Despertar de la tierra

Los proteccionistas

Todos estamos listos para escuchar un cuento, se nos hacen interesantes y cortos, creemos que no tenemos el tiempo suficiente para escuchar una novela, y como no somos políticos, el cuento que queremos contarles va a ser más sano, menos estresante y con menos presunción, bastantes cuentos con finales felices en futuros anticipados ya los tuvieron en las pasadas campañas, este cuento tiene que ver con la protección al ambiente… erase una vez, un partido político denominado Partido Verde Ecologista de México, que ni es verde, ni es ecologistas y posiblemente muchos de sus dirigentes ni vivan en México, propuso algunos apartados de sustentabilidad ambiental, y alguna políticas ambientales, entre las que señala la primera a la participación ciudadana, el principio de prevención, el principio de responsabilidad compartida, el principio de obligación por daño ambiental, el principio precautorio y el principio de transversalidad, que rezan principalmente como principios para ganar adeptos, porqué en las acciones evidentemente no son efectivos.

 Cuando se habla de leyes, cuando se habla de principios, cuando se habla de sustentabilidad ecológica, es por qué no tenemos la capacidad de intuir lo que la naturaleza necesita y necesitamos regularnos por qué no somos capaces de cuidarnos. Desde luego las leyes del hombre no son leyes como tales, no son inmutables. Las leyes de la naturaleza sí. Las leyes del hombre son argucias legales, o legaloides para tratar de ordenar el caos que está en la mente del hombre, por eso se generan, por qué no hay conciencia del cuidado del medio ambiente. Si solo pensáramos por un momento en el futuro de nuestras acciones, si tan solo modificáramos nuestros patrones de pensamiento y les diéramos su justo lugar a todos los seres vivos, sí solo consumiéramos lo que necesitamos, así no necesitaríamos leyes, pero desafortunadamente tenemos que generar en papel unas reglas legales, que no leyes, para poder ordenar el pensamiento colectivo. Sabemos que no funcionan, porqué vemos que la tierra se está deteriorando cada día más en su generación de vida, pero al menos nos da una esperanza fugaz y un descanso moral el tenerlas.

El cuento versa pues sobre un partido político que es oportunista, al igual que los virus, bacterias y hongos, que toma a un individuo y se le pega como huésped y le hace creer que le es necesario, así vivió con partidos de derecha, aliado, cuando se creía que los partidos de derecha eran los más corruptos; por lo tanto, no les temblaría la mano en firmar reglas legales que le dieran cuerpo al ideal del Partido Verde, ni tampoco en apoyarlos, a pesar de que esos partidos reflejaban todo el poder destructor del capitalismo, como tampoco les tiembla la mano ahora para apoyar a un partido de izquierda, que tampoco está comprometido con el medio ambiente. El cuento es que, durante 30 años que hemos participado en la construcción de varias obras, los partidos ecologistas, las leyes ecológicas, las dependencias encargadas del cuidado y protección del ambiente, sea: PROFEPA (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente), SEMARNAT (Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales), SEMA (Secretaría del Medio Ambiente), Procuradurías Ambientales, organizaciones ambientales, organizaciones civiles proteccionistas, no han logrado más que hacer leyes.

 El medio ambiente ha seguido deteriorándose paulatinamente, bosques enormes han sido talados, montañas de arena han sido vaciadas, montañas de roca han sido trituradas, y las leyes son y serán solo para ampliar la oferta de trabajo, generan empleo, no generan protección en lo absoluto, ejemplos o cuentos, como gusten llamarlos.

 En 1992 se construyó un camino de carácter estatal en el estado de Querétaro, y por ser de utilidad general, ayuda a la población vulnerable, por pasar por terreno áridos, poca vegetación, poco bosque, se autorizó. Las leyes eran más laxas, era CFE la empresa dueña del proyecto, fluyó y se construyó, en el año 2000, 300 hectáreas en el Estado de México, zonas justificadas como minas de arena se convirtieron en edificaciones de nivel residencial. En 2001, un área protegida, con bosques endémicos en León Guanajuato, se convirtieron en un desarrollo habitacional de buen nivel, se realizó estudio de impacto ambiental, se cumplieron todas las leyes, se cumplió con la documentación, trabajaron los encargados de áreas y se demolió la vegetación que requería el proyecto.

 En 2005, fraccionamiento en Cuajimalpa, Distrito Federal, se autorizó derribar 300 árboles endémicos, de uno de los pocos espacios arbolados de la zona. Se construyeron edificios de departamentos muy bonitos, resultado del estudio de impacto ambiental, de obras de mitigación en papel y el resultado el mismo, la obra se realizó. Tuxtla 2013, se construye una nave para comercio, de la misma manera, se cumple con el papeleo, se entrega la MIA (Manifestación de Impacto Ambiental), se dan los resolutivos, se hacen obras de mitigación y al final: se construye la obra.

 Así podemos enumerar miles de obras, que cumplen con lo legal, que hubiese sido igual a hacerlo sin esa traba, y saldría más rápido, si el resultado es el buscado. Podemos hacer los anales históricos del crecimiento de las ciudades y veremos cómo los bosques desparecieron en menos de cincuenta años, la mancha gris destructora de la modernidad se los ha comido, con leyes y toda la cosa, ¿Qué se puede esperar en las zonas rurales presionadas por la pobreza y la delincuencia?, sí en las ciudades desaparecen los bosques de manera legal, que tiene mucha vigilancia y sobre regulación, las zonas rurales son expoliadas sin regulación y sin ley.

 El cuento es ese, que importan muy poco las leyes, si lo que manda es el mercado, podremos inventar nuevas leyes, aumentarle artículos, vigilar cada piedra en el papel, si se sigue construyendo al ritmo que vamos, los bosques no tienen mucha esperanza, con ellos se va nuestra esperanza de vida, que se acorta cada vez más, a cada árbol que se tira. Lo mismo ha pasado con todo el ecosistema anejo a los bosques, estos se deterioran y mueren al no tener el sustento de los árboles, esto no solo es dañino para la vida en la ciudad, es más representativo en el campo, las parcelas dedicadas al monocultivo han destruido los sustratos de los suelos a una velocidad impresionante y las leyes no se han fijado en ello, porque el campo produce los alimentos, no importa como lleguen a la mesa, siempre y cuando lleguen, no importa lo que comas, lo importante es que comas.

Ese dilema moral nos está acercando a una catástrofe alimenticia de proporciones épicas, evidentemente los países ricos podrán comprar y desplazar a los propietarios pobres de las regiones fértiles para poder seguir sobreviviendo. Los pobres tienen pocas posibilidades en todo el mundo, salvo el que se cambie la consciencia colectiva, que, si bien va caminando, aun no es suficiente. Mientras eso llega, el mundo seguirá rodando, modificándose, afectando al hombre, que por dispersión es muy probable, aun con este panorama, los proteccionistas no hacen mucho por cuidar a la tierra, como sí lo hacen el cuidar de sus bolsillos. Ya comentamos de las dependencias de gobierno, que solo son pequeños obstáculos para los constructores y solo para los pobres, los ricos y con influencias políticas, eso les es indiferente, solo hablan, pagan y se les concede el permiso, el que quieran, el ambiente les importa un comino, les importa el negocio y su comodidad.

 Bien, podemos hablar ahora de los proteccionistas no gubernamentales, estos, son simples figuras que plantarán algún árbol, podrán hacer un pequeño pasquín, limpiar algunas barrancas, pero no hacen nada efectivo para cambiar al sistema. Ni siquiera modifican el pensamiento y la moral, que son los reductos necesarios para poder cambiar al mundo, eso no. Mientras sigan llegando aportaciones, donaciones y adulaciones que justifiquen su existencia, el ambiente nada les importa. Tenemos ejemplos de organismos que se dicen proteccionistas del medio ambiente, a quienes les dieron recursos, y estos se usaron en platicas donde se les enseña a los niños a reforestar, pero no les enseñaron que se deben cuidar los árboles, y que no cualquier árbol es el adecuado para sembrar en su pueblo o ciudad, que no todos los árboles dan oxígeno, que no todos son aptos para los suelos que pisan, solo les dicen, planta arbolitos, porque son bonitos, y dan oxígeno.

 Algunas veces harán propuestas de limpiar canales, ríos, mares, calles, pero no hacen ningún cambio en la mentalidad de aquellos que las ensucian, así que los cochinos, los que tiran la basura tienen a sus esclavos que tarde o temprano limpiarán su tiradero, pero es bastante agradable sentirse útil limpiando el cochinero que otros no son capaces de prevenir, ¿Y los que tiraron la basura? ¿Y los que no son capaces de proteger lo que tu quieres? ¿Y los talamontes? ¿Y los agricultores que tiran a diestra y siniestra los venenos al aire? ¿Y las industrias que contaminan aguas, aires y suelos?… nada… a esos no los molestaremos, son un mal necesario, nos dan las comodidades que creemos necesitar, y con qué plantemos un árbol, limpiemos un río o hagamos platicas será suficiente, nuestra moral estará a salvo, y dormiremos tranquilos, gracias también a aquellos que creen que ayudan al medio ambiente, donando dinero a quienes tienen en sus siglas ese precepto, todos estos grupos están separados de la tierra, no la entienden, no la cuidan y no se unen a ella, a veces ni en la muerte.

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