NIÑEZ INACTIVA

Por: Marina Vilchis Herrera.

Quedarse en casa más tiempo de lo normal, como parte de las medidas para protegernos del Covid-19, ha traído muchos cambios en el interior de las familias. Uno de ellos, muy preocupante, es el aumento del sedentarismo en los niños, así lo explica la psicoterapeuta Marlen Hernández Graciano.

A cualquier edad, la actividad física es uno de los pilares para mantener una salud óptima. Por el contrario, no moverse nunca o casi nunca aumenta el riesgo de padecer enfermedades y puede llevar a una muerte prematura.

En adultos, la inactividad es un factor de riesgo que va ligado a males crónicos, como presión arterial elevada, accidentes cerebrovasculares, diabetes, infartos o hipertensión arterial. Pero en niños y adolescentes es aún más preocupante, pues afecta el crecimiento y desarrollo optimo a nivel físico y mental, lo que impacta en su vida adulta. Estudios demuestran que los periodos prolongados de inactividad podrían causar cambios en la circulación de los niños pequeños, lo que podría incrementar el riesgo de padecer una enfermedad cardiaca. Otra consecuencia del sedentarismo son los problemas de salud mental, específicamente la depresión.

La Organización Mundial de la Salud recomienda que los niños y niñas de 11 a 17 años realicen al menos una hora de actividad física. Puede ser caminar, andar en bicicleta, andar en patines, correr o participar en actividades recreativas y juegos.

Los niños activos son niños felices, que al gastar energía haciendo ejercicio comerán mejor y tendrán un mejor descanso. En la actualidad es común pasar el tiempo libre frente a un dispositivo electrónico, la televisión o jugando videojuegos. Las clases pueden tomarse en línea, los trabajos se han vuelto cada vez mas inactivos, las compras están a un clic, incluso ya para trasladarnos poco se camina. Es necesario activarse.

La etapa prescolar es creadora de hábitos. Si los niños se acostumbran hacer alguna actividad física desde pequeños, seguramente serán adultos activos y saludables, de lo contrario, les costara mucho trabajo crear nuevos hábitos en favor de su salud.

Hernández Graciano señala que el lograr que los niños realicen ejercicios físicos, regularmente puede ser una tarea difícil para muchos padres. Podría haber una falta de motivación por parte de los niños, alentarlos a dejar su lugar favorito, por lo que tu responsabilidad sería, por supuesto, alejarlos de un televisor y participar en algunas actividades físicas. Algunas ideas simples para motivar a tu hijo a hacer ejercicio:

1.- Presta atención a lo que tu hijo quiere.

No todos los niños aman los deportes. Así que no presiones a tu hijo a realizar ningún deporte que no le guste. En cambio, averigua si hay algún tipo de actividad física por la que tu hijo haya desarrollado un gusto especial.

2.- Elige lugares que combinen ejercicio con aprendizaje.

Elige un ejercicio que combine fitness con aprendizaje. Esto te ayudará a ahorrar tiempo y los niños podrán disfrutar tanto del aprendizaje como del ejercicio.

3.- Reduce el tiempo en los dispositivos:

En estos días, los niños suelen estar sobrecargados de tareas, proyectos y diversas actividades escolares. Pero debes hacer un horario para que ellos puedan acomodarse a las actividades físicas. Para hacerlo, debes calcular cuánto tiempo emplearán jugando, viendo televisión o navegando por internet. En consecuencia, puedes reducir el tiempo de uso de tecnología y dejar espacio para ejercicios.

4.- No exageres.

Asegúrate de estar completamente al tanto de las necesidades de desarrollo y de las aptitudes físicas de tu hijo. No lo presiones a realizar actividades físicas en las que él o ella no puedan participar. El ejercicio y la actividad física no deben ser una carga para ellos.

5.- Procura estar en la naturaleza.

Convierte en un hábito sacar a la familia lo más a menudo posible. Una forma fácil de hacer esto es intercambiar una sesión de ejercicios en interiores con una al aire libre. Jugar en el patio o caminar alrededor de la cuadra motivará más a los niños. El ejercicio no sólo hará que todos se sientan mejor, sino que el aire fresco y la luz solar también mejoran el estado de ánimo.

6.- Asúmete como padre.

Los niños reflejan el comportamiento de sus padres. Cuando se trata de salud, es relevante tener en cuenta las acciones, comportamientos y creencias sobre la actividad física en el hogar. Si los niños escuchan a sus padres hablar de hábitos saludables como algún tipo de castigo por cierta indulgencia, su percepción de la actividad física sin duda se volverá negativa.

Las actividades físicas pueden tener muchas ventajas para los niños, desde el cuidado de su salud y motivación para tener una vida saludable, hasta el desarrollo de nuevas habilidades motoras, como el de buenos hábitos, fuerza de voluntad, consistencia y un gran sentimiento de logro al saber que están mejorando o disfrutando algún deporte.

Marlen Hernández Gracián Psicóloga

Previa cita: (715)13187-37.

Marlen.hdzg@gmail.com

C. Moctezuma Ote. N°29

Col. Cuauhtémoc C.P61506.

Zitácuaro Michoacán

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