Opinión

Gobierno michoacano quedó como el perro de las dos tortas

El avance de la pandemia de Coronavirus (Covid-19) en la entidad es inevitable, pero se tienen registros de habitantes, de diferentes municipios, que poco o nulo caso han hecho al llamado de #QuedateEnCasa. En su intento por dar ejemplo, el gobierno michoacano pretendió imponer mano dura, pero terminó sintiendo el golpe de los michoacanos organizados, y al final, ni erradicaron la irresponsabilidad y se quedaron sin medida obligatoria.

Hasta el cierre de esta edición de El Despertar, Michoacán ya acumula 170 casos positivos de Coronavirus, una cifra que le coloca en el lugar 16 entre los estados con más contagiados.

Pero también ha causado 24 muertes por esta enfermedad, acumulado que posiciona a nuestro estado en el décimo lugar entre las entidades federativas con más muertes por este padecimiento.

Sólo los estados de Coahuila, Chihuahua, Quintana Roo, Puebla, Sinaloa, Tabasco Estado de México, Baja California y Ciudad de México tienen más decesos que nuestro estado a causa de esta nueva enfermedad.

INCONSCIENCIA A TODAS LUCES

Los llamados a permanecer en casa han sido permanentes desde que este virus tuvo presencia en el país. Arreciaron cuando empezó a propagarse en otros estados, además de la capital mexicana.

Medios de comunicación, instituciones gubernamentales, artistas y hasta deportistas han enfatizado el llamado a evitar salir de las viviendas, pero ni así ha hecho eco en muchos.

Los casos más claros están en el puerto de Lázaro Cárdenas, el municipio que ya registra la mayor cantidad de casos de coronavirus en Michoacán y el primero donde se registró una muerte.

Pero ni esos datos impidieron que el pasado sábado 8 de abril, en la tenencia de Guacamayas, de ese municipio, se realizara un torneo de futbol.

La propia alcaldesa, María Camacho, ha señalado que los habitantes acuden a realizar actividades esenciales, como compra de víveres o acudir al banco, en compañía de sus familiares, lo que genera aglomeraciones.

La otra ciudad que ya acumula un alto número de casos, es Morelia. Donde también se ha dado el registro de zonas, en las que, la sana distancia poco o nada ha sido respetada.

Incluso, en la exclusiva zona residencial “Tres Marías “, en la capital del estado, se ha captado a habitantes realizando reuniones y juegos de Golf, cual si no pasara nada.

Las consecuencias ya se han visto, es el segundo municipio con más casos de esta enfermedad.

EL INTENTO DE FRENO

Estas situaciones y sus riesgosas consecuencias generaron que el gobierno michoacano buscara una alternativa, y encontró en un ‘decreto’ estatal su posible solución. Fue un decreto que firmó el gobernador, el 20 de abril pasado, por el que se declaró el aislamiento obligatorio en la entidad, en el que se establecen nuevas medidas sanitarias para el control del contagio ante la pandemia del coronavirus Covid-19.

El mandatario estatal precisó que no se trata de un estado de excepción, por lo que el documento advertía sanciones a quienes no cumplan con lo establecido.

Mediante un mensaje público, el gobernador estableció que quienes salgan a las calles para realizar alguna actividad esencial, deberían hacerlo con todas las medidas sanitarias. El decreto señala que, durante su vigencia, los habitantes de Michoacán únicamente podrán circular por las vías de uso público, para realizar actividades esenciales.

Obligaba al uso de cubrebocas para las personas que transiten por la vía pública o en cualquier espacio público, así como la aplicación de las demás medidas dictadas por la autoridad sanitaria.

De no acatar estas disposiciones, habría sanciones, que iban desde multas hasta trabajo comunitario.

CONTROVERSIA Y ‘REMATE’

La medida generó una controversia que pocas veces se había visto entre los michoacanos, ya sea en redes sociales, o en pláticas. La disposición que obligaba a mantenerse en casa a millones de michoacanos, generaba discusión.

Había quienes calificaban como necesaria la medida, otros como ilegal, algunos externaron que su objetivo era necesario y útil, pero su forma no era del todo legal. También se mencionó que la suspensión de una garantía individual, como la del libre tránsito, consignada en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, correspondía sólo al gobierno federal.

La controversia fue aún peor cuando se tomaba en cuenta que, el día anterior a la emisión de este decreto, se habían ejecutado once bloqueos carreteros en distintos puntos de la zona de Tierra Caliente de la entidad, por grupos delictivos que robaron camiones, los quemaron y obstruyeron vialidades con ellos.

“¿Por qué Silvano no se toma atribuciones federales para acabar con los grupos criminales en Michoacán?”, cuestionó el líder migrante Pedro Fernández Carapia.

LA DURA RESPUESTA Y ANULACIÓN

Desde el 6 de abril, la Secretaria de Gobernación y ex Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Olga Sánchez Cordero, advirtió la existencia de medidas de confinamiento obligatorio, que se habían establecido en algunos estados y que tenían posibilidad de ser anuladas mediante una demanda de amparo en los Juzgados Federales.

En cuanto se emitió el decreto de confinamiento obligatorio por el gobierno michoacano, los primeros que levantaron la mano para ejercer acciones legales fueron abogados, uno de ellos el especialista en derecho fiscal, activista y columnista de varios medios de comunicación, Jorge Álvarez Banderas.

El Doctor en Derecho incluso ofreció compartir el formato de la demanda de amparo para que otros pudieran interponerlo ante los Juzgados Federales, una vez que entrara en vigor el decreto.

Otro abogado que hizo lo propio fue Ignacio Mendoza, ex sub procurador michoacano, que también fue defensor de José Manuel Mireles Valverde, y que obtuvo suspensión de los efectos del famoso decreto por orden de Juzgados Federales.

Fue el Juzgado Séptimo de Distrito, con sede en Morelia, el que aplicó la suspensión de este decreto para cientos de michoacanos que ingresaron una demanda de amparo contra esa disposición. Su legalidad podría estar en riesgo.

Pero sus consecuencias seguirán para otros millones de michoacanos, pues los efectos legales de las demandas de amparos sólo aplican para quienes promueven la respectiva herramienta juridica. Es una novela que aún tiene capítulos por ver.

                Ni se logra concientizar a muchos michoacanos que insisten en no salir más que para lo necesario, o al menos que si deben salir por sus trabajos, se protejan; pero tampoco se logró implementar una medida ‘a la fuerza’ para que se queden por miedo… el gobierno michoacano se quedó como el perro de las dos tortas.

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