Angamuco (Despertar Poético)

Angamuco

El descubrimiento de vestigios de nuevas ciudades pone en predicamento el conocimiento de la historia, tal y como la conocemos al día de hoy. ¿Por qué afirmamos esto? Porque la historia de estas ciudades está ligada a los sucesos naturales que les preceden. Aunque muchas de ellas las clasifiquen dentro de los periodos preclásico, clásico y postclásico, los indicios señalan que su ocupación fue mucho antes, debido a las historias o mitos que aún se conservan; por ejemplo, la ciudad descubierta en el departamento de Petén, Guatemala, se observan antiguas casas, edificios, obras de defensa y pirámides, campos agrícolas y canales de irrigación, muestra de una cultura madura, avanzada técnica y arquitectónicamente, y que repentinamente desaparecieron.

Según el estudio realizado por un equipo multidisciplinario, en esa región debieron habitar cerca de 10 millones de personas, lo que significa traspalándolo a la actualidad, que se requería de una industria de alimentos como la actual. Para descubrir estas ciudades se utilizó una técnica cartográfica conocida como LiDAR, que trabaja por emisión de luz, que hace rebotar un rayo láser en la tierra, lo que permite leer los contornos ocultos en el follaje, demostrando que los mayas alteraron el paisaje de una forma mucho más amplia de lo que se pensaba, se observan áreas cultivables en un 95% de la tierra disponible.

No es extraño pues para los estudiosos la existencia de civilizaciones enterradas o inundadas, que señalan la continuidad de la civilización cíclicamente, y que la civilización que ahora tenemos tendrá que pasar por ese periplo, de fenecer para dar paso a las siguientes. Dentro de las ciudades más famosas que están inundadas, está la Atlántida, descrita por Platón en los diálogos Timeo y Critias, y aceptada cada vez más por los historiadores, conforme la técnica y tecnología está avanzado y se están descubriendo restos de otras que también aparecían en los relatos verbales.

Otro ejemplo, es la historia de la “Isla de Atlas”, que desapareció de un día para otro, presumiblemente por un desastre natural. Teoría bastante acercada a la realidad, pues muchas desaparecieron del mapa por ello, y otras fueron abandonadas a causa de los mismos desastres naturales y después enterradas por el polvo acumulado por los años de abandono.

De las ciudades encontradas por los investigadores tenemos la ciudad del Golfo de Khambhat, en la India, donde oceanógrafos del Instituto de Tecnología Oceánica descubrió por casualidad a 36 metros de profundidad, los restos de una gran ciudad perdida, de 8 kilómetros de largo, por más de 3 kilómetros de ancho. Durante varias expediciones lograron recuperar material de construcción, cerámica, esculturas, huesos y dientes humanos, que fueron sometidos a la técnica del carbono 14, determinando que esa ciudad tenía una antigüedad de 9000 años, más de los 6300 años que señalan los conspiradores es el ciclo de las civilizaciones entre catástrofe y catástrofe.

Si estos datos son correctos, está sería una de las ciudades más antiguas del planeta, y debió pasar la segunda era de hielo antes de sumergirse. Situación que la acerca más a que esa edad de hielo fue la que la hizo desaparecer, aunque podría haber sido el conjunto de eventos tal y como se está presentando ahora: grandes heladas, calores extremos, erupciones volcánicas, huracanes, tsunamis y sismos.

Todos estos sucesos modificaron, las ciudades pues podrían tener muchos miles de años más, ya sea uno o más ciclos de 6300 años, tenemos ejemplos como Harappa, Pavlopetri, ubicada en la costa sur de Grecia en Laconia, considerada hundida en el año 1000 A.C., y que estuvo habitada en el 5mil A.C. cercano también al ciclo de 6300 años del evento catastrófico cíclico de la tierra, descubierta y mapeada, en 1967 por Nicholas Fleming, o la ciudad de Port Royal o puerto Real, en Jamaica, base pesquera que se hundió en 1692, debido a un terremoto, o la ciudad hundida en el lago Titicaca, ciudad más alta perdida en las profundidades de las aguas, este lago mítico funda la cosmogonía incaica. Allí existe el templo sagrado con una antigüedad de 1500 años, con rasgos pre incaicos, atribuidas a la gente de Tiahuanaco, aun no se sabe la razón de su hundimiento.

En la india existe otra ciudad inundada, mencionada en el Mahabharata, decía “El mar, que había estado golpeando la orilla, de repente rompió el límite que le impuso la naturaleza y se precipitó contra la ciudad, corría por todas las calles de la hermosa ciudad llamada Dwarka, en pocos segundos el mar cubrió toda la ciudad, en pocos minutos, todo había terminado, y el mar se volvió plácido como un lago, no había rastros de la hermosa ciudad, que había sido el lugar predilecto de los Pandavas, ahora era un simple recuerdo”. Así podemos enumerar las miles de ciudades que conocemos su existencia por los rastros visibles y los cientos de ellas que se están descubriendo actualmente.

Y con ayuda del LiDAR, en México, en el estado de Michoacán, en la zona volcánica central del imperio Purépecha, presumiblemente de alguna cultura anterior a esta, se descubrió la ciudad antigua hoy conocida como Angamuco, mencionada en la tradición oral de la región y de la cual existen algunos vestigios que no fueron alcanzados por los efluvios de los volcanes. Se presume que llegó a ser la más grande del país, o del reino existente, casi tan grande como lo es ahora Manhattan.

A sólo media hora de la ciudad de Morelia, sobre terreno accidentado, se empezó la exploración. Se calcula que tardarán una década en explorarla con métodos tradicionales, en 2011 se le aplicó el LiDAR y los resultados arrojan que Angamuco se extiende por 26 kilómetros cuadrados, cuenta con un gran centro, miles de pirámides y plazas abiertas, que se agrupan en 8 áreas, en un solo kilómetro cuadrado se pueden encontrar 1500 restos arquitectónicos; es decir, cerca de 40 mil cimientos de edificaciones. Si bien la cultura purépecha tiene pocas ciudades antiguas, las conocidas no tienen ni siquiera señales de haber sido grandes imperios o ciudades como la relación de Michoacán señala.

Lo que si podemos identificar, es que el hombre ha habitado la tierra mucho más allá del nacimiento de Jesucristo, de Buda, de Zoroastro, el hombre mismo se pierde en la historia de sí mismo, las ciudades aparecen conforme se revuelve el polvo que las tapa o se drena el agua que las inunda. Lo que puede pasar es que en determinado momento que empecemos a descifrar el verdadero origen del hombre en el tiempo de la tierra, el hombre tienda a morir nuevamente para dar paso a una nueva civilización, que dentro de 6 mil años estará descifrando nuestra forma de vida.

 

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