La mansedumbre del mundo (Despertar de la tierra)

La mansedumbre del mundo

No me sorprende la capacidad del hombre de ser resiliente, lo demuestra día a día, cuando la naturaleza lo reta a sobrevivir, cuando le manda fenómenos fuertes y sigue en el mismo lugar soportándolos. Sea o no consecuencia de sus propios actos, los fenómenos propios de la naturaleza duelen a la sociedad; sin embargo, podrán pasar temblores, ciclones, tornados, inundaciones, incendios o plagas y el hombre sigue su línea de crecimiento desmedido, no pone freno a esa necesidad de tener clientes para satisfacer su demanda de comodidades o riquezas, necesita más esclavos del consumismo, más esclavos de la idea llamada “progreso”, alimentando cascarones, mentes vacías.

Las personas metidas en la espiral de consumo, metidas en la espiral ególatra, no se preocupan por sí mismas. Podrán sufrir descalabros hoy y mañana estarán dispuestas a sufrir el segundo golpe, si su interés monetario está en la zona de riesgo. Otras personas pensarán que no tienen opción más allá de vivir en zonas donde la naturaleza es agresiva, contra el hombre claro, no contra ella misma; así vemos pueblos, como el japonés, que pueden sufrir una y otra vez embates, terremotos en Okinawua en 2005, terremoto y tsunami en 2011 muy destructivos, y esta semana les vuelve a pegar fuerte, primero el día 4 de septiembre de 2018 el tifón Jebi sacude la costa oeste del país y un días después, el 5 de Septiembre de 2018, un terremoto sacude Sapporo, con una intensidad de 6.7 grados, y siguen de pie trabajando en la reconstrucción de sus ciudades, y tienen un alto riesgo de que sigan sucediendo estos fenómenos en estas fechas.

No me sorprende que el hombre no aprenda, lo que me sorprende es que sufra cíclicamente y no reaccione. Quizá no tengan alternativa, quizá no la vean, quizá sólo es la resiliencia que nos acompaña todos los días cuando sabemos que un problema no va a serlo más y que tenemos un año por delante para superarlo y hacerlo ver pequeño. Hoy sufren los japoneses, y lo vemos lejano, como vemos lejanos todos los sucesos que no nos afectan, cuando llegue el día que nosotros lo suframos, como lo hemos hecho en los meses de Septiembre y octubre, al igual que Japón, México volverá a salir, volveremos a decir que somos guerreros, luchadores, aguantadores, solidarios, y el día de mañana volveremos a ser el país intolerante e inconsecuente con la tierra y sus entes naturales.

Así somos hoy, no somos más, podemos ser diferentes, podemos ser simbióticos, pero eso no es negocio. Podría decir que siento orgullo de la raza japonesa por su entereza, inteligencia y fortaleza, más todos los pueblos demuestran esas fortalezas cuando la naturaleza se los exige, se levantarán y volverán a caminar, pues su destino es medrar, y lo van a seguir haciendo en contra y a pesar de ellos mismos, la naturaleza nos necesita, no nos dejará perecer por completo.

 

Los temblores a ritmo lento.

Los temblores en México siguen paso a paso, continúan en cantidad y en intensidad, encontramos nuevamente que a diario tenemos en promedio 15 movimientos telúricos mayores a 4.0 grados, principalmente en la zona de Oaxaca y Chiapas, alguno en Guerrero o Michoacán.

 

Los huracanes

El riesgo que sucedan eventos meteorológicos en estas fechas es alto, hay tres tormentas enormes en el mundo, Olivia, Norman y Florence, las dos primeras en el pacífico y la última en el Atlántico, seguro estarán bañando islas con poca comunicación y poca población, no están cerca de tierra continental, lo mismo sucedía con Jebi, que al final no cedió a tormenta tropical, sino que entró como tifón a tierras japonesas.

En México, este mes y el siguiente son los más peligrosos, según la estadística para las zonas propensas a recibir huracanes, debemos tener precaución, ya hemos visto como las tormentas se vuelven insistentes, fuertes y cada vez más frías con caídas de granizo, se inunda la Ciudad de México, Morelia, Tepic, Guadalajara, Puebla, Monterrey o Veracruz, ¿Volveremos a ver un clima normal con cuatro estaciones marcadas? Desde luego que no, no al menos nuestra generación, seremos la misma raza, acostumbrada a nuevas situaciones.

 

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