Opinión

Cuarto Poder… 100 días >Waterloo

Etelberto Cruz Loeza

“PERRO QUE LADRA, NO MUERDE”. REFRÁN POPULAR

Se cumplieron los llamados 100 Días de la administración de Donald Trump, como 45° presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, el país, integralmente, más poderoso del mundo, por el momento. (Acaso, en una o dos generaciones la cultura y poder de los chinos, o de los árabes lo desbanquen, pero esa es otra cosa y otra teoría). Usó en nada el 6.84% de su mandato.

El titular de la Oficina Oval de la Casa Blanca, a partir del primero de mayo dejó, formalmente, de contar con el Bono Democrático que lo llevó a ese poder – estúpida, estérilmente gastó esa magnífica pólvora en infiernitos – .

Aquí en el siguiente espacio escriba lo que usted considere que son hechos materiales, políticos, jurídicos, etc., o promesas de campaña cumplidas, en estos 100 días del estar al frente de ese gobierno:

Así es, nada, afortunadamente para nuestro país.

Siendo objetivos y realistas, ¿Qué se podía esperar de una persona que jamás de los jamases había participado en política política, y sí en empresas y en espectáculos televisivos, que nunca había ganado una elección ni de concejal, ni de representante, ni de…? ¿Qué, de un negociante cuyos píes estaban colocados en el sector inmobiliario, resorts y campos de golf y en los reality shows? ¿Qué esperar que produzca una persona considerada, en Washington como arribista en la política, con total desconocimiento de la política y de los círculos políticos del Senado y de la Cámara de Representantes, del círculo de militares, de la política exterior y de los múltiples intereses y compromisos de, y con, los factores de poder de los Estados Unidos?

Lo que se está viendo: nada y sí caos, confusión y más división.

Internamente – en Estados Unidos -: desconcierto, confusión y hasta división, aun mayor que la mostrada por la forma como se concentró y dispersó la votación el 8 de noviembre. Los históricamente olvidados y que votaron por él, se están enterando que fueron utilitariamente manipulados y que, muy difícilmente, les cumplirán las promesas de campaña; que despertaron sus miedos, temores y sus deseos hegemónicos del perfil belicoso norteamericano por un lado y por el otro, Donald Trump, está fortaleciendo el espíritu segregacionista de la raza blanca que podría ser en unos 15 años, la minoría más grande en el pueblo y sociedad norteamericanos; por lo visto hasta el momento, Donald Trump es un KKK del siglo XXI; está cerrándose a todas las minorías, entre ellas a la más grande, la latina y, particularmente, a la que tiene profundas e históricas raíces en la conformación actual del mosaico social norteamericano: la minoría mexicana; abrió una trinchera bélica con los grandes medios masivos de comunicación: las cadenas periodísticas tradicionales – impresas y electrónicas -, acusándolos de traidores y responsables de todos los demonios sueltos en suelo y aire norteamericanos, particularmente de las famosas noticias falsas (fake news); carece del control de su partido – el old party, el Republicano- y eso que, como efecto inmediato de la elección del 8 de noviembre el Republicano tiene el control mayoritario de las dos cámaras de su poder legislativo; ni aun así pudo obtener los votos necesarios para cambiar el sistema de salud y quitar el Obama Care y poner el suyo prometido en la campaña; TODOS sus decretos – órdenes – presidenciales fueron detenidos por jueces federales: contra la inmigración de ciudadanos de países árabes, la supresión de fondos federales para las ciudades santuarios, la construcción del muro en la frontera con nuestro país – los propios representantes y senadores republicanos le negaron el presupuesto y le cerraron la posibilidad de realizar, con ese fin, reducciones-recortes a los presupuestos; además, las instituciones de justicia nacionales le vetaron las propuestas a cargos ejecutivos, como el del Fiscal General de la República o, bien, le renunciaron o les pidió su renuncia porque estuvieron en desacuerdo con sus palabras, lo que indicaba que no cubrían el perfil deseado: alinearse a sus palabras; finalmente, le fue muy difícil conseguir el cierre de gobierno – presupuesto 2017, sobre un plan de gastos hasta el 30 de septiembre -(debió efectuarse una acción legislativa, legal, para ampliar el plazo de presentación-entrega hasta el 5 de mayo próximos), negociado y afinado entre demócratas y republicanos – mostrando que carece de oficio=experiencia política y de cabilderos=operadores político legislativos; como complemento su promesa de reforma fiscal y/o legislación impositiva aplicable en la frontera, fue eliminada por ser inefectiva, inmoral y contraproducente para los intereses económicos norteamericanos.

En otras palabras, a pesar de contar con fuerte respaldo electoral es un presidente acotado, disminuido, limitado, como no había sucedido jamás en el pasado: ni con Lyndon Baines Johnson, ni con Richard M. Nixon, ni con Gerald Ford. Se ha llegado a pensar que el partido Republicano, sabía que con sus mismas caras-líderes no ganaba la presidencia, por lo que necesitaba una cara nueva y aceptó a Donald Trump, pero condicionó-propuso a Mike Pence como vicepresidente y ésa fue, y es, su carta fuerte para la presidencia, pues a Donald Trump podrían obligarlo a renunciar aplicándole el temido impeachment por el total de gazapos cometidos en estos 100 días napoleónicos y los que se acumulen en el futuro inmediato. Para mí tiene 5 meses.

¿Con nuestro país? Varios han sido los puntos agresivos de su desafiante-agresiva diarrea verbal: A.-La construcción del muro: Ya sabe que no lo construirá por estas razones. 1° Política, social, geográfica, laboral, económica y jurídicamente, es contraproducente. Le están probando que el desempleo en los Estados Unidos no es por los migrantes mexicanos y sí por el desarrollo tecnológico y modernización-actualización de la planta productiva y de servicios. 2° El narcotráfico no es causado, única y mayoritariamente, por los migrantes mexicanos y sí por la demanda del enorme mercado de narcodependientes, mafias, familias, pandillas y empresas norteamericanas que operan en SU TERRITORIO Y LO CONTROLAN. B.-El Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Que Estados Unidos se saldrá, que lo modificará unilateralmente, etc., todo, pero todo, finalmente, quedó en pura palabras intimidatorias: El pasado jueves 27 de abril, los tres mayores Ejecutivos de los países (Justin Trudeau, Primer Ministro de Canadá, Donald Trump, presidente de los Estados Unidos y Enrique Peña Nieto, presidente de México, se declararon listos para actualizar el TLC.

En lo particular, el TLC confirmó el cambio de la política pública industrial y comercial de nuestro país, operado desde la administración de Miguel de la Madrid Hurtado. Si los presidentes anteriores al colimense sostenían como estandarte de la industrialización=progreso=desarrollo la sustitución de importaciones, con el TLC, de Carlos Salinas de Gortari, salió más barato importar que producir y le dieron en la madre a nuestra naciente y pujante industria, convirtiendo a nuestro país en productor-emisor de mano de obra regalada y en un ejército de maquiladores y ensambladores: neocolonización pura y globalizada.

Política exterior. Trump no ha roto lanzas con Inglaterra, Francia y Alemania. Ni con Israel, ni con Japón ni con los países árabes productores de petróleo, que son de su órbita, menos con Rusia que es su cuate. ¡Imposible! Trump=USA es un Tiranosaurio y de un coletazo haría papilla a Corea del Norte, pero se cuida muy bien de China, su real y futuro enemigo.

¿100 días? Igual a nada.

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