Despertar Poético

Despertar Poético

Autor: José Luis Valencia Castañeda

¿Cómo es el cielo?


La espiral infinita, que eleva a las almas al cielo espiritual de las religiones, es el
camino por donde ascienden y descienden los ángeles, le llamaron la escalera de
Jacob. La concepción del cielo, en la ciencia, es algo subjetivo que se engloba a
un espació que puede ser medido, y que a la fecha no se tiene un número
específico, ni una ubicación especifica, bastará voltear encima de ti en
descampado para identificar aquello que llamamos cielo. La poesía enmarca al
cielo como un espacio atemporal, y sin espacio, que solo produce sensaciones
agradables. Las religiones han conceptualizado al cielo como un lugar en el
espacio, sin tiempo, donde habitan todos los seres místicos y es donde la felicidad
es un haber común.
El cielo es pues una percepción únicamente, algo que se percibe existe y que
pretendemos ir allá cuando la muerte física nos alcance. En las religiones el
concepto de cielo fue incorporado en el zoroastrismo, de allí pasó al judaísmo, que
lo transmitió al cristianismo, es un segundo y renovado jardín del Edén, donde la
humanidad se reúne con Dios en un perfecto y natural estado de existencia
eterna. Esto se logra gracias a la redención que ofrece Jesucristo al morir en la
cruz por los pecados de la humanidad, hay paz, gozo y felicidad infinita.
Están surgiendo en estos tiempos teorías bastante interesantes sobre el cielo y
sus habitantes, todas ellas nos parecen obras de fantasía, muy bien estructuradas
que al leerlas se imagina uno caminando por esos espacios llenos de luz. Una de
ellas menciona que en los cielos habitan seres que se manifiestan como seres de
luz, su fisonomía humanoide, porqué requieren comunicarse con el hombre y esa
es la manera más cómoda de hacerlo, para evitar suspicacias, en el llamado cielo,
es un espacio infinito, que nada lo contiene, no existe el tiempo, ni el espacio,
viajan las energías desplazándose entre las 33 dimensiones existentes.
Esas energías tienen sus propios problemas como nosotros en la tierra, pero son
menos y distintos. En el cielo, que está en otra dimensión, en el que solo pueden
entrar seres que estén alineados a esta, no existen las mismas leyes que en la
tierra, no existe la gravedad, se deslizan entre planos y dimensiones a placer,
existen los seres oscuros que intentan apoderarse de los seres de luz de más
bajas dimensiones, que en la tierra se manifiestan como los que gustan de la
muerte, ya sea policías o narcotraficantes.

Todos aquellos seres que viven del dolor ajeno son los que se conocen como
seres oscuros, ellos han provocado guerras aquí abajo, como allá arriba, se
pelean por planetas enteros, por galaxias enteras. Este planeta llamado Tera o
tierra, está colonizado por seres de múltiples razas, con distintas formas de ver la
vida, que podemos identificar al encontrar en todos los rincones del mundo
diversas culturas y diversos dogmas, todas estas razas allá arriba están
representadas por los seres que las habitan; como habitantes de Sirio, de
Andrómeda, de Hidra, de la Luna, de las Pléyades, y cada uno interpreta acá
abajo a dios acorde al bagaje cultural que trae de allá arriba, por eso tenemos acá
abajo una idea del cielo, tal y como lo ven nuestros ancestros estelares, así lo
vemos nosotros acá abajo.
Aunque la nueva forma de ver la espiritualidad nos dice que hay un solo dios, o
fuente de vida, que rige a toda la creación, las religiones han intentado difundir
que hay múltiples dioses y que cada una de ellas tiene al dios correcto, lo que
podría ser cierto si solo existiese una sola línea espiritual o de conocimiento
mágico, pero no lo es, tenemos miles de religiones que en su nivel de ascensión
explica su creencia en dios y explica el cielo. Lo que las une en lo más terrenal, es
que las obras que realizamos para nosotros mismos, como para el prójimo si son
de bondad y empatía, son las que nos harán ganar el cielo y podrán permitir la
ascensión al cielo, que viene siendo solo un grado más.
Así como se califican los santos o las vírgenes, así calificamos nosotros en la
tierra nuestro camino al cielo, que es un nivel energético más elevado, por
ejemplo, si quieres ser un maestro ascendido, o grado de maestro ascendido,
tienes que superar todas las pruebas que se requieren para ello.
Si quieres ser un cristo, tienes que aprobar todas las pruebas que están
destinadas a ellos, si quieres ser un Sananda, tienes que superar todo lo que se
necesita para serlo, inclusive, si quieres ser un dador de Luz, al que se le ha
llamado Lucifer, tienes que pasar las pruebas para ello, porqué Lucifer es también
un grado espiritual, y la maestría en la tierra es muy importante para ir logrando
avanzar en cada uno de los pasos en la ascensión: la maestría requiere de ciento
de reencarnaciones en la tierra, donde se aprende a superar todos y cada uno de
los egos o pecados capitales impuestos por el Cabal o Cabale, que es el grupo de
personajes oscuros que se unieron entre ellos y con las energías oscuras del
universo para manipular a la raza humana. Ello lo podemos observar en los planes
de control de alimentos, salud y sicología.
Ahora podemos entender el profundo sentido de las palabras melosas que
difunden los medios de comunicación, controlados por el Cabale. La información
difundida es para obligarte mediante la manipulación a creer que los alimentos que
te venden son saludables, muchos de ellos, con imágenes que lo relacionan a la
salud, pero que no tienen nada que ver con ella, como aquellos que dicen que son
alimentos traídos directamente del campo, cuando no es así. De la misma manera,

la forma en que se ponen de acuerdo en meterte medicamentos que presumen
darte salud, pero que no lo hacen.
Así se manifiestan las entidades oscuras aquí en la tierra, mientras allá arriba, se
negocia con ellos para ir retirando de la mente o del subconsciente colectivo toda
la basura del humano, a cambio de dejar de hacer tareas de protección espiritual,
como le pasó a la humanidad que vivía antes de la nuestra, que tuvo que ser
reseteada cuando empezaba a darse cuenta de la burda manipulación a la que
era sometida, por ello fueron generados artificialmente los seis diluvios universales
anteriores, eso provocaba que la humanidad se redujera a unos pocos miles, más
sencillos de manipular, una vez dispersos y sin comunicación, se les puede ir
dirigiendo hacia donde se pueda experimentar nuevamente el dolor y el miedo,
una fuente de energía bastante útil a los seres oscuros.
Por ello hay cierta razón, cuando las personas que se dicen sensibles tienen
pesadillas y ven seres grotescos que los están atormentando, en contraposición a
aquellos seres que no son presa fácil del miedo y del dolor, que no los ven. Hay un
cierto sentimiento de empatía, al decir que todos hemos sufrido alguna vez de
dolor y miedo, y podrá ser cierto, siempre hay temor a lo desconocido y los golpes
de la vida te producen dolor, lo que la vida te debe mostrar, es que no todos los
gradientes de dolor son necesariamente producto de los seres oscuros, otros son
meramente físicos, esos te los puede sanar la propia naturaleza del cuerpo, está
diseñado para ello, ayudado con la naturaleza del planeta, que tiene en sí misma
toda medicina, aquella que el Cabale ha intentado por todos los medios en
denostarla y hacerla parecer como anacrónica y que es usada por personas que
no están a la vanguardia.
Y les podríamos preguntar ¿Por qué ahora, después de tanta muerte, de tanto
dolor, de tanta enfermedad, el uso de las plantas se ha extendido? ¿Por qué
ahora, con el avance tan enorme de la ciencia de los alimentos se tiende a
retornar al origen y comer alimentos llamados orgánicos?, o nos estamos
despertando del sueño inducido por el Cabale o por fin nos conectamos con los
seres que están en los cielos y que nos están mostrando el camino correcto.
Lo cierto es, que todo el esfuerzo que han realizado los manipuladores ha dado
buenos resultados para ellos y ha logrado despertar a los cautos. Ni la comida que
anuncian como saludable lo es, ni los medicamentos que te justifican devuelven la
salud lo hacen, ni las casas que te venden son hogares, ni los artículos que te dan
estatus te lo dan, una nueva tendencia está realizándose, con la intención de
ganarse un cielo distinto al prometido aquí abajo en la tierra y allá arriba en los
cielos.
Sabemos que el esfuerzo que hagas en común y todo lo que hagan en beneficio
propio y de los demás, todo aquello que hagas que no dañe a terceros es la
verdadera felicidad, que el infierno está únicamente en tu actitud, en la manera en
cómo tomas las cosas de la vida y que repercutirán en ti, el cielo es solamente

otra escuela, otro grado, aquí abajo estas trabajando para ganarte ese grado, es
una de las escuelas más complicadas, si no pasas aquí, difícilmente lograrás
llegar a las dimensiones superiores, aquí perecerás al grado de ser desintegrado
como alma, tu energía, esa que no se destruye, si puede ser desintegrada para
formar a otro ser con menos contaminación.
Pronto veremos cómo se manifiesta esto, veremos como aquellos que hoy están
llenos de maldad empezarán desaparecer, empezarán a caer como moscas.
Mientras aquellos que están en línea de ascensión, trabajando en armonía con la
tierra y con todos los seres, estarán formando la escalera de Jacob, caminarán al
lado de los ángeles, siendo muchos de ellos ángeles encarnados, siendo muchos
de ellos, maestros ascendidos, siendo muchos integrantes del cielo que tanto
deseamos obtener.
Suena extraño, pero todas las historias de espiritualidad así lo son, alguna de
ellas tendrá algo de razón y podremos justificarla alguna vez mediante algún
método científico, mientras me quedo con que todos somos en cierta medida
seres de luz viviendo experiencias de oscuridad, como medida de graduación, y el
cielo es una escuela que nos debemos ganar, una vez aprobados los exámenes
acá, allá arriba no habrá dolor, no habrá envidia, no habrá pereza, no habrá gula,
no habrá lujuria, no habrá soberbia, no habrá ira, ni avaricia, será otra dimensión,
otra forma de ver al mundo, aquel mundo que aun no sabemos explicar, pero que
ya se vienen dibujando.

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