Despertar de la tierra

El cinturón de fuego en su nueva etapa

Parece que fue ayer cuando publicábamos que el cinturón de fuego del pacífico se estaba activando, decenas de volcanes entraban en erupción casi simultáneamente, uno tras otro, algunos causaron daños a la forma de vida del hombre, otros no, por estar lejos de los núcleos urbanos. Los sismos empezaban a manifestarse también con demasiada frecuencia, el mundo estaba girando muy rápido, los acontecimientos funestos se sucedían uno tras otro, y empezamos a sospechar del fin del mundo, al fin que, al cabo, Nostradamus tiene para todos los años y en alguno debemos coincidir.

 Así, veíamos en los diarios, en las redes sociales o en los televisores, que el mundo estaba siendo sometido a mucha presión energética y que esta tendría que ser liberada de alguna manera, al menos en esos días, las erupciones volcánicas, y los movimientos sísmicos (corría el año 2017). Hoy, a casi cuatro años de aquellos eventos, el cinturón de fuego se vuelve a activar, en el lado opuesto al de 2017. En aquellos días, los sismos y volcanes más activos estaban en el continente americano, hoy, la zona más activa en la sola de islas de Filipinas, Indonesia, Nueva Zelanda y Kamchatka, esta nueva etapa sabemos, por cómo se han comportado las cosas, que va a ser más violenta y afectará a más personas cada vez, y no es por la violencia en sí misma producto de los sismos y volcanes, es porque el hombre ha sobrepasado su población.

 Está tan poblado el mundo, que estamos acercándonos a todas las áreas de riesgo, como cerca de volcanes, en zonas sísmicas, en zonas de avalanchas o zonas inundables. Sabemos también que, si efectivamente los polos continúan derritiéndose, en determinado momento nos quedaremos sin las costas que conocemos, el mapa se modificará. Lo mismo pasará con los volcanes que están despertando y los que tienen continuidad, como el Etna y el Popocatépetl. El hombre debe poner un alto a su poder invasivo, no solamente se pone en riesgo, pone en riesgo a todas las especies, a donde quiera que va, construye fronteras, construye viviendas, construye emporios agrícolas expoliando todo a su paso.

 Si, vemos que para construir una casa se requiere eliminar un pequeño espacio natural, dejándolo como erial, que de alguna manera va a ser taponado y muerto por la existencia misma de la casa, y cuando empiece a trabajar las tierras para el cultivo, principalmente el monocultivo, terminará con todo el ecosistema de la misma tierra, provocando una oleada de violencia hacia el mismo hombre, porque los animales se irán, muchos morirán con el cambio de suelo, los grandes animales modificarán sus recorridos, serán privados de agua porque se usará para el cultivo, se contaminarán aire, agua y tierra, ese es el legado del hombre que paga por querer crecer y ser el poseedor y dueño del mundo. Si el hombre mismo no acepta que su progreso es la decadencia de la demás creación, jamás entenderá que él es el culpable del deterioro de su propia vida.

 No es un árbol el que se va, es un mundo que muere con él, un árbol es el universo de miles de especies de insectos, hongos, aves y el propio ecosistema del árbol, la propia vida. Esa energía que se elimina debe ser sustituida por algo más. El hombre ya no es suficiente, debemos parar el crecimiento demográfico, debemos parar el ecocidio, debemos regularnos y vivir en zonas de menor riesgo. La especulación no nos ha dado buenos resultados como especie, aunque los que viven de eso digan lo contrario, sabemos que, dentro del mundo del dinero, les son rentables, pero en la vida misma nos es desfavorable.

Como quiera que sea, la tierra seguirá moviéndose hacia la dimensión que necesita para equilibrar sus energías y poder seguir subsistiendo, si atendemos a Schumann, entraremos a una quinta dimensión, que aún no dimensionamos, ni identificamos como tal, pero que los efectos se están sintiendo en muchos sentidos, uno de ellos es la necesidad inmensa que tienen muchos seres de empezar a conocer información fuera de lo común, fuera de la academia, información personal, el conocimiento del sí mismo, de la espiritualidad muy por encima de la ciencia. Muchas personas ya están experimentando ese cambio, las religiones están siendo relegadas a un segundo plano, las generaciones que seguían dogmas se están yendo, y pareciera lógico ¿Cómo explicar todos los fenómenos? Si la ciencia no ha alcanzado a explicarlos, porque tienen que ponerse de acuerdo en todo lo que deben de expresar, mientras que la explicación espiritual no exige demasiada cuadratura.

 La ciencia podrá decirnos que los sismos, las erupciones de volcanes, los huracanes y los cambios de clima son producto del reacomodo de placas tectónicas o de liberación de energía o de cambios en los climas, pero eso solo es consecuencia de algo más grande, algo que solo puede ser expresado desde la espiritualidad, que al final de cuentas la espiritualidad y la ciencia no están separados, solo se explican desde dos puntos distintos. Cuando los orientales señalan a la ley del karma, dicen lo mismo que Newton, a una acción le corresponde una reacción, en la espiritualidad, la semántica es distinta, pero con los mismos resultados, dice que todo acto tiene consecuencia, y es lo mismo, la consecuencia es directamente proporcional al acto, ¿Qué acto hemos cometido para que tengamos las consecuencias que tenemos?

Hablando del despertar nuevo de los volcanes, no lo sabemos aún, pero podemos especular, al final la ciencia también lo hace, aunque mencione que sigue un método, podríamos especular desde la espiritualidad, sí, que la tierra corre rauda hacia la quinta dimensión, sin que tengamos que comprender cómo pasaría por la cuarta, solo tener fe en que la energía se mueve y que nos lo demuestra haciendo los días más cortos… esto, a algunos les suena a mera charlatanería, pero hemos visto como la charlatanería de los ochenta, de los noventa, se está convirtiendo en ley. Schuman era olvidado, hasta que el tiempo se nos empezó a ir de las manos, hasta que los días no nos son suficientes para lograr las metas propuestas, cuando empezamos a comparar las actividades que teníamos hace 20 años y tratamos de realizarlas hoy en el mismo tiempo. El tiempo no nos alcanza, y divagamos entre que ya estamos más viejos y eso hace al tiempo relativo, pero no, en este caso, el tiempo no es de ese tipo de relatividad, el tiempo corre más rápido, lo notamos, apenas nos levantamos de la cama y ya estamos de vuelta a ella, apenas comemos y ya estamos cenando, ya ni siquiera el romanticismo nos es paciente, se termina muy rápido.

 La ciencia desde luego ha sido pilar importante en disfrazar este cambio, nos dio herramientas para nivelar este correr del tiempo, tenemos aviones para traslados rápidos, tenemos autos, tenemos teléfonos, tenemos computadoras que sustituyen a aquellos elementos que la naturaleza nos daba antes con más paciencia, sabemos ahora, que las especulaciones de aquellos amantes de lo sobrenatural, están siendo desveladas por la ciencia. La teoría de Schuman está siendo considerada por la ciencia como una rotación más rápida de la tierra y que aseguran es cíclica y que este año será un año muy corto. La teoría de la existencia de Hercobulus y su efecto en la tierra, está empezando a ser informada, debido al acercamiento de la tierra a zona con mucho escombro sideral, preludio del acercamiento de un objeto muy grande, ya señalaban al planeta X como tal, algunos señalan a la estrella Barnard I.

 Lo cierto, es que los cambios en la tierra no son únicamente por el uso y abuso del hombre sobre ella, se debe también a lo que del exterior nos envía el universo, y como comentamos la semana pasada en el artículo de los reflejos en las cámaras, las tormentas solares están haciendo que los aparatos tecnológicos manifiesten alteraciones, que se observan en halos luminosos blancos o azules, y desde luego, las máximas aquellas que son atribuidas a Jesucristo o a Hermes se están relacionando también con lo que la ciencia está “descubriendo ahora” o está relacionando, al menos sabemos que las leyendas y mitos de la antigüedad tienen su lógica, la máxima esa que dice que “como es afuera, es adentro, como es arriba es abajo”, la ciencia hoy nos lo demuestra con las fotografías que la NASA reporta con relación a una tormenta cósmica, muy parecida a las tormentas en la tierra o los huracanes cósmicos que se ven en las fotografías que nos comparten.

 Falta mucho por aprender y la ciencia no será suficiente, debemos regresar al origen, debemos volver a estudiar la información hermética, aquella que desdeñamos por antigua, pero que está tomando vigencia, porque el modelo de modernidad ya está colapsando. Vemos que la ciencia no previene la muerte, es una herramienta solamente, al igual que la fe, al igual que todas las herramientas que intentan alargar nuestra vida. Sabemos que la vida seguirá sin nosotros, sabemos que la muerte es la consecuencia de la vida y la vida consecuencia de la muerte, que no están separadas, que son el mismo hilo que se mueve en ondas, unas altas otras bajas, todas dependiendo de la energía del universo, porque todos somos universos.

 Así que los volcanes que hoy despiertan, los sismos que hoy se resienten están siendo afectados también por las fuerzas del universo, que hoy se desplazaron hacia el oriente, mientras occidente estará en espera del día en que le toque salir y actuar, en México debemos prepararnos para las siguientes etapas, estamos en áreas muy susceptibles de movimientos sísmicos o de erupciones volcánicas, el quizá en tres años regrese la actividad en esta zona, quizá antes, pues el volcán San Cristóbal que hizo erupción hace poco nos queda muy cerca, debemos estar atento al movimiento energético del cinturón de fuego y de lo que el espacio nos envía, todo es parte de un ciclo enorme, la tierra es parte de un ciclo universal, y allí estamos nosotros, dentro de ese ciclo, no somos ajenos.

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