Incrementó consumo de drogas durante la pandemia

-Aislamiento, ansiedad y depresión generaron nuevos consumidores.

Por: Marina Vilchis Herrera.

H. Zitácuaro, Michoacán. – A pesar de que no existen cifras exactas al respecto, se calcula un crecimiento exponencial en el consumo de drogas, así como de nuevos consumidores, derivado de la pandemia del COVID-19 y el confinamiento, lo que representa grandes desafíos para el área de la salud.

Enrique Moreno Alanís, residente de psiquiatría infantil y de la adolescencia en el Instituto Nacional de Pediatría, dijo que, si antes de la pandemia se percibía un crecimiento de 30 por ciento en el consumo en diez años, sobre todo por niños, adolescentes y mujeres, ahora el porcentaje es mayor.

Señaló que definitivamente se ha visto un incremento en nuevos casos de patología mental en todas las edades y exacerbación de los síntomas que ya sufrían muchos pacientes. Hemos visto un aumento en el número de casos de depresión mayor, diversos trastornos de ansiedad e insomnio, así como consecuencias físicas importantes derivadas de la infección directa por el Coronavirus, como lo son fatiga crónica y dolor, lo que predispone de manera directa a presentar problemas de salud mental.

“La pandemia llevó al confinamiento y aislamiento a los enfermos que ya estaban en tratamiento o adición, exacerbó su patología e incrementó los problemas de salud mental, ansiedad, depresión, lo que orilló el consumo de sustancias y el surgimiento de nuevos consumidores”, informó.

Explicó Según datos recientes de la UNICEF y la OMS hasta un 21 % de niños y adolescentes han reportado síntomas de ansiedad y depresión a partir del inicio de la pandemia. Los intentos suicidas han ido en aumento en los servicios de urgencias de hospitales pediátricos, hasta 2.1 veces más.

Indicó que esto refleja varios factores de riesgo como lo son exposición a violencia familiar por el confinamiento, disfunción familiar, preocupaciones por la economía de la familia, presión parental por estudios virtuales, cambio en los hábitos cotidianos saludables, consumo de sustancias por parte de los padres, lejanía de amigos y familiares cercanos y duelo por fallecimientos de miembros de la familia secundario a la infección por Coronavirus.

“Hay mucha vulnerabilidad alrededor de las adicciones, que son un tema discriminado por distintas razones históricas, estigmas, economía. A pesar de que ya tiene tiempo considerándose un problema de salud mental y salud pública, es de las últimas que quedan en la distribución del presupuesto, a pesar de su precariedad en infraestructura y programas de atención”, señaló.

Moreno Alanís lamentó que, aunque desde hace más de diez años se conoce toda la patología de la enfermedad de las adiciones, cómo se desencadena, cuáles áreas cerebrales se involucran, qué se daña, se sigue manejando de manera descontextualizada y deficiente.

Consideró que es primeramente por desinformación o bien mala información respecto a la salud mental, derivado de creencias erróneas promovidas muchas veces por los medios de comunicación masiva, llámese televisión, plataformas digitales, radio o cine, así como por la falta de reconocimiento aún por parte del personal de salud que no se dedica a abordar patologías mentales, los cuales podrían representar la primera línea de atención y referencia de casos hacia un especialista para la intervención y tratamiento oportunos de estos pacientes. De igual manera, es de reconocer el poco presupuesto que se destina a la Salud Mental a nivel nacional, con menos del 2 % del presupuesto anual para sector salud.

“No se aborda como una enfermedad integral que requiere la intervención multiprofesional; no se aborda como una enfermedad del cerebro, sino que se sigue tratando como si fuera un problema de voluntad, una decisión de la persona, y no es así, pues intervienen factores neurobiológicos, psicológicos, de salud mental y social”, apuntó la especialista.

Precisó que si antes el consumo de droga se daba a los 15 años, ahora ya se da a los 11 o 12 años, y dijo que el primer encuentro que tienen los jóvenes con las drogas es con el alcohol y el cigarro, que puede derivar en el consumo de marihuana, la más consumida del mundo y, posteriormente, sigue el consumo de otras drogas.

“En el interior no se da el manejo integral y en equipo. La adicción es una disfunción cerebral que produce efectos y consecuencias en todos los entornos en la vida del ser humano, neurológico, neuropsicológico, emocional y conductual.

Reiteró que en su atención deben incidir varios profesionales. Las personas en esta situación deben de buscar ese abordaje integral, donde participe el psiquiatra, el psicólogo y el trabajador social en equipo. Necesitamos capacitar y actualizar a los centros”, expresó Moreno Alanís.

Por último dijo que se dificulta el acceso a la población más vulnerable a centros especializados, tratamientos farmacológicos y no farmacológicos específicos y programas de rehabilitación que de por sí son escasos en nuestro país

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