Despertar Poético

Despertar Poético

Nombre de la columna: Despertar Poético

Autor: José Luis Valencia Castañeda

Bendecir las almas


He recibido una de las lecciones más importantes de mi vida, de parte de un ser
recién encontrado en el camino, Sofia de 8 años, me recordó lo que ya sabía,
dándome un golpe al orgullo y a la programación mental que me dio la cultura de
mí pueblo. Golpeó amablemente mi falsa idea de saber algo más que las personas
no sabían, suponiendo que la información que yo traigo es más importante que la
información que las demás personas traen, olvidándome que todos venimos a esta
tierra con información acumulada por miles de encarnaciones, y que vamos
progresando y ascendiendo, paso a paso.
Información proporcionada por los cientos de maestros que se nos cruzan en el
camino, datos acumulados por las experiencias que decidimos tener en este
camino, con las que cada uno de nosotros va avanzando en el crecimiento
personal de su espíritu. El paso de cada uno puede ser ágil o lerdo, no importa, y
esta niña es un alma avanzada, su seguridad y presteza al ejercicio de conexión
con el yo soy fue impresionante. Loa por ella, en mi ignorancia ínclita, creí que le
enseñaría algo del camino que llevamos recorrido, porque ese es nuestro deber:
enseñar el camino, para que cada uno elija seguirlo o desviarse, más la niña, toda
entereza, toda circunstancia, nos recibió con agrado y nos mostró el nuestro.
No me quedó otra opción que sonreír por mi soberbia, acepé el regaño gustoso.
Hizo que mis pies se posaran firmemente en tierra, algo que me hacía falta. Así
que atendemos a su indicación. Ella, sin embargo, en su “inconsciente
omnisciencia”, estuvo dispuesta a escucharnos, atenta, con los ojos fijos en
nosotros, sin juzgarnos, esperando conocer algo más de lo que ella ya trae
consigo. Recuerdo con pena, que mientras ella esperaba paciente la información,
nosotros intentáramos desmenuzarla con cierta petulancia en alto, suponiendo
que no la entendería de una manera, sino como pretendíamos darla. La
abordamos como un ser que necesita ser enseñado desde cero, pero no fue
necesario, trae mucha información en su alma, que tuvimos que rendirnos ante
ella.
Su bagaje es de nivel, su frente brilla con colores de la llama trina, trae un ángel
enorme que la hace ver así, en su humildad nos muestra su espíritu limpio, noble y
elevado. Nuestra humildad se ríe, por fin alguien nos ha desenmascarado, alguien
que, con pocas palabras, con un par de miradas criticas nos ha abierto el

panorama. Somos patiños de su pureza, nos ha ganado, seremos sus seguidores,
si el camino la lleva hacía la verdad, la luz y la justicia, ella lo sabe, pero no
expresa toda su información, porque su bagaje lingüístico está en pleno proceso
de desarrollo cultural, quizá unos diez años más tenga un léxico amplio, un criterio
superior y una visión más clara de lo que el universo es en ella, y ella con él, y
nosotros.
Atenderemos atentos a lo que nos quiera enseñar, nos dejaremos educar,
sabemos que sus guías no la dejarán sola, la van guiando por la senda de la
verdad, nos lo ha explicado con la sabiduría que solo alcanzan los viejos, una vez
terminado su recorrido por la vida, puede ser que tenga pocas palabras para
expresarse por la corta edad física, pero con las palabras que ya integró a su
léxico, fueron las suficientes y necesarias para acallar nuestra arrogancia.
Le pedí, con esa soltura que me hacía creer que estaba ante un ser con falta de
información, que tomara una piedra, cualquiera, la que ella sintiera que fuese la
más importante. Ella me respondió sin titubear que todas las piedras son
importantes. Ese fue el golpe más fuerte que ha recibido mi orgullo, ese que me
hacía presuponer que ella no sabía que toda la creación fuese importante, su alma
reconoce la importancia de todos los seres que fueron creados para mantener en
equilibrio al planeta y al universo, y las rocas, como seres vivos que son,
participan de ese equilibrio, junto con todos los demás seres incluidos nosotros.
Sin ocultar la vergüenza sonreí y asentí, efectivamente, todas son importantes,
todas tienen su carga de información, todas participan de la creación y todas
deben ser bendecidas. La niña mostró interés inusual en las palabras que salían
de mi boca, me sentí comprometido a usar las palabras correctas, eliminar la
mendacidad que a veces se usa para entretener a los niños. Sabemos que ellos
analizan todo aquello que escuchan, lo absorben y lo aplican prácticamente de
inmediato, por ello debemos ser respetuosos con la información que les
proporcionamos.
Ese pequeño evento levantó grandes tolvaneras en mi mente, sé que nada es
casualidad, nos mueve la causalidad, todos son eventos electromagnéticos,
vibramos, atraemos, ir a las Ranas, cuando ni siquiera era planeado por tu mente
inferior, te hace suponer que estaba planeado por tu mente superior, de esa
manera podemos dejar al destino que nos guie, mientras nuestra conciencia guía
nuestros actos y nuestras palabras, sí algo me llamaba hacia Las Ranas hace
mucho tiempo, no era el conocimiento en sí de la historia oficial de un sitio común,
con patrones léxicos comunes, era algo más grande, algo que tarde o temprano
tendrá que explotar, y va a ser el nacimiento de un alma superior que guiará a las
almas inferiores hacía la salvación espiritual.
¿Cómo lo haría? Así como lo hacemos todos los días cuando ayudamos al
desvalido, al desprotegido, así cuando educamos a nuestros hijos, cuando
compartimos la mesa, cuando lanzamos palabras de luz o positivas, esta alma, de

cuerpo pequeño aún, más temprano que tarde empezará a dar unos enormes
pasos por el camino de la vida en esta tierra, teniendo cientos de seguidores que
la necesitarán, porqué ellas no sabrán que hacer cuando la tribulación llegue,
puede ser que esté exagerando, ¿Pero… Debo hacerle caso a mi intuición o no?
Al parecer debemos hacerle caso a lo que la consciencia nos dicta, son flashazos
de sabiduría, aunque nuestra mente inferior sienta que no lo es.
Me he estado cuestionando por muchos años, hacerle o no caso a la intuición y se
me ha hecho más seguro y cómodo. La mente me ha jugado muchas malas
pasadas, en la infancia me jugaba bromas con las sombras que proyectaban los
objetos de la casa en la penumbra, allí me aparecían los muertos malvados y los
fantasmas terroríficos, una vez analizadas las áreas, una vez ya identificado el
origen de las sombras y sabedor de que la mente los creaba, dejé el miedo atrás.
En la juventud, la mente me hizo creer en las palabras dulces de las mujeres,
pronto descubrí que la mente era la que me jugaba rudo, las palabras solo son
palabras, son vacíos que el viento recogía para llenar los espacios que la muerte
había dejado, los textos, eran solo ejercicios de caligrafía, no significaban más de
lo que mi mente quería entender.
Después, empecé a sentir punzadas en la mente, luces que me decían que había
otras interpretaciones para cada situación, no solo la que escuchabas en boca de
los amigos, ni la que escuchabas en la radio o televisión, esos destellos me hacían
dudar de mí mismo, de mis acciones, se interponían en mis caminos, me hacían
elegir otros. Las primeras veces elegía las rutas que mi intuición me dictaba, con
la única intención de ocupar mi tiempo y sorprenderme de lo que allá se pudiese
ocultar. Después, cuando analicé los resultados, comparados con los anteriores
en los que seguía a la mente, me di cuenta que era más feliz siguiendo a mi
intuición, vivía más cómodo, más relajado, dormía mejor y me enfermaba menos.
Así que he decidido dejarle esa responsabilidad, aunque de vez en cuando le
rompo la regla para afrontar las consecuencias que no me son graves, y me
divierten, por esa razón y no por otra, fue que llegué a las Ranas y conocimos a
Sofia. Sabíamos de antemano que el Centro Arqueológico estaba cerrado, había
varios señalamientos que así lo indicaban, pero nuestra experiencia en el llamado
a las almas nos decía que no era necesario que lo estuviera, con que nos
acercáramos y los llamáramos era suficiente. Así que estábamos dispuestos a las
nuevas experiencias.
Una vez realizado nuestro trabajo y el saber que las almas de Sofia y sus padres
fueron libradas de un peso emocional, nos alegra, no sabíamos que las
encontraríamos, pero sabíamos que algo nos esperaba, y fue agradable. Hoy, ella,
después de compartir con nosotros su tiempo y su sabiduría, estará más segura
de que su camino es el correcto, dudará menos, sabe que hay locos que
comparten con ella el amor por toda la creación, sabe que no hay seres superiores

o seres inferiores, solo son seres viviendo sus experiencias, como ella, como sus
padres, como nosotros.
Sabe que cada uno de nosotros somos responsables de nuestra alma y que la
podemos destruir o bendecir, en cada uno de nosotros está el que nuestros actos
reflejen lo que queremos recibir, si somos seres de luz, de amor y de justicia, y
eso reflejamos al bendecir nuestra existencia, recibiremos las bendiciones de todo
la creación, pues estamos conectados por una extraña red energética que nos liga
y une, si bendecimos nuestra vida, bendecimos a la vida misma, si bendecimos a
nuestra alma, el alma superior de los siete macro universos es bendecida.
Por eso es importante hacerlo, no importa el cómo, importa la intención con la que
lo hagas, bendice a tu alma, bendice todo el alimento que le das a esa alma, ese
alimento no solo es la comida común de frutas, verduras, carnes, es también la
voz, el pensamiento, el accionar, el sentir, el ver y el escuchar, hoy estoy
agradecido con la vida por la experiencia, Sofia me ha enseñado mucho, ella no lo
sabe en su mente, su alma si, le agradezco y la bendigo, hagan ustedes lo mismo
con ustedes mismos, sus ancestros se lo agradecerán.

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