos energéticos custodiados por seres poderosos que no permitirán la entrada, ni salida de seres inferiores llamados hombres. Porqué los hombres son seres naturalmente inclinados a la maldad y son capaces de destruir a todos los planetas y seres vivos que los habiten, aún no llegan al punto donde la paz sea creada para ese fin, ni para la guerra, como ahora sucede, para que puedan tener libre acceso a otras civilizaciones.
La frontera de nuestra tierra con los demás planetas, es el muro de hielo de la Antártida, un muro de hielos eternos, enorme y árido, con pocas posibilidades de vida. Esa frontera solo es salvada por aquellos que tienen el sello energético del poder de los otros mundos, allí llegan los soldados universales, allí moran todos aquellos que algún día les llamamos dioses y que a la postre no son más que otros de nosotros cegados por el egoísmo de sentirse superiores. Algo que solo pasa en la tierra, pero que sucede entre las dimensiones 3 y 12, la 13 es una dimensión más pura, más limpia, que no permite tanta mendacidad, ni engaño.
Todos aquellos que quieran tener alguna jerarquía espiritual falsa, deben venirse a la 3ª dimensión y seguir vagando en la rueda del Sámsara, robando, matando, engañando, aquí es válido todo eso, porqué los seres despiertos deben tener experiencias con esas energías oscuras, para descubrir que tan contaminados están y así poder sacar de sí mismos a esos demonios que no los dejan crecer. Una vez limpios, la visión se ampliará y verán más allá de lo que sus ojos imprimen.
En esta tierra están todas las dimensiones posibles y solo se entenderán mediante la vibración, la energía y la frecuencia; por ejemplo, algunos seres viven aquí en la tercera dimensión, pugnando por acumular cosas, por tener algo, por pertenecer a algún grupo de lo que sea, que le dé la identidad que no puede tener siendo fiel a sí mismo, el que roba, el que pelea, el que mata, el que miente. Pero también hay dimensiones superiores que solo muestran amor y su sola presencia da paz.
Así es esta tierra, en el mundo del dolor, los que viven para la paz no son bien vistos y mueren. Mientras que, en un mundo de paz, los violentos y los temerosos se mueren rápido. La tierra no solo tiene todas las dimensiones donde vagamos nosotros mismos con nuestros distintos cuerpos, pero hay otros mundos, aquellos que solo existían en los mitos, como Agartha, parte de los mundos intraterrenos mencionado por madame Blavlatski, reinada por Adama de Telos, donde reinan los genetistas que diseñaron al hombre, y que lo están mejorando continuamente.
Pero ese reino subterráneo fue protegido gracias al miedo, los oscuros lo definieron como el infierno, llamado el Tártaro o el Hades, a donde llegaban las almas muertas, solo para no permitir que los valientes se atrevieran a visitarlos, así mantenían el hermetismo propio de las civilizaciones prosperas en lo espiritual. Otra de las tierras externas, de donde provienen los extraterrestres es Narnia, mundo mítico inventado por C. S. Lewis, al cual entras en portales detrás de espejos o armarios, y llegas a una tierra helada, es la representación del muro de hielo de la Antártida de allá o de acá, depende su ubicación. Pues todos los mundos están inmersos en domos y los domos están protegidos entre sí por grandes bloques de hielo que hacen difícil su acceso con vehículos convencionales.
En ese mundo los animales hablan, y en los mundos espirituales, los animales son representados como dioses y los hombres de otros mundos se representan con cuerpos humanos y rostros de animales, como en la mitología egipcia, y en la mitología maya o mexica, con las jerarquías de guerreros.
Otros mundos que están fuera de nuestro domo, son la Atlántida, un mundo que aún existe y que está en otro domo retirado de la tierra. Platón en los diálogos de Timeo y Critias la señala como una isla, a la que se entra por un canal de agua y está rodeada de agua, y así efectivamente lo está, para llegar a ella, tenemos que salir de nuestra tierra, la cual abre sus puertas cada cierto tiempo entre los hielos y se conecta con los otros mundos, a eso le llaman alineación de los astros. En cierto tiempo, los hielos dejan una gran puerta abierta, por la que puedes entrar.
Desde luego, la información no es para todos, las puertas se abren solo para aquellos que tienen el permiso, que es la señal espiritual que se te coloca en la frente, como un sello de ahora, y que gracias a ese sello se te da acceso o no. Este sello se lee acorde a la luz o energía que emites, esa es la llave. Los comunes y presa de las emociones o egos, difícilmente podrán caminar esos caminos.
Cuando se alinean pues los astros, cuando las puertas coinciden, puedes viajar a otros mundos, pero de la misma manera otros seres pueden entrar y no necesariamente son seres amables. Por eso es importante entender y saber cuáles son las alineaciones correctas. La Antártida no está en esta tierra, es una extra tierra y está flaqueada por las columnas de Hércules, que deben existir aún a la vera de la tierra del hielo que es la Antártida.
Los otros mundos son los propios planetas conocidos por la comunidad educativa: Venus, Marte, Mercurio, Júpiter, todos ellos tienen vida, como lo tienen muchos otros que están cercanos a estrellas, como Sirio, Orión o Lira, los cuales han vivido experiencias traumáticas como el odio, la ira y la guerra, tal y como experimentamos en esta tierra, que tiene especímenes de todos esos planetas viviendo aquí, con la intención de promover la paz entre todos los seres, no se ha logrado del todo, porqué hay razas que viven del dolor, y la guerra es dolor.
A pesar de que vivimos en un mundo más comunicado, que no deseamos la guerra, aún hay virus y parásitos en los hombres que los impulsan al mal, epidemia que debemos combatir, para que cuando cada uno de ustedes regrese en espíritu a sus tierras, hayan logrado encontrar el equilibrio necesario para poder convivir con sus semejantes y con los vecinos de otros mundos y la paz sea universal, porqué las leyes de justicia y de equilibrios no tienen ni fronteras espaciales en el plano terrestre, ni espaciales intra mundos.
Los mundos aún son infinitos para nuestro limitado entendimiento, apenas podemos razonar sobre la existencia de un sistema solar con unos 8 planetas y varios protoplanetas, incluyendo el enano Plutón. Apenas podemos entender que el universo es enorme y que podría haber vida allá, pero más allá de nuestro sistema solar la ciencia no ha podido explicar más que con imágenes de algunos agujeros negros, otras galaxias, algunos soles, pero no ha querido explicar nada más allá, ni siquiera habla de Ors, del sol central de esta galaxia, mucho menos se atreverá a decir que nuestro sol es frío, que es una luminaria puesta a propósito, únicamente para nuestro domo, y que junto a la luna circula a diario entre el domo y la tierra, dándonos la energía de equilibrio que necesitamos. Los mundos extraterrenos existen y están más cerca de lo que creemos.