Despertar de la tierra
Autor: José Luis Valencia Castañeda
La fuerza masculina penetradora
La séptima ley universal o hermética: es la Ley de género. Esta señala que toda la
creación se da mediante la comunión del sagrado femenino, con el sagrado
masculino. De ninguna otra manera existirá creación, para generarla, se requiere
de una parte que sea receptora y de otra que sea penetradora, y es aplicable en
todos los universos, en todos funciona de la misma manera: la tierra, como ser
creador de vida, tiene en sí misma las dos fuerzas, los elementos propios de la
tierra tienen estas dos características y la forma en que actúan es que una recibe
y otra penetra, el agua es masculina en cuanto penetra, mientras los suelos o la
tierra es femenina, en tanto que recibe. A nivel planetario, el sol es masculino,
porqué penetra y los demás planetas femeninos, en tanto reciben.
Así podemos intuir como influyen estas dos fuerzas en todos los planetas,
galaxias, agujeros negros, soles o sistemas solares en su creación y en la
creación de vida, todos ellos tienen un patrón de creación basado en la dualidad
del femenino y masculino, en la conjunción de ambos, la consecuencia de la unión
entre ambas fuerzas será siempre la generación de vida, en la forma en como la
entiendas o la identifiques, por tanto, puede ser un ente vivo como los humanos o
animales.
Adicional a esta ley, también participarán en el desarrollo de los seres las propias
leyes acorde al plano o dimensión en la que se encuentre la vida y todas las leyes
requieren energía para manifestarse y la energía requiere de condiciones óptimas
para exponer su fuerza, tanto para ayudar en la evolución, como en la involución,
donde participa la Ley del Ritmo, las leyes secundarias se están manifestando
ahora, pues en estos días está sucediendo algo maravilloso: conjunción planetaria
y de todas la alineaciones existentes en nuestro sistema solar, hoy se están
observando juntas, esto nos traerá una fuerza distinta y una percepción distinta de
la vida, provocada no solo por la conjunción de todos los planetas, sino también
por la ubicación y tormentas provenientes del sol que conocemos y del sol central
que no es común conocerlo.
Todo ello afecta el modo como se conduce la vida en la tierra y la actividad
humana, las consecuencias se ven muy marcadas si somos el atento observador,
bastará voltear al cielo. Después del 15 de junio, podemos ver prácticamente a
simple vista la alineación planetaria, con los 7 planetas desfilando, el 24 de junio
tuvo su línea perfecta y se va a ir diluyendo durante los siguientes 15 días.
Los planetas que vemos a simple vista son: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y
Saturno y los que no vemos a simple vista, pero que también estarán presente en
esta conjunción y se alinearán, son los restantes, Neptuno y Urano, no se ven,
porqué sus atmósferas son muy tenues para que podamos apreciarlos, pero si
alguien tiene la oportunidad de contar con un telescopio de buena manufactura o
tiene la oportunidad de usar uno de los profesionales de los observatorios, podrá
verlos. La mejor hora para observarlos es por la madrugada, entre 5 y 6 de la
mañana, para ubicarlos bastará observar la luna, ya que estará danzando cerca
de Venus y Marte.
Después de allí dirigiremos la vista en línea recta sobre estos dos y veremos a los
demás, se verán como puntos luminosos sin titilar y que día con día se irán
separando, como si estuvieran circulando sin sentido por la bóveda celeste, pero
con un sentido de orden para la tierra, que podemos usar como base o punto de
fuga. En esta alineación, se desprenderán energías distintas, unas atenuadas,
otras reforzadas por las energías de los astros alineados, que nos afectarán
anímicamente, ya que la tierra como ente femenino, recibe directo las energías
propias de la conjunción de planetas y modificará el equilibrio energético de los
seres que la habitan.
Los seres equilibrados o más evolucionados, que entienden el efecto que puede
llegar a tener en ellos las energías producto de esta alineación, sentirán síntomas
ligeros, se manifestará en reacciones alérgicas, gripes o cansancio, mientras en
aquellos que no entienden los efectos de la alineación, verán alterados sus
estados de ánimo y justificarán mucho con cambios hormonales, como repetirán
frases de “siempre he sido así”, cuando se sientan tentados a la colera y al pleito
fácil, sus sentidos negativos se verán forzados a salir y manifestarse: celos,
envidia, lujuria, deseos de poder, se sentirán molestos sin razón aparente, habrá
muchas peleas, muertes, violencia y odio, y no es normal, ni natural, es solo un
desequilibrio de las energías que el universo nos está mandando y no sabemos
controlar.
Sin embargo, todo esto puede ser atemperado, puede empezar encerrándose por
veinte minutos al menos, lo recomendable es que sea una hora, en una habitación
oscura y que fresca, sin ruidos o contaminación por ruidos, alejados de los
distractores, como el teléfono, la televisión, computadora o personas parlanchinas,
para eso hay que tomar un baño previo, con agua fresca, no fría, no caliente,
acostarse en el piso, descalzo, cerrar los ojos y hacer tres respiraciones profundas
y eliminar todo pensamiento negativo, repitiendo para sí mismos el “No soy”, por
ejemplo decir en voz baja, o en el pensamiento: “Yo soy paz”, “Yo soy luz”, “Yo
soy equilibrio”, “Yo soy la verdad”.
Con estas frases instruimos a nuestra mente en positivo, neutralizando lo que no
somos, que es lo contrario, con ello eliminamos de nuestra conciencia el “no soy
paz” que sería ser guerra, eliminamos el ser violento que podría salir de nosotros,
la ira se irá atemperando. Cuando anulamos el “no soy luz”, le damos la
instrucción al cuerpo que logre la sabiduría y el conocimiento contra la oscuridad
que da la ignorancia, que provoca enfermedades al despreciar la luz del
conocimiento. Cuando neutralizamos el “no soy equilibrio”, logramos equilibrar
nuestros pensamientos, nos obligamos a pensar antes de actuar. Mientras que al
neutralizar el “no soy la verdad”, eliminamos la mendacidad de nuestro actuar,
dándole congruencia a tu ser, con ello están amortiguando el golpe energético de
la conjunción planetaria.
Si lo logras, estarás esquivando el sentimiento de violencia y la necesidad de
descargar esa ira que no entendemos de donde viene o esos sentimientos que
sabemos negativos, pero que el común o la mayoría ya está aceptando como
normales y que estamos preparados para resistir los embates de las energías
planetarias que son lanzadas a la tierra por la conjunción planetaria y que a ellas,
se está sumando la energía de las llamaradas solares que está presentando el sol
en estos mismos días y que se está volviendo recurrente desde hace más de 15
años.
Si no trabajamos con nuestra mente, toda esta carga nos provocará problemas de
conducta y seremos parte de esa espiral de violencia y descontento que está
presentándose en todas las sociedades del planeta, bastará con que revises las
paginas de todos los países para que entiendas que los cambios sociales son
derivados también por los cambios energéticos planetarios y que algunos de estos
cambios son para bien, pues la conciencia colectiva también está desarrollándose.
Los violentos, tarde o temprano se canibalizarán, mientras los conscientes o
pasivos, o sea, los que desean vivir en paz en la tierra seguirán sorteando toda
suerte de problemas que la sociedad se va a crear por no saber controlar las
energías del entorno.
El día 26 de junio, el Sol emitió una serie de llamaradas muy potentes, en escala
E7, esa escala mide la intensidad de las fulguraciones y entre más fuerte sea,
mayores afectaciones puede provocar al desarrollo normal de la vida en la tierra,
pues también tiene efectos sobre el entorno, no solo en el ánimo o sicología del
hombre, puede producir efectos negativos como interferencias en las
comunicaciones o agradables a la vista, como las auroras boreales, en las
latitudes bajas.
Las llamaradas o fulguraciones, son poderosas ráfagas de radiación que
aumentan repentinamente el brillo de una región de la atmosfera del Sol, aunque
no atraviesan la tierra como tal, por la enorme distancia que separa al Sol de la
Tierra, si pueden modificar las condiciones energéticas de la tierra, al perturbar la
atmosfera, por donde viajan las señales de comunicaciones, principalmente ondas
de radio y GPS (Sistema de Posicionamiento Global), que usan los teléfonos. Las
llamaradas se clasifican de menor a mayor como clases: A, B, C, M y X, las X por
tanto son las más potentes, y su escala son de 1 a 9, por ejemplo, X1, X2 y hasta
X9, siendo la más potente la X9.
El sol, también se rige por las leyes universales y las llamaradas tendrán sus
ciclos altos y sus ciclos bajos, a partir de 2008 empezaron los ciclos altos, hemos
llegado a tener llamaradas X9.3, cuando suceden las llamaradas mayores,
aunadas con las alineaciones planetarias, en la tierra empiezan a presentarse
fenómenos geológicos, principalmente sismos.
La Universidad de Alcalá ha llevado una estadística sobre los efectos que
producen los efectos de llamaradas solares o han buscado las coincidencias que
se dan generalmente a los dos días después de producirse en el sol y han notado
que posterior a estos eventos, los fenómenos en la tierra se magnifican, como los
huracanes. Si las llamaradas en el Sol son clase X, los huracanes en la tierra son
mayores a 5 en su escala, muy fuertes y mortales, así se mueven las energías del
universo, así se manifiestan y así crean.
L
a vida es un constante movimiento, constante creación, en la que participan todos
los elementos, sol, agua, tierra, aire y éter, todo afecta, todo tiene una función
creadora, hasta lo más insignificante es importante para la vida, pues todo es un
sistema, dentro de otro sistema, dentro de un meta sistema, unidos y trabajando
para un fin común, que no es la vida del hombre, es la vida misma, la creación
misma que se crea y se completa a sí misma.