Capitán VIII. Loas al mundo compartido (Despertar poético )

Capitán VIII. ¡Loas al mundo compartido!

Los elegidos por Kukulcán están siendo encaminados hacia la nueva arca, a lo lejos ven compungidos como el común sigue su vida como si los presagios le fuesen extraños, se elevan a un cielo azul, lanzando canticos a los dioses que morirán en la memoria del común, despidiéndose del común que morirá sin el apoyo de sus dioses ni de sus sacerdotes, la memoria viva se va hacia los confines del universo, a la espera de la señal que los lance de regreso a crear nuevos dioses, nuevos adeptos y retomar la nueva idea con la nueva raza, la quinta raza que dará origen al fin de la vida humana en la tierra.

  • Loas al mundo compartido

Raza Anunnaki, principio del ser supremo,

Origen del hombre y del mundo conocido,

Yuxtapuestos a los dioses del mundo terreno,

Alianza simbiótica a seres de luz y olvido.

 

¡Hombre!, Apura la copa que el ciclo cierra eterno,

Sin lágrimas de partida,  ni mirar hosco,

Despide el ego, despide lo terreno,

Que en el limbo solo justicia busco.

 

Vida dame una elegía, hombres abajo, lloren,

Es lo único que quedará en nuestro recuerdo,

Sabernos queridos, mientras nuestras almas ascienden,

Sabernos eternos entristece, morir no puedo.

 

Hombres, desaparecerán, eleven plegarias,

Los destinados a la trascendencia las necesitamos,

Ustedes desaparecerán físico entonando arias,

Los dioses reinaran en las piedras, son amos.

 

Es un final escrito, no busquen alternancia,

Cumplimos nuestra misión,

No es maldición, es ciclo, vida en perseverancia,

Retorno al vientre etéreo, la visión.

 

Compartimos un lugar en el universo,

Materia, espíritu y soplo divino,

Somos seres universales con el perverso,

 

El mundo muere en nuestra mente,

Nosotros moriremos en la mente del hombre,

Los dioses tendrán su propia muerte,

Nosotros moriremos en la tierra del hombre.

El camino es difícil, compartimos la ruta,

Compartimos destino, compartimos la tierra,

Compartimos los genes, somos almas eternas.

Itzaes ¡despedid a sus dioses, load a la tierra!

 

Esperen la venida de los maestros,

Los que los salven de la ignominia,

Esperen cautelosos, signos nuestros,

Llegaremos cuando despuente nuevamente el día.

 

Seremos los mismos más cultos,

Aleccionados por los dioses del universo,

Crearemos la nueva lejos de insulsos,

Con el tercer ojo haciendo esfuerzo.

 

Hombres de esta raza, ¡load, load!,

Verter el icor cual abono a la tierra,

Compartan su espíritu al poderoso, confiad,

Seamos unos que universo nos quiera.

 

Lanzamos los rayos de luz,

Lancemos las ideas al infinito,

Esperemos ojo de Horus y baja testuz,

Al espíritu renovador de doctrinas incito.

 

 

Continuara… ¡El Camino final!.. Los elegidos por Kukulcán recorren el camino que los lleva hacia el templo de los dioses sin nombre.

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