Opinión

Desaparecidos: entre contradicciones e incertidumbres


Por: Esteban Patricio M.
La problemática de personas desaparecidas en Michoacán se agudiza, y no sólo porque
crece la cantidad, sino porque se añaden problemáticas de incertidumbre y contradicciones
alrededor del drama que viven los familiares y amigos, que no saben dónde están sus seres
queridos.

LA SITUACIÓN DE MICHOACÁN


En octubre de 2021 se dio a conocer que Michoacán se ubica como la tercera entidad con
más registros de personas desaparecidas del país, de octubre de 2020 a octubre de 2022
se registraron 952 casos, de acuerdo al Censo de Seguridad Pública Estatal del Instituto
Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).


Janahui Paredes Lachino, una de las fundadoras del Comité de Familiares de Personas
Detenidas Desaparecidas en México Alzando Voces, señaló que con la información que han
recabado desde 2009 se ha constatado que, en el caso de las desapariciones forzadas,
autoridades y policías estatales, seguidos de federales, militares y policías municipales,
participan en las desapariciones.
La activista ha declarado que anteriormente los desaparecidos eran principalmente
activistas, estudiantes y guerrilleros, pero tras el embate contra los grupos de la
delincuencia organizada que encabezó el gobierno federal del michoacano, la desaparición
fue un fenómeno más amplio y más común.


El pasado 19 de mayo la presidenta de la Comisión de Seguridad y Protección Civil del
Congreso del Estado y diputada local del Partido Verde Ecologista de México, Margarita
López Pérez, reconoció que al menos 20 cuerpos son encontrados en Michoacán en fosas
clandestinas cada mes.


Además, recalcó que dicha cifra no quiere ser reconocida por las autoridades, dado que
Michoacán se encuentra entre los primeros cinco lugares en desaparecidos.
“Esto va en aumento. Simplemente ahora que hicimos muestras de ADN, en Sahuayo,
Zamora y Zacapu, fueron más de 480 personas. Tuvimos que pedir más reactivos para que
se les hiciera las muestras de ADN. Es muchísimo el incremento de gente”, mencionó.
“Se requiere dotar a los elementos para poder ubicar el ADN de las víctimas, porque
lamentablemente este tema va en aumento. En Michoacán estaremos entre los primeros
cinco lugares de desaparecidos”, precisó.


EL DESCONTENTO INCONTENIBLE
Macario Monje González, es un joven de 15 años de edad, originario del municipio de
Coahuayana, en el último rincón de Michoacán, antes de llegar a Colima.

Él fue privado de su libertad el viernes 20 de mayo, cuando se trasladaba a Tecomán,
Colima, en compañía de su padrino, Omar Aguilar Mendoza, con quien trabajaba en una
funeraria en Coahuayana.


En un punto entre las localidades de Zanja Prieta y Cerro de Ortega, municipio de Tecomán,
fueron interceptados por hombres armados, Macario logró marcarle a un tío para avisarle
que habían sido interceptados por unas personas en la carretera de la cabecera municipal
de Tecomán a Cerro de Ortega, pero después ya no supieron de él y su padrino.
El pasado 25 de mayo, habitantes de esa región bloquearon el puente que comunica a
ambas entidades, con la exigencia de que el adolescente aparezca con vida. Los
manifestantes interrumpieron la circulación por esa carretera con una barrera de llantas,
donde se colocaron portando cartulinas de diversos colores y una gran manta con la
leyenda: “Todos somos Macario”.


El bloqueo se prolongó al menos por dos días hasta el cierre de esta edición, la madre de
Macario se dijo consciente de las afectaciones por el cierre de la carretera que comunica
dos de los puertos más importantes de la costa del Pacifico.


También el pasado 20 de mayo Fernanda Mendoza y Cinthia Bautista, esposas de Rayan
Franco Cárdenas, empresario aguacatero, y de Luis Fernando González Cárdenas,
trabajador de la Comisión Federal de Electricidad, respectivamente, abordaron a los
gobernadores de Michoacán y Jalisco, Alfredo Ramírez Bedolla y Enrique Alfaro Ramírez.
Después un mes de que solicitaron la intervención de los gobernadores para la búsqueda
de sus seres queridos, lograron acercarse a ellos previo a un evento de seguridad que hubo
en Morelia.


Solo así los dos gobernadores se comprometieron a dar seguimiento a los casos de estos
desaparecidos.


LA CONTRADICCIÓN
También durante esta semana la diputada Margarita López Pérez, integrante de la Comisión
Especial de Investigación y Combate a la Desaparición Forzada de Personas y los
Desplazamientos Forzados, acusó que en Michoacán los municipios de Tepalcatepec,
Aguililla y Zamora, son lugares vetados para la búsqueda de personas desaparecidas, en
donde los colectivos y familiares que realizan estos trabajos tienen prohibido ingresar.
Ella es integrante de colectivos de búsqueda, pues su hija Yahaira Guadalupe Bahena
López desapareció el 13 de abril de 2011 a los 19 años.


Reveló que a principios de mes, durante una búsqueda en Lázaro Cárdenas, junto con
familiares de desaparecidos fueron recibidos a balazos, por lo que se les evacuó a la Base
Naval para protegerlos.
Días después el fiscal del Estado, Adrián López Solís, rechazó estas declaraciones y
aseguró que no hay “zonas de silencio” en la búsqueda de personas desaparecidas y la

Fiscalía General del Estado puede entrar “a todos los lugares” del territorio estatal cuando
una investigación lo amerite.
“A todos los lugares podemos entrar, la diferencia es en función del momento, la coyuntura
de riesgo, las circunstancias, la hora incluso y el lugar; todo ello obliga a utilizar estados de
fuerza más acordes, y cuando acompañamos a los colectivos va personal pericial, va
personal de policía y en ocasiones también nos presta el apoyo la Guardia Nacional o el
Ejército, la Policía Estatal”, expuso.


Las desapariciones en la entidad parecen ser un callejón sin salida, entre la
confusión de lo que dicen los activistas y lo expuesto por autoridades.

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