Despertar Poético
Despertar Poético
Alucinaciones
Hoy he despertado con una ansiedad extraña, últimamente los sucesos psicológicos que se me presentan son extraños y pareciera que ya nada me sorprendería, pues la sorpresa se me está convirtiendo en cotidianeidad. Los sueños de viajes a otros mundos me son familiares, los vuelos a parajes lejanos me son normales, mi interacción con seres de otras dimensiones también. Creí que solo me pasaba a mí y que era un ser proscrito de la muchedumbre, que tendría que andar siempre a mansalva, ocultando mis percepciones por temor a ser juzgado, siempre alrededor de las tradiciones, siempre al lado de las concepciones básicas del conglomerado. No entendía el por qué tenía un concepto distinto de la vida y del desarrollo de las teorías distinto, hasta ahora lo estoy entendiendo.
Por ejemplo, cuando la familia empezaba a hablar de seres sobrenaturales horrendos que transitaban en los alrededores del poblado, los miraba con incredulidad, esperando que fuese cierto y se molestaban cuando les decía que eso era poco posible, que no teníamos la capacidad para materializar a algún ser maléfico de otras dimensiones y me amenazaban con el miedo que traían sus ojos señalando que se me aparecería si no creía en ellos, y hasta ahora no se me ha aparecido ninguno, ahora sé que esos seres oscuros y malvados tienen la misma anatomía y fisonomía que nosotros, que son seres muy parecidos a nosotros, prácticamente el hombre mismo es ese demonio, ese ser malvado capaz de destruirse a sí mismo.
Veo con tristeza que efectivamente el hombre es el único capaz de destruirse, de matarse, de asesinar sin razón, de matar sin que esté en riesgo su vida.
Mientras camino por las calles, evito en sobremanera a esos seres malvados, llamados hombres. Prefiero la muerte entre las bestias, que a la postre me huyen cuando me acerco, ellas tienen más miedo de mí, que yo de los demonios que pudiesen andar sueltos en las selvas o bosques, más porqué están en las ciudades, en los pueblos, en los centros de reuniones, desde donde manipulan el miedo a su antojo, abusando de los crédulos, pero ya no soy crédulo, ya he librado esa batalla y he pasado al siguiente nivel.
Entiendo que los seres oscuros existen y se camuflan entre los hombres, que sus caras podrán ser feas y que ese miedo nos hacia atacarlos desesperadamente, por eso han optado por tener caras similares a las nuestras, así ganan nuestra confianza y pueden medrar andando al lado nuestro, así es más complicado identificarlos, son lobos con piel de oveja, como diría un clásico.
Recuerdo un día, cuando empecé a alejarme de los dogmas, algo en mi interior me decía que estaba tomando el camino equivocado, no podría entender la vida sin los rituales, los rezos, las alabanzas, las adoraciones a ese ser que llamaba dios. La vida infantil la había pasado entre esas ceremonias llenas de seriedad y circunstancia, no entendía en ese entonces el porqué las personas iban a misa, se golpeaban el pecho y salían a la calle siendo los mismos que habían entrado: maledicentes, léperos, vulgares, amantes del cotilleo, nada cambiaba en ellos, más que la cara mientras duraba la escasa hora de la reunión, durante esa hora, eran serios y circunspectos, después mentar madres era su diversión.
Ahora lo entiendo, cuando han pasado cosas alrededor mío que me hicieron reflexionar el porqué de esas acciones, esas personas no creen en dios, solo temen a un dios vengador, sediento de venganzas, tienen miedo al castigo, tienen miedo a lo desconocido, a aquello que sucederá si rompen las reglas.
¿Entonces a quién adoran en las ceremonias?, ni ellos lo saben, creen que es dios, que es un santo y en realidad adoran a alguna entidad parasitaria, usurpadora que chupa su energía, dejándolos vacíos, por eso no encuentran la felicidad ni la paz y para los totalitarios, no todos lo hacen, algunos si encuentran la paz, porqué saben a qué van y qué hacer en la iglesia. Los seres puros irán a adorar a dios en sí mismos, al dios que está en todo y en todos, que no castiga, que no juzga, que no espera el día del juicio, esas patrañas les espera a los urdidores del engaño, a esos dioses de pacotilla que viven de tu dolor y golpes de pecho, esos que se ocultan tras las sombras y tras las imágenes.
Esos dioses sí serán juzgados, pues han abusado de su poder y han tenido bajo su pie la cara de miles de seres indefensos, y son indefensos porqué no han entendido que tienen poder y fuerza en sí mismos, por eso siempre andan buscando quien los ayude. Ellos aún no entienden que su fortaleza interna es la misma que la del dios que andan buscando fuera, si lograran ver un poco más, si se atrevieran a entender un poco más, si lograran ser distintos fuera del cuadro, que se salieran un poco del guion, que dejaran del lado todo aquello que la propaganda les vende, y basta con muy poco y cuesta menos que ese poco.
Solo es tomar un bote con agua y dirigirse fuera de las ciudades, caminar sobre montañas, caminar sobre las playas, alejados del hombre, caminar en el desierto, caminar en la selva, pararse veinte minutos descalzo, cerrar los ojos y escuchar alrededor, todo el ruido que nos perdemos frente al ruido del tráfago diario, escuchar a nuestro cuerpo desarrollarse, lograr escuchar más allá de los latidos del corazón, escuchar como las células se mueven, como están trabajando incansablemente para mantener el equilibrio de esta máquina.
Después hay que poner atención en todo aquello que camina a nuestro alrededor, veremos que la vida es inmensa, que es rica. Allí, en ese pequeño espacio de soledad debemos reflexionar sobre aquello que estamos haciendo bien y lo que no, y hacernos un compromiso de alejarnos de aquello que nos daña, así sean personas muy cercanas a nuestro círculo, si estamos siendo engañados, o perjudicados moralmente, debemos alejarnos, e interiorizar, y allegarnos a nosotros, con el tiempo llegarán seres distintos a tu vida, incluyendo a esos seres que los dogmáticos dicen no son merecedores de ver.
¿Se imaginan ver ángeles?, ¿Y verlos frente a ti, en todo su esplendor?, y no solo verán ángeles, verás a todos los seres celestiales, a todos los comandos estelares frente a ti, y te platicarán, y te guiarán, y te darán palabras de aliento, porqué eres uno de ellos, quizá no lo entiendas a la primera; ¿Y qué importa?Si vivimos una vida superficial esperando encontrar a la persona especial todos los días, hasta que terminan nuestros días sin haberla encontrado, solo porqué ponemos expectativas muy altas a lo que queremos, mientras nosotros solo bajamos nuestro nivel de entrega, no cumplimos con lo que queremos recibir, somos desleales con nosotros, al no comer sano, al no leer sano, al no viajar sano, al no pensar sano, al no tener amistades sanas.
Todo lo elegimos del montón, todo lo queremos hecho, nada debe costarnos más esfuerzo del necesario y aunque la naturaleza provee todo, en nuestros días debemos esforzarnos en mantener limpio el huerto y cultivado. Así, de esa manera debemos empezar a cultivarnos, a limpiarnos, a desparasitarnos, a retirar todo aquello que no nos permite madurar o desarrollarnos adecuadamente.
Así, un pequeño paseo por el bosque platicando contigo mismo no es un acto de locura, es un acto de bondad, el dios que tanto buscas llegará y te tocará el hombro y te dirá que está allí, siempre contigo, caminando a tu lado, bastará con decir: “yo soy el que soy, yo soy el que fue, yo soy el que siempre seré”, para ligar tu cuerpo a los planos superiores, porqué los hay, y debemos caminar hacía ellos, toda la maldad y violencia tiende a los planos inferiores a los círculos horrendos del infierno interior del odio, hay que desechar esa programación, dejar de decir que siempre hemos sido de una manera y que nada, ni nadie nos podrá cambiar, y tendrán razón, la decisión es personal, ir hacia la luz o hacia la oscuridad depende de cada uno.