Despertar de la tierra

Despertar de la tierra


Autor: José Luis Valencia Castañeda

Las cascadas de Ichaqueo en peligro
Cerca de la ciudad de Morelia hay todavía paraísos, lugares donde la mirada se
pierde en la belleza propia de la naturaleza, grandes macizos de árboles verdes,
grandes manantiales que nos refrescan a su paso, grandes caídas de agua que
nos hacen admirar lo bueno de la vida. Uno de esos paraísos se encuentra en
Ichaqueo, cerca de San Miguel del Monte, saliendo por Jesús del Monte.
Somos afortunados de vivir en una tierra tan pródiga, tan fértil y proveedora.
Lástima que la tierra no tenga a las personas adecuadas que vivan en unión con
ella. El día 25 de abril de 2022, escuché la noticia que señalaba que las cascadas
de Ichaqueo están en peligro de desaparecer, porqué las huertas de aguacate
están desviando las corrientes de agua para el riego. “Extrañamente” las huertas
de aguacate han empezado a dominar el paisaje de Michoacán y ya están
absorbiendo prácticamente el 100% de las tierras altas y frías del estado, sin que
haya un decreto de cambio de uso de suelo, el mercado negro está matando a la
naturaleza.
Vemos con tristeza que efectivamente todos los bosques están intervenidos y
sembrados con aguacate, todo de maneral intencional ha sido modificado. Las
formas que usan los grandes productores no son necesariamente legales, pero al
final, lo que termina imponiendo poder es el dinero. En la misma noticia señalaron
que algunas de esas huertas pertenecen a legisladores, personajes que deberían
de hacer respetar la ley y al parecer no es parte de su labor ética, terminan
infringiéndola.
Ya no nos es extraño que surjan noticias como estas, los daños que están
causando el monocultivo ya lo estamos viendo en muchas partes de la geografía
michoacana, el ejemplo más claro es la reducción del área en el vaso del Lago de
Pátzcuaro, y cosa similar, aunque no sea para siembra de aguacate, es la
reducción del vaso del lago de Cuitzeo, al que también le cortan las líneas de
suministro de agua para riego. Aquellos que lo hacen no piensan en la colectividad
evidentemente, ellos solo piensan en el beneficio particular.
Ahora que el negocio del aguacate es lucrativo, están presionando para que todo
el recurso hídrico les sea proporcionado. Lo que no ven, es que todo negocio debe
ser visto a largo plazo, y a largo plazo no se ve que el agua alcance para todos

aquellos que quieren sembrar aguacate y menos para los que quieren más. Los
tiempos se están acortando, el microclima tarde o temprano empezará a modificar
los patrones propios de los árboles de aguacate, al no tener competencia, ni
sustratos simbióticos, tenderán a producir menos y a entregar productos menos
sanos y saludables.
Esta temporada al menos ya dio señales de cambio, la producción mermó, no se
alcanzó lo pronosticado en volumen y las exigencias de nutrientes cada día son
mayores, la exigencia de productos que eliminen las plagas será cada día más
grande. Algo se debe hacer, o modificamos nuestros patrones de consumo,
haciéndonos más consientes de las consecuencias de nuestro actual sistema o
moriremos más rápido. Lo digo por aquellos que dicen que de todos modos nos
vamos a morir ¿Qué más da hoy o mañana?
Mientras la muerte les llega, prefieren egoístamente vivir mejor que los demás.
Aquellos que no puedan vivir mejor, será problema de ellos, más el futuro no
espera, dentro de poco tiempo veremos como se recrudece la falta de agua en las
ciudades, lo que obligará a las personas a buscar lugares con agua y dejar los que
ya no cuenten con ella.
Confiamos en que las personas de Ichaqueo encuentren una solución al problema
que están presentando y que los afluentes no sean cortados por los productores,
que los bosques no sean talados de manera clandestina, sino que sean bosques
sustentables, que los bosques no sean incendiados a propósito para hacer el
cambio de uso de suelo, el que acorde a la ley, ya no existía esa posibilidad,
alguna argucia legal debe existir como para que haya crecido exponencialmente la
siembra de aguacate, mientras podamos, si no podemos hacer más, vayamos a
disfrutar de lo que queda de naturaleza verde y febril, y busquemos soluciones
alternativas para vivir, o nuestros hijos heredaran un desastre, heredaran eriales y
desiertos, heredarán sed y hambre, heredarán odio y muerte.
De nada servirá que hoy sean ricos los abuelos, si sus nietos tienen que buscar
algún lugar que les de condiciones de vivir, no con lujos, simplemente vivir.
La atmósfera política se está calentando a nivel mundial, la guerra se está
extendiendo a varios países, las personas se tienen odio, un odio que solo está
atizado por el deseo de poder, más el poder tenderá a cambiar de manos muy
rápidamente. La Europa moderna, progresista, avanzada, está demostrando que
no lo es tanto, que la barbarie también les llega, que sus mentes están siendo
infectadas por los bichos que generan muerte.
África y el medio oriente están batallando con sus guerras intestinas, nuestro país
tiene una guerra interna, donde hermanos luchan contra hermanos por tener poder
económico. Es lo único que los mueve, las concepciones ideológicas que se
inventan ellos para justificar las muertes es otra de las tareas que los gobiernos no
quieren atacar, prefieren combatir en donde ellos son fuertes, en saliva, más no ha

funcionado esa técnica si no lleva un pequeño grado de coerción punitiva, sin
llegar a una guerra abierta.
Mientras eso llega, muchos mueren y nuestro país cae en el descontrol
administrativo, que provoca un alto grado de impunidad y que todos hagan con la
tierra lo que les plazca sin un ente regulador, que los obligue a cuidarla. Son
pocos los años que se pronostican favorables para el hombre, para el año 2030, la
geopolítica será diferente, los gobiernos serán diferentes, la tierra será diferente
en su configuración superior, el hombre mismo será diferente. Los eventos
naturales van a modificar el entorno junto con los eventos sociales, el hombre
debe buscar a partir de ahora cambiar su percepción de la vida, su percepción de
la tierra.
No es la tierra un ente aislado que estará siempre lista y puesta para darnos
alimentos a nuestro arbitrio y diseño, no estará allí siempre para deleitarnos con
las hermosas cascadas, ni con los densos bosques fríos o cálidos, y más porqué
el hombre no es capaz de cuidarlos o protegerlos. Opciones hay muchas para
trabajar en simbiosis con la tierra, una es la permacultura, hacerla a grandes
escalas, descentralizar las ciudades, hacer núcleos de supervivencia, con centros
de población rodeada de campos de cultivo y bosques, sin el uso de productos
químicos, las plagas se controlarán con sus propios depredadores, las aguas se
limpiarán con plantas y animales.
La comida para el hombre será únicamente la que la tierra provea, los animales
solo surtirán materias y alimentos secundarios, no darán su vida para alimentar al
hombre, todas las construcciones serán con materiales de la región, lo demás será
solo imaginación, investigación y experimentación, ya lo hemos hecho antes, y no
tiene mucho de eso. En los años sesenta más del 50% de la población en México
era rural y vivía en condiciones precarias, sin agua potable, sin energía eléctrica,
cierto es que se morían por enfermedades que hoy se combaten fácilmente.
Sin embargo, hoy a poco más de cincuenta años, se mueren igual, pero de otras
enfermedades, las llamadas enfermedades del primer mundo. La muerte sigue
siendo la misma en ese sentido, lo que debemos hacer es combinar la ciencia y
tecnología que existe, con las técnicas ancestrales que permiten convivir
armoniosamente con la tierra, el hombre debe aprender a comunicarse con la
tierra, con los animales y con el hombre mismo, debe alejarse de todas las
emociones que lo limitan, el hombre debe ser libre, como libre debe ser la tierra,
para que podamos disfrutarla en todas sus formas.

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