Despertar Poético

Despertar Poético

Donde está la trampa está el regalo
La sabiduría no llega por si sola, requiere de mucho esfuerzo, y el más grande es el de pensar antes de actuar, porqué los entes de la triada de la sabiduría deben estar ligadas y trabajar en conjunto, una no se debe entender sin la otra, las tres son una, las tres se complementan. En la teosofía, a esta triada se le llama congruencia y se refiere a que el pensamiento, el habla y la acción deben caminar en el mismo sentido, si piensas algo, debes expresarlo con la palabra y sostenerlo con la acción, todos deben significar lo mismo; por ejemplo; si tienes amor por alguna persona, debes pensarlo, después hablarlo y después mostrarlo, el pensamiento sin la palabra y sin la acción, es mendacidad, palabra sin el apoyo del pensamiento, es mendacidad, palabra dada sin la acción que la concluya es mendacidad.
Quizá la mendacidad pueda parecer una falacia, que creas que es verdadero el hecho, pero al universo no puedes mentirle, las acciones tienen consecuencias, la incongruencia es símbolo del dolor; así, la congruencia se define simple, como si hoy decides llevar a tu madre a comer, en el pensamiento ya decidiste, tienes la obligación de ir ante ella y decirle que deben ir a comer y con la acción, debes llevarla ante el plato que a ella le parezca apetecible y concluir esta acción. Los tres entes se complementan y son uno, eso es la congruencia y forma parte de la sabiduría.
La sabiduría lleva su grado de conocimiento y mucha información previa, que le permita al ser o a la persona tomar la decisión correcta, ¿Cuál es la decisión correcta?, es toda aquella que no daña a ningún ser vivo. La sabiduría, si está adicionada con un alma pacífica y limpia, honrada, justa, tiene garantizada la paz interior, que le llaman cielo en algunos dogmas.
Decíamos que ser sabio no es fácil, y no lo es, requiere de seres especiales, no se le da a cualquiera, no es propia de los ricos, no es propia de los intelectuales, es propia de aquellos que han dejado del lado lo común y viven con lo básico, cada uno de nosotros debemos ir integrando en nosotros mismos el conocimiento, para después llegar a ser sabios. Eso es fácil. Lo difícil es entender que cada uno de nosotros tiene esa capacidad, solo debemos enfocar nuestro esfuerzo a ello. Se nos hace difícil porqué nos dedicamos a poseer falsamente algo, de decir que somos dueños de algo, basados en el dinero, en ese medio artificial que solo es herramienta para adquirir comodidad en esta vida y no vivir en el dolor.
¿Por qué no somos sabios todos?; porqué la justicia divina no es entendida por todos, aunque es imparcial y la vamos a recibir uno a uno, con nuestro castigo o premio acorde a nuestras acciones, que es la coronación de la acción de la triada, la acción proveniente de la palabra, proveniente del pensamiento, pero no todos pueden tener congruencia, no todos tienen la conexión de su consciencia con su cuerpo, no todos pueden ser congruentes, muchos solo son cuerpos, cascarones, disfraces, cual homúnculos creados por Paracelso, cuando pretendía encontrar la piedra filosofal. Hasta ese genio tenía deficiencias de información, a pesar de vivir en épocas ilustradas y tener a su disposición muchas herramientas, y cierto grado de sabiduría, no logró entender que la piedra filosofal es interna. Solo un ser sabio, puro y justo podrá encontrarla.
Los hombres comunes difícilmente entenderán que existe y más difícil aún lograrán encontrarla, por qué no sabrán que buscar, mucho menos donde. Pero decíamos que la congruencia no la tienen cualesquiera, solo los sabios, y no debemos entenderlos como aquellos ancianos circunspectos, enclavados en algún antro oscuro y mal iluminado, lleno de libros o escritos, no, la sabiduría le llega a quien la busca, sin discriminar condiciones ni físicas, ni religiosas, ni sociales, ni económicas, puedes ser tú, o el vecino, son pocos los sabios, si tomamos en cuenta la cantidad de personas que viven en el mundo, escasamente es un 0.70%.
La mayoría pasa por la vida sin entender su propio destino y por ello, el destino lo dejan en manos de seres superiores, sin saber a quién se lo entregan. Desde luego ellos creen que es a un dios, a su dios, pero no es DIOS necesariamente. Esos seres grises cual homúnculos esotéricos, son solo carne dominada por la misma carne, son mente, dominada por la mente universal que dicta las leyes con las que los dominan, digo los dominan, porqué cuando te sales de sus estándares y dejas de consumir o de creer en ellos, ya no les eres útil y buscarán la forma de neutralizarte, porqué ya no te dominan.
Para dominarte, juegan a ganar, buscan a las mentes débiles, que es la de las mayorías, y les tienden trampas, y como tales, seres sencillos como son, caen en estas, porqué están aderezadas de falacias, les crean ambientes cómodos y soluciones mágicas. Ya hemos empezado a entender que toda la información con la que contamos es una ramificación de la trampa, pero también entendemos que en la trampa está el regalo, y está solo disponible para aquellos que la sepan descifrar.
Hace unos días estaba escuchando con atención una disertación sobre las parábolas crísticas, o herméticas, da igual; lo interesante de una frase, es que entendimos la trampa, y en la trampa encontramos el regalo, que es la libertad ansiada. Con este entendimiento, se perderá por fin el reinado del miedo a la oscuridad física, a la ausencia mental de luz en las profundidades de la tierra, la frase es: “Como es arriba es abajo, como es abajo, es arriba”, por muchos años la entendí de forma literal, haciendo una similitud entre los mundos superiores con los inferiores, haciendo una copia vil, como si efectivamente lo de arriba tuviese la misma función que lo de abajo, como si la forma de comportarse un ser celestial es la misma que un ser infernal.
Entendiendo de la manera antigua, que el cielo está arriba y el infierno abajo, y que eran iguales, o tenían el mismo sistema y así caminaba por la vida, señalando que el cielo y los mundos intraterrenos eran iguales, se comportaban iguales, y no quiere decir que no lo hagan, sino que el significado tiene otro matiz y es que lo que entendemos como cielo, es algo vació, caliente, duro, con dolor y desesperación, el azul a pesar de que nos da esperanza y paz, es el verdadero infierno de la esperanza de los incautos. Mientras que en los mundos subterráneos está la paz y la tranquilidad.
La sabiduría, el útero creador de la vida, allá está el verdadero paraíso, pero nos han enseñado que abajo es oscuridad y muerte, allá están los muertos, los demonios, y todos los seres fantásticos que nos llenan de terror y nos detienen a descubrir el regalo que es la paz, el amor y la justicia. Lo bueno de todo esto, es que, al empezar a descubrir las trampas, empezamos a identificar los regalos. Otro ejemplo lo vivimos en 2020, cuando la oscuridad, los verdaderos amos de los cielos, que son los demonios oscuros, lanzaron una campaña maléfica de enfermedad, inventaron un virus, nos metieron miedo y nos vendieron la cura.
Pero el regalo era para los sordos, para los necios, para las ovejas negras que entendieron el engaño y que el regalo estaba en la trampa, si te incluía una cura, significaba que no curaba. Así que, al evitar caer en miedo, y evitar colocarte cualquier recomendación realizada por las organizaciones internacionales, podrías con mayor seguridad caminar con salud. Serán saludables aquellos que no atiendan sus cuerpos en los sistemas de salud oficial, sino que atiendan a su sabiduría ancestral y recurran a todo aquello que la tierra entrega.
La tierra tiene toda la experiencia para mantenerte vivo más de cien años, sin que alguna enfermedad te moleste, debes seguir a tu consciencia, a aquel pequeño angelito que te dicta las reglas morales, que te manda señales de rechazo contra aquellas acciones insanas, y te alegra en acciones favorables. El dolor no es el camino a la paz, el dolor es el camino al cielo, pero el cielo de las ideologías religiosas no está gobernado por dios, está gobernada por la oscuridad, por ello las iglesias te exigen cuota para llegar a ese cielo, porqué entre ellos, el cielo tiene costo, y derechos de admisión, no todos van, solo los crédulos, mientras que al infierno va cualquiera.
Pero en el infierno de las ideologías estamos todos, así que debemos tener buenas compañías, estarán todos aquellos que entendiendo o no la trampa aprovecharon las circunstancias y no siguieron a la manada, que dominaron a la serpiente de las siete cabezas, derrotaron a cada una que están representadas por los pecados capitales. La trampa de los pecados capitales es la exacerbación de las emociones, como si fuesen drogas inductoras de estados anímicos de felicidad. El regalo de dominarlos es salud en todos los siete sentidos, un cuerpo sano, es símbolo de una mente sana, una mente enferma, empieza a dañar al cuerpo.
Toda acción tiene consecuencias y las consecuencias son las que duelen o dan paz, así que ve gustoso a la trampa, porqué una vez salvada, entendida e integrada a tu ser, te revelará su secreto. El engaño no puede ser permanente en seres despiertos y para empezar a despertar se debe usar el conocimiento de sí mismos, entender las fortalezas y las debilidades y potenciar aquello que te sacará de la oscuridad.
Decíamos, lo importante es iniciar con darle información a la mente, después darle conocimiento, para finalmente dejarse caer en el mullido sillón de la sabiduría. Todas las trampas traen regalo, aprovéchenlas.

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