Opinión

La enfermedad de la salud

El Sistema de Salud Michoacano “recae” en sus males, nuevamente está en el centro de la controversia. En  esta ocasión el despido masivo de personal de este pilar de la seguridad social de la entidad ha iniciado con dimes y diretes entre la autoridad y los empleados del sector salud, los cuales se ven enturbiados con el poco claro destino de miles de pesos.

Los antecedentes

Hace un año y cuatro meses El Despertar dio cuenta de las irregularidades que habían llevado a la realización de dos tomas en la Secretaría de Salud de Michoacán en un lapso de no más de seis meses.

Adeudos con proveedores y empleados que ascendían a mil 200 millones de pesos asfixiaban al sistema de salud. Por otra parte no se veían avances en el llamado proceso de formalización del personal de esta dependencia.

Incluso las repercusiones llegaron hasta pacientes que tuvieron que ser privados de pruebas de laboratorio, medicinas contra el cáncer y hasta muertes por falta de mantenimiento de las instalaciones.

Meses después se dio la epidemia de Chikongunya, que se intentó negar por la dependencia, cuyo “combate” a la postre daría como resultado otro escándalo de corrupción, cuando se encontró que el método que se intentaba usar contra el mosquito transmisor de esa enfermedad no era efectivo y se había comprado por medio de una sospechosa asignación directa.

El personaje constante

Si bien Carlos Aranza Doniz, ahora titular de la Secretaría de Salud de Michoacán, no estuvo siquiera como integrante de esta dependencia cuando se empezó a generar el endeudamiento que ha mantenido en números rojos a la dependencia durante los recientes años, es un hecho que otras problemáticas y sus supuestas soluciones y diálogos han estado en sus manos, sin que den resultados plenamente satisfactorios.

En este contexto, se debe recordar que ese personaje es parte de la legión que llegó a Michoacán junto con Alfredo Castillo Cervantes en 2014, cuando iniciara lo que se conoció como el “virreinato” moderno en el estado.

Desde este sólo hecho Aranza Doniz no había sido del todo bien recibido; pero además, se añadieron sus evasivas a negociar con sindicatos y movimientos de trabajadores inconformes.

La nueva enfermedad

El pasado primero de octubre, empleados del Sistema Michoacano de Salud denunciaron el supuesto despido de mil 200 trabajadores, que estaban contratados bajo el rubro de nuevos hospitales y que muchos se encontraban laborando desde el 2012.

Mediante un oficio, en el que se indicaba que esta acción provenía de una indicación directa del gobierno federal, fue como los empleados se enteraron de esta situación. Así lo detalló la Secretaria General del Sindicato de Trabajadores Descentralizado de los Servicios de Salud en Michoacán (STDSSM) “General Lázaro Cárdenas”, Guadalupe Pichardo.

Casi de forma inmediata, como respuesta, el STDSSM inició una toma de las oficinas de la Secretaría de Salud de Michoacán.

La mayoría de estos despidos se dieron entre personal de áreas administrativas de la Secretaría de Salud y fueron justificados bajo el argumento de que “están en análisis” de que no se les pueda renovar su contrato y aseguraron que se trata sólo de personal administrativo, no del área paramédica y médica.

En una primera instancia la Secretaría respondió a la denuncia señalando que el jueves 30 de junio venció el periodo por el que fueron contratados más de mil trabajadores de la Secretaría de Salud de Michoacán (SSM) y la dependencia determinó no renovarlo para hacer frente a los recortes al presupuesto federal.

Pero tres días después, además de que rechazaron las cantidades de despedidos que habían expuesto los sindicatos, modificaron su justificación, al señalar que los contratos estaban “en revisión” y que era sólo de empleados administrativos.

Finalmente la líder sindical, Guadalupe Pichardo Escobedo, desmintió este argumento y expuso que 15% de los 1200 trabajadores que se pretenden despedir laboran como enfermeras y médicos.

Consecuencias de una crisis anunciada

Desde la denuncia de los adeudos millonarios de la dependencia, en febrero de 2015, los empleados ya habían augurado una crisis que se avecinaba para la dependencia.

Los despidos denunciados serían apenas el inicio del cumplimiento de ese aviso, pues la finalización de contratos se trata de un “pretexto de la autoridad, de querer utilizar ese dinero para el pago de proveedores, pero son 5 millones de pesos que no alcanzan para nada”, señaló la líder Sindical Guadalupe Pichardo.

Y es que el Secretario de Salud en Michoacán, Carlos Aranza Doniz, reconoció que tan sólo este año se tiene un adeudo superior a los 300 millones de pesos, aunado a lo que se arrastra de 2014 y 2015, situación por la cual se están buscando los financiamientos para su solvencia.

A los despidos y su respectiva controversia se suma el retiro de equipo de anestesia en el Hospital Civil “Dr. Miguel Silva” y el Hospital de la Mujer en Morelia, por lo que las cirugías fueron suspendidas indefinidamente.

En el inicio del presente mes, la empresa que otorga el servicio de las máquinas de anestesia, retiró sus equipos por falta de pago.

Manejo poco claro

A estas situaciones se suma que no hay claridad en el ejercicio de los recursos por parte de la Secretaría.

Durante los ejercicios fiscales 2014 y 2015, la Secretaría de Salud en Michoacán (SSM), a cargo de Carlos Aranza Doniz, no aplicó 11 mil 452.7 millones de pesos que el Congreso del Estado le aprobó para sus ejercicios fiscales, según reportaron los integrantes de la Comisión de Salud y Asistencia Social del Congreso del Estado.

Conforme a la gaceta parlamentaria sobre el Informe del Estado que Guarda la Administración Pública, presentado por el ex mandatario estatal, Salvador Jara Guerrero, los diputados locales refirieron que de las obra y acciones reportadas en materia de salud, “no se encuentran elementos suficientes que nos den claridad de lo que se ejerció en ese periodo”.

Seguirán las malas noticias

Aunque aseveró que las reducciones al presupuesto federal, en materia de salud, no afectarán la generación de infraestructura ni el desarrollo de los programas que opera Michoacán, el delegado administrativo de la Secretaría de Salud, Hugo Rosales Basurto, admitió el pasado martes 5 de junio que continuará el proceso de revisión para equilibrar la plantilla de personal administrativo y la del área médica.

El pasado jueves 7 de junio representantes de la Secretaría de Salud de Michoacán (SSM) señalaron que las tomas de edificios del sector están causando daños mayores a la salud en términos preventivos.

El subsecretario Rafael García Tinajero dijo que las tomas no han afectado los tratamientos en hospitales, pero sí han tenido afecciones no menores en cuanto a vacunación, trabajo de vectores, entre otros, que se han dado por falta de pagos.

Se trata de cerca de 20 servicios, por un monto de mil 254 millones de pesos, lo que no se está pagando debido a que la delegación administrativa y otros edificios están tomados, detalló Hugo Rosales Basurto, delegado administrativo.

 

La Salud en Michoacán continúa en una profunda enfermedad, sin que hasta ahora haya certeza de cuándo terminará o si hay alguna real solución.

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