La ONU, un areópago de discursos y quejas

P. Agustín Celis

En días pasados, hemos sido testigos de grandes discursos de los representantes de los países. Buenos discursos, cargados de buenos propósitos para la sociedad. Pero también es cierto que muchos de ellos, aunque basados en laudables razonamientos, en algunos casos, carecen de los valores fundamentales que debemos fomentar entre los ciudadanos.

Por ejemplo: la respuesta a los desafíos de la inseguridad y la violencia no puede ser solo responsabilidad de algunos cuantos. Si somos sinceros, nos daremos cuenta de que muchos de los discursos siempre buscan culpables y los cuales no parecen existir. Otros tantos de los discursos son expresados para justificar la violencia y la inseguridad en la misma sociedad.

Cuando analizamos las diferentes problemáticas de los países, descubrimos que todos tenemos los mismos problemas, solo que algunos en diferentes dimensiones. Porque Estados Unidos siendo el país más rico del mundo, también tiene 37,2 millones de pobres hasta el 2020, pero ellos han manifestado que hubo una creciente cifra de 3,3 millones hasta el 2021.

La migración siempre ha sido tema de estudio en la ONU. Sin embargo, pareciera que nadie quiere dar solución, todos nos quejamos de los peregrinos que pasan por nuestras ciudades y que van en busca del sueño americano, pero quienes son los causantes de estas caravanas humanas, no pueden ser tocados, al grado de que muchas veces ahí, en esta institución, los va protegiendo.

Por eso la respuesta a todos estos desafíos, no solo son responsabilidad de la autoridad pública, sino también debemos hacernos responsables todos los ciudadanos, de manera individual o asociados. Debemos asumir los compromisos y obligaciones para con cada miembro de la sociedad, con la intención de crear una sociedad civil responsable.

En la sociedad se hacen visibles muchos de esos intentos de encontrar soluciones a los diferentes problemas, además nos lleva a pensar que todos tenemos en nuestras manos la oportunidad para participar creativamente en una sociedad más segura. Debemos concientizarnos de que los cambios en la sociedad son parte de la madurez de los seres humanos, son consecuencia de las buenas acciones de todos en una sociedad.

Actualmente se considera que el bien común consiste principalmente en la defensa de los derechos y deberes de la per­sona humana y aquí se tiene el punto de encuentro entre sociedad civil y comunidad política: ésta se constituye para servir a la sociedad civil y tiende al bien común cuando actúa en favor de la creación de un ambien­te humano en el que se ofrezca a los ciudadanos la posibilidad del ejerci­cio real de los derechos humanos y del cumplimiento de los respectivos deberes, desarrollando la doble acción de defenderlos y promoverlos.

P. Agustín Celis

En días pasados, hemos sido testigos de grandes discursos de los representantes de los países. Buenos discursos, cargados de buenos propósitos para la sociedad. Pero también es cierto que muchos de ellos, aunque basados en laudables razonamientos, en algunos casos, carecen de los valores fundamentales que debemos fomentar entre los ciudadanos.

Por ejemplo: la respuesta a los desafíos de la inseguridad y la violencia no puede ser solo responsabilidad de algunos cuantos. Si somos sinceros, nos daremos cuenta de que muchos de los discursos siempre buscan culpables y los cuales no parecen existir. Otros tantos de los discursos son expresados para justificar la violencia y la inseguridad en la misma sociedad.

Cuando analizamos las diferentes problemáticas de los países, descubrimos que todos tenemos los mismos problemas, solo que algunos en diferentes dimensiones. Porque Estados Unidos siendo el país más rico del mundo, también tiene 37,2 millones de pobres hasta el 2020, pero ellos han manifestado que hubo una creciente cifra de 3,3 millones hasta el 2021.

La migración siempre ha sido tema de estudio en la ONU. Sin embargo, pareciera que nadie quiere dar solución, todos nos quejamos de los peregrinos que pasan por nuestras ciudades y que van en busca del sueño americano, pero quienes son los causantes de estas caravanas humanas, no pueden ser tocados, al grado de que muchas veces ahí, en esta institución, los va protegiendo.

Por eso la respuesta a todos estos desafíos, no solo son responsabilidad de la autoridad pública, sino también debemos hacernos responsables todos los ciudadanos, de manera individual o asociados. Debemos asumir los compromisos y obligaciones para con cada miembro de la sociedad, con la intención de crear una sociedad civil responsable.

En la sociedad se hacen visibles muchos de esos intentos de encontrar soluciones a los diferentes problemas, además nos lleva a pensar que todos tenemos en nuestras manos la oportunidad para participar creativamente en una sociedad más segura. Debemos concientizarnos de que los cambios en la sociedad son parte de la madurez de los seres humanos, son consecuencia de las buenas acciones de todos en una sociedad.

Actualmente se considera que el bien común consiste principalmente en la defensa de los derechos y deberes de la per­sona humana y aquí se tiene el punto de encuentro entre sociedad civil y comunidad política: ésta se constituye para servir a la sociedad civil y tiende al bien común cuando actúa en favor de la creación de un ambien­te humano en el que se ofrezca a los ciudadanos la posibilidad del ejerci­cio real de los derechos humanos y del cumplimiento de los respectivos deberes, desarrollando la doble acción de defenderlos y promoverlos.

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