Opinión

La mano arriba (Despertar Poético)

La mano arriba

Soñé con el viento,

Que despeina a la mar,

En las llanuras de la esperanza,

Mientras no abra los ojos,

La libertad será mi guía.

Soñé con el día,

Que alimenta al mundo,

En las llanuras de la razón,

La que perdió el tirano,

Al ponerme el pie en la cara.

Sueño con el espacio,

Que siembra infinitos,

En las llanuras de la conciencia,

La que despierta a base de golpes,

De mí dormido espíritu.

Dioses de la esperanza,

Lancen sus rayos de oro,

Despierten tempestades,

Para que la muchedumbre levante el brazo,

Y termine la tiranía.

Dioses de la esperanza,

Lancen su luz inefable,

La de la aureola de sabiduría,

Despierten las mentes caídas,

Levántenlas al paraíso de la emancipación.

¡Dioses! ¡Oh, Dioses!

Muero de vergüenza,

Y mi muerte solo la advierte la madre,

¡Madre, Oh Madre!

Lánzame al vacío de la muchedumbre,

Piérdeme en la multitud,

Que perezca dentro del vulgo,

Porque no merezco un lugar en la eternidad.

¡Madre, ízame, tírame de los parpados!

Haz que despierte,

Mis hermanos mueren,

Por inacción muero con ellos,

Por nuestra holganza, mueres con nosotros,

¡Madre, Oh Madre! ¡Levántame de mis ocios!

Incítame, dame el valor de hacer,

El valor de sentir,

El valor del ser,

Para ayudarme, para ayudar a la muchedumbre,

La que cae al cieno,

La que padece la opresión infame,

Ayúdame a salir a la luz,

Quítame el velo,

Quítame las pitañas que impiden ver más allá,

Quiero patear traseros,

Quiero despertar al monstruo que tenemos al interior,

Para descabezar la hidra.

¡Madre! Lámpara de sol,

¡Mira! Larga es la fila,

Mis hermanos mueren felices,

Se sienten representados por el ser mitológico,

Se los traga en dadivas,

Mientras le sostiene la testa al filo de la navaja,

Se sostienen en el mal común,

Se acompañan en la desgracia,

Se justifican antes los dioses personales,

Hazme visible a ellos,

¡Ayúdame! ¡Dame valor!

O déjame morir con ellos,

Con el cieno hasta los ojos,

Ahogados en nuestra apatía.

¡Veo! ¿Qué veo?

La opresión oronda pasea sus laureles,

Me golpea la cara,

Me rompe el alma,

Me despedaza la conciencia,

Las filas de fieles se justifican,

Escucho sus lamentos,

Sin embargo, los veo felices ir al brete,

¡Loado opresor! ¡Agradecemos que nos des comida!

¡Amado felón! ¡Felices estamos que no nos dejes morir!

¡Infame infiel!  Desbordamos paz si nos permites vivir en nuestra tierra.

¡Etéreo Sátrapa! ¡Orgullosos somos de lamer tus suelas!

¡Bah! Levantemos el brazo

Ahoguemos la intolerancia con la hiel de la justicia,

¡Somos justica!

¡Somos el mundo! ¡Somos la tierra, el viento y el sol!

Somos la vida, sin nosotros el pícaro muere,

Lo alienta nuestra apatía y tiembla ante el gran murmullo

¡Levantemos la voz! ¡El brazo arriba!

Martillemos conciencias, volvamos la vista,

Seamos uno ante el reyezuelo,

Seamos nuestro destino

¡Levantemos el brazo!

¡Dioses, Oh Dioses!, ¡Gracias!

Inclinaron la balanza,

Lanzaron los dados,

Muere el monstruo,

Vive el hombre,

Se cumple el ciclo,

Seremos libres un día,

Hasta que la memoria se desvanezca,

Y se fortalezca la maldad.

¡Madre, Oh Madre! Agradezco escucharas,

Agradecemos los ilusos,

Fuimos héroes un momento,

La cabeza del infame cayó.

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