Despertar de la tierra

Despertar de la tierra

Gog y Magog. La ley del cuatro.

El número cuatro, dentro de la numerología, es el orden y los valores, es el sentido de lo práctico, de la lealtad, de la rigidez, de la represión. Pero también, lo es de la creación, de la lucha contra los límites, de la mentalidad científica, el detalle, el ingenio para el orden. El cuatro encierra un misterio en el desarrollo de la historia del hombre, encierra el orden que debe seguir el alma en su desarrollo, y encierra el giro decadente en la otra escala de la balanza que equilibra su devenir.

Son cuatro las leyes espirituales que dictan el orden del alma; la primera, señala que la persona que llega a tu vida siempre es la correcta; la segunda, lo que sucede, es lo único que podría suceder y no otra cosa; la tercera, menciona que cualquier momento en el que se empieza una cosa, es el momento correcto; y la cuarta, dice que: cuando algo termina, termina. El entender estas máximas determinan el equilibrio.

También el cuatro rige los destinos de los hombres, que si siguen las leyes espirituales dejarán de sufrir lo innecesario. El cuatro, señala los cuatro puntos cardinales, hacía donde el hombre dirigirá sus pasos; el cuatro, son las tribus primigenias que siguieron la cosmogonía Hopi; cuatro, los primeros hombres de Maíz creados por Tepey y Gucumatz, que iniciaron con la cultura maya: Balam Quitzé, Balam Acab, Mahucutab y Iki Balam.

Si atendemos al Popol Vuh, cuatro son los extremos de la tierra mencionados en el Apocalipsis, y en dos de estos se encuentran dos naciones llamadas Gog y Magog, las cuales serán engañadas por Satanás para la batalla final contra el pueblo elegido, sin embargo, el fuego del cielo las consumirá. Magog también se le ha denominado a un pueblo y su soberano sería Gog, ambos, pueblos o pueblo y gobernante son el arquetipo del enemigo del pueblo elegido.

Ma en asirio significa tierra, podríamos relacionar la palabra Magog, como la Tierra de Gog. En el hebreo, Ma significa desde, así Magog, se definiría como “desde Gog”, aquí Gog, sería un territorio, que en siglo XVII estaba ubicado este territorio al norte del Mar Caspio. Algunos historiadores mencionan que Gog deriva de un calco hebreo del Acadio, que se escribe Gugu, aludiendo al rey Giges, rey de Lidia, cuyo reino abarcó el perímetro del Mar Caspio incluido el norte.

Pero cuando se interpreta el texto que dice que el pueblo cimerio es aliado de Magog, se tira la teoría de que fuese la Lidia de Giges, enemigos de los Cimerios. En los libros sagrados, como Jeremías, menciona, cuando el profeta Ezequiel introdujo el tema de Gog contra Magog, a principios del siglo VI A.C., la reputación de Magog había crecido, y señalaban que contaba con un guerrero tan poderoso que estaba destinado a destruir a Israel y combatir a Dios mismo.

La profecía de Ezequiel dice que Gog llegaría algún día desde el norte con un gran ejército de caballos y jinetes, como una nube que cubriría la tierra, y se lanzaría “contra una tierra indefensa y contra gentes tranquilas que habitan confiadamente, todas ellas habitan sin muros, no tienen cerrojos sus puertas y tomarán grandes despojos. En el 612 llegaron los invasores de las estepas y saquearon Nínive, fue lo más parecido a la confirmación de la profecía que pudieron señalar los antiguos, pero no aducían el poder que señalaban los escritos.

Años después, en la literatura Judía, Gog y Magog eran dos individuos, que habitaban en tierras lejanas y pueblos extraños para el mundo conocido, la profecía parecía haber perdido cordura, más la leyenda continuaba su curso, Flavio Josefo, durante el siglo I a. C., comparó a Magog con el reino de los Escitas, un grupo de jinetes barbaros provenientes de las estepas, que sometieron al reino de los Medos, saqueándolo y sometiéndolo mediante el pillaje, pero no destruyeron al mundo conocido, la leyenda continuaba vigente, y se unió a la leyenda de Alejandro Magno, que cerró las fronteras de sus reinos con barreras de hierro, presumiblemente para no dejar pasar al reino de Magog, autonombrándose la tierra de Gog, esto había sucedido antes de que Flavio Josefo escribiera sobre esto. En esa época, Alejandro Magno era el héroe que requería el mundo civilizado para contener la barbarie de Magog.

En el año 390 d. C., los Hunos cruzaron el Cáucaso y devastaron Mesopotamia y Siria, y la barbarie que mostraron hicieron que Gog y Magog fuesen nombrados en sustitución de los reyes de los Hunos. Las costumbres nada civilizadas, hacían creer a los pueblos avanzados que efectivamente estaban ante la llegada de la profecía bíblica, señalaban que los Hunos eran sucios, vestían pieles y se alimentaban de cadáveres y sangre, Alejandro Magno les cerró el paso del norte. Los Hunos dejaron de molestar, sin embargo, la superstición del pueblo no cejaba de temer a las señales, era una época de barbarie y de creencias fáciles en lo sobrenatural, justificaban los castigos, el exilio y el cautiverio del pueblo elegido era un castigo, que se corregía con el arrepentimiento, para ello se debería centrar todo esfuerzo en la ciudad de Jerusalén y su templo.

Y menciona Ezequiel que habrá una gran invasión a Tierra Santa, desde los extremos de la tierra, encabezada por Gog, rey de Magog, que gobierna sobre Mesec y Tubal, la batalla será en los montes de Israel contra los hijos de Israel que se hayan congregado en esas tierras, aviniendo el Armagedón, salvado Dios a su pueblo de los ejércitos de Magog. En este relato nos salta la contradicción que confunde, la primera, es la batalla de Gog y la segunda es la batalla de Gog y Magog, la primera poco antes de la segunda venida, y la otra al finalizar el milenio, las dos terribles, y mantiene la esperanza de que los barbaros venidos del norte, el mundo conocido, fuesen aniquilados por un dios salvador.

Quizá las referencias sean extrañas ahora, pues los pueblos en donde gobernaba Gog, señalados como Mesec y Tubal, son dos reinos del siglo VI, situados al norte de Israel, en la península de la Anatolia. La profecía parecía perderse por momentos en las historias contadas de destrucción antigua, que no había alcanzado la cantidad de destrucción esperada. La tradición judía posteriormente menciona a Gog y Magog de la siguiente manera en el libro de Oráculos Sibilinos del siglo II a. C., “¡Ay de ti, tierra de Gog y Magog, en medio de los ríos de Etiopía!”, ¡Ay de Ti, Goy y Magog, y además, uno tras otro, Mardios y Dayanos, ¡cuántos males el destino os traerá!, Ay de la tierra de Licia, de Misia y de Frigia, y las grandes naciones de Pamfilias”, seguía apareciendo la leyenda, en Jubileos.

Hay otra referencia, que ubica a Magog en una región amplia de lo que hoy es Rusia y a Gog el centro de Europa. Filón en las antigüedades Biblicas, señala que la descendencia de Magog dominaba la región de Degal. En la exegesis Judía, en la narrativas señalan a Magog como una nación del lejano norte, sin identificar el pueblo, que atacará a Israel en la guerra de los últimos días, y en algunos textos mencionan que el Mesías, hijo de José derrotará a Gog y Magog. Ya en la era cristiana, no habiendo un reino derrotado por el Mesías, no al menos en forma física en forma de guerra, la leyenda de Gog y Magog seguía vigente, e identificaban al reino de Magog como estados y grupos étnicos orientales, más por verlos como enemigos potenciales, que como algo verdadero.

En un tiempo los musulmanes fueron considerados del reino de Gog para los conquistados cristianos, generalmente están considerados como reinos de destrucción, y muy estudiados cada que se acerca un final de siglo, esperando que las señales indiquen a que reino van a hacer referencia. En el Apocalipsis, en el capítulo 20 dice: “cuando se cumplan los mil años, Satanás será soltado desde su prisión y saldrá para engañar a las naciones que están sobre los cuatro puntos cardinales de la tierra y Gog y Magog, a fin de congregarlos para la batalla. El número de ellos es como la arena del mar”.

En el Corán también mencionan a Gog y Magog, como pueblos barbaros que habrán de cumplir su papel de destructores de la sociedad, en la Sura 21, dice: “Y cuando se aproxime el día del juicio, abriremos la barrera de Gog y Magog, y ellos se precipitarán desde todas las laderas y devastarán cuanto encuentren a su paso”. El sabio Al Jili, alejado de las metáforas de guerras, señala que Gogo y Magog son el ego y los pensamientos corrompidos.

Consideramos que Gog y Magog existen aún, y que serán representados por las naciones más civilizadas, esas que han caído en la decadencia propia de la llamada “era moderna”, donde el engaño ha llegado al grado de que la justicia no se ejerce a quien la merece, sino a quien la paga. La palabra honor, es solo un estribillo que puede ser lanzado al garete, sin que tenga una congruencia con la mente.

Gog y Magog son la maldad que no tiene disfraz, es la maldad pura, la mente del hombre es la que no distingue, aunque ya han sido soltados y que la maldad está empezando a mermar a la raza humana, que serán regresados a su origen y que el gusano que destruye a la maldad, también empezó a caminar entre ellos. Empezarán a morir por miles, los unos engatusados por la miel de las palabras que no llevan honor, los otros por el gusano de su propia putrefacción, se morderán entre ellos, están diseminados por los cuatro continentes.

La globalización hace llegar el veneno mediante la ciencia, disfrazado de salud, mientras el mercado y sus publicistas diseminan el gusano de la necesidad en todos los oídos prestos a ser sacrificados. Esas personas que no están luchando por salir de la espiral perniciosa del consumismo, que no participan del mal directamente, serán sacadas de la tierra, para que ya no sean engañadas por alguien más, que no sea su propia decisión y libre albedrío.

Aquellas almas que logran identificar a las sombras, lucharán contra ellas, rasgando las vestiduras de los pasivos, para que se unan a su lucha. Ciegos, miles morirán por seguir a Gog y Magog, que es la putrefacción mental que pudre las mentes de las personas en los cuatro continentes, no son los pueblos bárbaros a los que hay que temer y combatir, es a la dulzura de las palabras mal direccionadas.

El gusano que pudre y asesina al humano ya ha sido esparcido, veremos morir a miles, sin poder establecer un diagnóstico preciso, no se necesitará una guerra, no habrá caballos y armaduras, habrá palabras y ciencia, eso bastará para que Gog y Magog revivan en los cuatro puntos cardinales, la ley del cuatro y las bestias han decidido renacer, la luz debe aparecer en tu frente, o no serás salvo, la luz es el conocimiento que ilumina a la ignorancia, no dejes entrar a Gog y Magog en ti. Vacúnate de conocimiento y serás salvo.

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