Opinión

Alfonso Martínez: ¿Obsesionado con el poder?

El camino por la gubernatura de Michoacán, que se renueva en 2021, ha iniciado y un nombre que ha tomado protagonismo en esta carrera es el de Alfonso Martínez Alcázar. El cual, desde 2015 ha sonado más a nivel estatal, pero su búsqueda por los cargos de mayor jerarquía raya en la obsesión entre múltiples intentos y las estrategias a seguir.

Y a pesar de que los errores en su administración local han resurgido, él sigue ‘apuntado’ para ocupar el solio de Ocampo.

Este ex panista se convirtió en el primer candidato con registro independiente en ganar una elección para alcalde en la historia de Michoacán, luego de dejar al Partido Acción Nacional, donde había militado por 22 años.

Esa historia de su triunfo en Morelia podría parecer ejemplar, pues apenas un año antes de la elección, Martínez  Alcázar había renunciado al partido, acusando que en los procesos internos de selección de candidatos blanquiazules “había un cochinero”.

Cuando Martínez Alcázar renunció a su militancia panista, era el presidente de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, pero no confirmó su intención de participar como candidato independiente.

Llegó el proceso electoral 2015 y finalmente realizó sus trámites para ser candidato independiente, lo cual logró con algunos esfuerzos.

Su campaña se basó en despotricar en cada evento en contra de los partidos políticos y asegurar que la política era posible sin sus estructuras y estrategias.

 “Este tipo de candidaturas (independientes) reflejan la evolución de nuestra democracia y brinda a los ciudadanos nuevas y diferentes opciones de gobierno”, dijo en alguna de las tantas entrevistas que dió hasta a medios de otros estados en aquel entonces.

LA TERCERA ERA LA VENCIDA

Ese discurso contra los partidos, no era sólo sustentado en esas declaraciones lanzadas en su renuncia al partido, sino también en los dos intentos por ser alcalde que ya tenía como antecedente.

El primero de ellos fue en 2008, cuando con apenas 33 años de edad el PAN Michoacano apostó por él, que era entonces diputado local de la LXX Legislatura, para intentar vencer al priista Fausto Vallejo Figueroa, pero claramente fue derrotado en las urnas.

Para el año siguiente, en la renovación del congreso local, nuevamente ocupó una curul, después de hacer campaña con la ex taekwondoina Iridia Salazar como su suplente.

En 2011 una vez más intentó ser el abanderado blanquiazul para competir por la alcaldía, pero en esa ocasión se interpuso en su camino Marko Cortés Mendoza y tras una fuerte pugna interna, Martinez Alcazar cedió el paso a Cortés, quien sería vencido por el priista Wilfrido Lázaro Medina, a pesar de que se repitió el proceso.

Para la elección del 2015, la historia ya se mencionó en párrafos anteriores, y así fue como finalmente llegó a la alcaldía moreliana.

DECEPCIONANTE PASO POR LA ALCALDÍA

Al llegar a la alcaldía, después de una campaña de desprestigiar a partidos políticos, prometer un apolítica diferente en el gobierno municipal y hasta advertir que buscaría castigos por las obras con irregularidades en la capital del estado, su paso por la administración local fue muy diferente a eso.

Su triunfo como independiente había generado incluso la atención a nivel nacional, al ser de los primeros alcaldes sin partido que ganaban una elección, y al mismo tiempo generaron expectativas que poco a poco decayeron

Los procesos por irregularidades, como las de la obra de renovación de la Calzada Juárez al sur de Morelia, nunca llegaron.

Los casos de nepotismo, con la inclusión de sus familiares en la nómina municipal, se descubrieron.

Las obras a altos costos nuevamente se hicieron presentes en su administración, evidenciando que la política independiente parecia no ser tan diferente como aseguró.

LA BÚSQUEDA DE LA GUBERNATURA: SU PRIMER AUTOTRAICIÓN

Situaciones como las recién expuestas y otras tantas más le cobraron factura a Martínez Alcázar, que no tuvo el panorama esperado para buscar la gubernatura, por lo que optó por reforzar su imagen con un segundo periodo como alcalde, pero el voto ya no le favoreció.

El proceso electoral 2021 parecía lejano entonces, así que se empezó a fraguar una nueva opción: crear su propio partido político.

En 2019 Yankel Benítez y Antonio Plaza Urbina, ex funcionarios durante la administración de Martínez Alcázar, presentaron una solicitud para crear un nuevo partido político en Michoacán.

Pero la solicitud se rechazó, con el argumento de que para solicitar la conformación de un partido político estatal debe solicitarse en enero, posterior a la elección de gobernador inmediata anterior; es decir, debió haberse presentado en enero de 2016, o esperar hasta enero de 2022.

Aunque meses después se reconsideró esa decisión de los tribunales electorales y se dio luz verde para las solicitudes de nuevos partidos políticos, pero este no se ha concretado y los impulsores en el papel de este nuevo partido han rechazado que Martínez Alcázar vaya a ser su candidato.

LA NUEVA SORPRESA

Durante la semana que termina, trascendió en los medios locales una alianza entre el Partido de la Revolución Democrática y el Partido Acción Nacional para tomar a Martínez Alcázar como su candidato a la gubernatura, para el proceso electoral de 2021.

Incluso se destaca que por parte del blanquiazul, es su ahora dirigente nacional, Marko Cortés, quien apoya a Martínez. Sí,  aquel que en 2011 le arrebató la candidatura panista por la alcaldía, ahora lo arropará.

Antes se había especulado que Movimiento Ciudadano integrarían a sus filas a Martínez Alcazar, pero no se concretó.

Ahora esta posibilidad, de que el ex alcalde “independiente” sea postulado por una alianza de partidos políticos, toma fuerza, aunque no se ha confirmado por parte de ninguno de los institutos políticos.

LA SOMBRA DE SUS ERRORES

Pero en medio del revuelo que se causó con su posible perfilación a la gubernatura, también hicieron ruido las secuelas de la administración municipal que él encabezó.

El ex alcalde fue llamado a comparecer ante la Auditoría Superior de la Federación (ASF), con el motivo de que aclare presuntas omisiones y malos manejos de fondos de obra durante su administración.

Mediante un apercibimiento publicado en el Periódico Oficial de la Federación, del dos de junio de 2020, se le invita a declarar, luego de que se les imputan diversos malos manejos.

Entre esos cargos, la ASF acusa al ex presidente de no corroborar si el terreno para obras deportivas era propiedad del Ayuntamiento, el Gobierno de Michoacán o de algún particular.

Además de que se acusa al ex alcalde de no realizar las retenciones de impuestos de estas obras, por un monto de 386 mil 773 pesos.

Pero el ex alcalde se dice tranquilo a pesar de estas investigaciones por parte de la ASF, pues se trata de procesos normales de revisión.

Las aspiraciones de Martínez Alcázar no ceden y podría pasar lo mismo que con su búsqueda por la alcaldía, en la cual recurrió a todo tipo de estrategias, dejando en evidencia una obsesión por el poder ¿Será eso lo que Michoacán necesita?

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