Despertar Poético

 

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Autor:​​​​​José Luis Valencia Castañeda

Del engaño al desengaño V….

…Satán disfrutaba de todos los placeres de la carne, al grado de que en el octavo círculo tenía seres que serían sacrificados para alimentarse. Eso le daba poder, algo que los seres buenos no podrían hacer, salvo que se convirtieran a la maldad. Para convertirse era simple, era adorar a Satán, el malo, más su verdadero nombre no ha sido revelado, pues una vez descubierto, morirá…

Mickhael eligió a doce comandantes para que reencarnaran en la tierra, debía asegurarse del grado total del engaño, el consejo de ancianos autorizó que descendieran, los doce eligieron distintos lugares, se acostaron en las grandes máquinas para preservar su cuerpo y su espíritu pudiera bajar seguro y tomar un cuerpo humano, en las condiciones actuales, en las formas en que estaban.

Los humanos, recién encarnados podrían espantarse, temer y huir, de los doce, había aviarios, reptiles, felinos, osos, águilas, coyotes y venados, todos ellos, afuera en sus regiones originales eran zoomorfos. Los hombres en su nueva faceta no entenderían esa forma de vida, les sería una deformación y una señal de mal agüero. Así, una vez metidos en la máquina, los operarios afuera dirigieron la intención, el destino era la tierra, los lugares: oriente medio, Europa, África, América, Australia y Egipto.

Todos ellos debían nacer en familias modestas, para no levantar sospechas, tendrían que batallar con las limitaciones del cuerpo en proceso de desarrollo. Su nombre en lo alto o “cielos” era de espíritus conscientes descendentes, ese lugar de origen, no era ni en lo alto, ni en los cielos, era solo en otro lugar en el mismo nivel, pero alejado de la “tierra”. 

Era desde luego un lugar distinto en las formas de entender la vida, con otras condiciones de desarrollo más amable, sin maldad, sin odio, sin las condiciones emocionales que desestabilizan a la mente humana. Algo impensable en la tierra, que era poco amable para las almas que debían primero aprender a retirar ese dolor de sus energías para volver a casa, si volvieran así, tal y como quedaron de dañadas por las guerras de Orión y Lira, no podrían adaptarse y morirían definitivamente.

La tierra fue creada a propósito para regenerar esas energías, era el lugar idóneo para su recuperación, era algo similar a una terapia intensiva de la medicina actual. La tierra tenía los tratamientos más poderosos y únicos para la regeneración de las almas, fue concebida así por el consejo de los ancianos y ejecutada con precisión por los genetistas, pero esa tecnología era la deseada por los oscuros, para poder crear su propio alimento.

Pero aún no han podido copiar la creación de alma, ellos mismos aún no pueden tener alma, no han podido crearla, se requiere el ADN que se guarda en el laboratorio de la confederación. Ese ADN es llamado el Santo Gríal, que es la sangre real de la descendencia de Mickhael, los oscuros no pueden usarlo, los mataría, tanta luz los despedazaría, ya lo habían intentado, y fracasaron.

Ni siquiera pueden generar vida de la manera en que lo hacen los genetistas con el Santo Grial, los oscuros y sus homúnculos con una pseudo alma, apenas llegaban al grado animal, sin el animalcristal, era difícil clonar humanos. Los oscuros contaban con instintos básicos de supervivencia, con una inteligencia de destrucción avanzada, su tecnología estaba diseñada para incrustarse en otras tecnologías, cual virus, cual rémora chupasangre.

Por eso entraron a la tierra y suplantaron a cinco de los siete capitanes, para poder contar con carne fresca, cuerpos frescos. Los cinco suplantados fueron: Leviatán, Yalvahaot, Satán, Cryon y Chacamac, los dos que lograron evadir las arguciasson: Aldabahot y Star Sherán. 

Estos últimos lograron comunicar a la nave madre, establecida dos domos atrás, que habían sufrido un intento de abordaje de manera agresiva por parte de la oscuridad, pudieron darse cuenta del engaño, eso y la habilidad de sus pilotos hizo que llegaran a la tierra de manera segura, sus almas a resguardo estaban siendo reconstruidas, saldrían a la tierra limpias, sin maldad, sin temores, sin miedos, y alistadas para su nueva ascensión, serían preparadas para soportar las frecuencias más altas, en el tiempo de la tierra pasarán 13 mil años para poder hacer un pequeño salto.

Los preparados lo lograrán, pero ¡Ay de aquellos que

sigan las enseñanzas del mal!, perecerán y transitarán por la rueda del samsara una eternidad, en el limbo de los no muertos, vivos en reencarnaciones recurrentes, hasta que la espiral de la luz lo saque de las garras del mal. No es fácil ese trabajo, pero no es imposible, por ello han bajado los doce espíritus descendientes conscientes, para mostrar el camino.

Estos guerreros solo tienen un arma, se llama “la palabra”, algunos la deformaron como “la palabra de dios”, y la usaron para su beneficio personal y formaron las religiones, que es otra forma de esclavizar a las personas y vivir de la energía de baja frecuencia que emiten a ser dolientes y vivir en eterna culpa. La palabra que los mensajeros traen es para despertar a los dormidos, es para sacarlos de la ignorancia, es para mostrarles que hay algo más que el simple deseo de la materia.

Para enseñarles que la materia es solo una y que es la tierra la dueña, de todo lo que tienen en posesiones, incluido tu cuerpo, y que lo eterno que es el espíritu le pertenece a la fuente, ese es el que está siendo reconstruido, borrándole memorias de dolor, pero los malos han hackeado esas memorias, y hacen vivir el horror nuevamente a millones de almas, que creen que eso es normal, que vivir en el dolor es normal, que dios necesita del dolor y del arrepentimiento.

Allí está la trampa, dios no requiere de sacrificios, no requiere de dolor, no requiere de rezos, ni de homilías los domingos. Dios requiere de actos de bondad y de ayuda mutua. Ese fue el encargo que hicieron las distintas razas que se unieron en el proyecto llamado tierra, pero han sido usurpados en varios frentes, ahora los buenos, se convertirán en malos, gracias a las acciones de los usurpadores.

Satán el bueno, vive encerrado en las catacumbas vigiladas por el mal, Satán el usurpador vive en la tierra provocando dolor y muerte a las personas, y muchos no se dan cuenta del engaño. Los doce descendidos tienen la tarea de descubrir el engaño y hacerlo visible a las almas menos dañadas, mientras las más dañadas sufrirán mucho tiempo antes de darse cuenta, no entenderán razones, ni la razón de las palabras.

Cuando Mickhael se reunió en el consejo mayor con todos los líderes de las distintas razas y propuso la operación rescate, que tiene la intención de salvar a las almas caídas en la sima de la oscuridad, muchos estuvieron de acuerdo, pero hubo algunos que se negaron, aduciendo peligro y riesgo de que los que bajases se corrompieran, como ya había pasado con los gigantes, una misión defectuosa.

Los malos han aprendido bien el arte del engaño, y a tan grandes escalas, que arriba también habían corrompido a algunas jerarquías, Mickhael entendió que debía de tener cuidado donde ponía sus palabras, había engaños en muchos niveles, eso lo indujo al revisar hasta donde llegaba la corrupción, y fue descartando una por una las dimensiones, la tercera, donde se ubica la tierra, está podrida, la corrupción está por todos lados, de allí se van reduciendo hasta llegar a la doceava, la trece no muestra ya trazas, concluye que hay mucho trabajo entre la tercera y la doceava dimensión, hay que quitárselas a la oscuridad.