Aguililla: Tierra de nadie, baños de sangre

Las imágenes, videos y hasta audios se han difundido en cuestión de minutos a través de las redes, desde aquel 14 de octubre. Un total oficial de 14 policías muertos fue el resultado de un ataque por parte del crimen organizado. Sin embargo, no es la primera ocasión y Aguililla es una zona donde desde hace décadas se ha señalado el riesgo que existe en la zona.

* LUNES NEGRO

Todavía no era ni el mediodía del lunes, cuando empezó a difundirse en redes la noticia de una emboscada, en la que se habia atacado con centenares de disparos  a elementos de la policía estatal de Michoacán.

La Fiscalía General del Estado refirió que 13 elementos resultaron muertos y tres más lesionados, tras el ataque a un convoy de la Policía Michoacán en el municipio de Aguililla. Sin embargo, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana informó que fueron 14 los elementos asesinados.

Los informes preliminares expusieron que esa mañana, sujetos fuertemente armados a bordo de varias camionetas, emboscaron a elementos de la Policía Michoacán, que habían recibido la orden del jefe regional en Apatzingán de realizar un operativo, para cumplir un mandato judicial en el municipio de Aguililla.

Mientras los policías circulaban por la comunidad de El Aguaje, de ese municipio de la Tierra Caliente, fueron atacados desde diferentes puntos por el grupo armado. Autoridades de seguridad confirmaron inicialmente a tres oficiales muertos, pero audios que se difundieron posteriormente, donde habló un elemento que sobrevivió al ataque, corroboró 14 muertos y tres lesionados.

Finalmente la Fiscalía General del Estado refirió que la cifra era de 13 elementos muertos y tres más lesionados y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana señaló que fueron 14. En el lugar del ataque el grupo criminal incendió dos de las cuatro patrullas en las que viajaban los policías.

En varias de las notas que surgieron del hecho, se hace mención de que los agentes se dirigian a detener a dos mujeres. Según versiones de pobladores de la zona, se trataba de gente muy cercana a Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho.

* EL DRAMA QUE SIGUIÓ

Tras la confirmación de los muertos en el ataque armado, siguieron los homenajes para los elementos, pero ahí empezó otra etapa aún más difícil de este hecho. Familiares y conocidos de los oficiales que murieron asesinados le gritaron “asesino” al gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, a quien lo acusaron de mandar a los policías “al matadero”.

“Los mandaste al matadero, iban desarmados, investiguen y verán que iban desarmados, no los adiestran, los mandan sin balas, sin armas, los mandan al matadero”, gritó Ofelia Medina Serrato, vecina de uno de los oficiales muertos.

Al reclamo se unieron varios familiares y conocidos de los policías, quienes exigieron justicia para los 13 policías que perdieron la vida, de los cuales sólo 8 estuvieron de cuerpo presente en el evento oficial, se trató de Edder Paul Negrete Trejo, Juvenal López Castolo, Maurilio Díaz Guillén, Marco Antonio González, Luis Ángel Carrillo Rojas, Arturo Jonathan Lechuga Guerrero y Reynaldo Villegas Álvarez.

Aunque en la emboscada también perecieron Gabriel Ángeles Catana, Pablo Sergio Reynel Murillo, Caín de Jesús Nazario, Pedro Cruz Flores, José Manuel Ponce y Luis Gerardo Peralta Pérez, sus familiares rechazaron el homenaje, pues aseguraron que sólo se trata de un acto para “tomarse la fotografía”. Trascendieron entonces las imágenes del funeral de uno de los elementos, donde se aprecia sólo el ataúd con los restos, la familia veló durante toda la tarde del martes a su ser querido para posteriormente darle cristiana sepultura.

Otra de las imágenes se ve el féretro de uno de los policías, originario de Irimbo, el cual descansaba sobre sillas, lo que desencadenó la molestia ciudadana. “Los Policías caídos en Aguililla, Michoacán, que murieron en cumplimiento del deber, todavía sufren en su velorio, pues su ataúd se encuentra sobre tabiques, ya que sus familias no pudieron trasladarse a Morelia”, escribió uno de los usuarios.

*EN EL PEOR MOMENTO

Durante su último informe de gobierno el mandatario estatal, Silvano Aureoles Conejo, mencionó que había sueldos de 32 mil pesos a integrantes de la Policía de Michoacán, el dato desató indignación entre integrantes de la corporación, incluso se amagó con manifestaciones. Posteriormente el gobernador aclaró el dato, mencionando que no se refirió a todos los agentes.

Este tema se reavivó junto con la indignación que genera, pues se detalló que uno de los sobrevivientes a esta masacre tenía un sueldo quincenal de 5 mil 161 pesos, el mandatario michoacano admitió que: “ Los compañeros policías vivían de su salario, al día, como muchas miles de familias”, pero al mismo tiempo pidió respeto para las familias de los agentes policiacos.

*PERO NO ES LA PRIMERA VEZ

Sin embargo, los episodios con este nivel de violencia no son ninguna novedad en esta zona de Michoacán. Si bien es cierto que en esta ocasión la rapidéz y la facilidad con la que se difunde información a través de los medios digitales, potencializaron el impacto de este hecho, no es ninguna novedad en esa área de nuestro estado.

Basta recordar que en noviembre de 2006, cinco elementos de la policía ministerial de Michoacán y un agente del Ministerio Público fueron emboscados y ejecutados cuando se dirigían a cumplir una diligencia en la comunidad de Dos Aguas, municipio de Aguililla, por al menos seis pistoleros que les dispararon en más de 600 ocasiones, con rifles AR-15, AK-47, HK-FAL 50 y pistola 38 súper.

El entonces procurador de justicia, Juan Antonio Magaña de la Mora, detalló que dentro de la camioneta pick up, propiedad de la dependencia, quedaron los cuerpos del comandante José Cardona Adame, los policías ministeriales Miguel Angel López Ortiz, Luis Porfirio Pacheco González, Jorge González Melgarejo y Alejandro Rico Morales, así como el del agente del Ministerio Público Roberto González Ayala.

En esos días Jaime Castro fungía como subprocurador regional de Apatzingán, e informó que los cinco policías ministeriales y el agente del Ministerio Público habían sido comisionados a Aguililla para investigar la desaparición de un joven, cerca de donde ocurrió la emboscada.

Apenas un mes después, también en Aguililla, el Ejército Mexicano se enfrentó a presuntos narcotraficantes, que resultó en un muerto, un herido y un cómplice que logró escapar.

Ese diciembre de 2006, fue cuando inició la llamada “Guerra contra el narcotráfico”, emprendida por el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa, la misma que ha sido duramente criticada por sus resultados en violencia.

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