Opinión

Los descartados y olvidados

p. Agustín García Celis

La sociedad, ofrece un sinfín de adelantos tecnológicos, científicos y de toda índole que nos deja ver el progreso humano. Es cierto que la sociedad va progresando en muchasámbitos y todo ellos trayendo beneficios para la humanidad; tanto así, que el mismo progreso sigue desafiando a otros, sigue siendo un motor de arranque para muchos adelantos tecnológicos, en los cuales alcanzamos a ver la capacidad del hombre, que es inagotable como es su Creador.

El relato de la vida de los seres humanos, de cómo se da la civilización y la creación de grandes grupos humanos organizados, nos da la oportunidad de descubrir la gran capacidad del hombre para hacer el bien, para buscar el bien y para vivir alegremente actuando correctamente, tomando como bandera de su propia historia el bien para la humanidad.

Sin embargo, así como somos capaces de muchas cosas en bien de la sociedad, también no podemos negar que todo ese potencial del hombre cuando es utilizado por las fuerzas del mal, puede volverse contra la humanidad y llegar a ser el enemigo del hombre otro hombre. La destrucción de la sociedad puede estar en manos de los hombres y la descomposición social sea responsabilidad de nosotros mismos.

En la sociedad, todos disfrutamos en parte, y todos padecemos en parte, pero encontramos un sector más vulnerable que sufre las consecuencias del desorden social y que es incapaz de levantar la voz, ellos son los descartados y olvidados, los que parecen insignificantes a los proyectos de gobierno, los que no pueden acceder a los adelantos tecnológicos, las voces que no son tomadas en cuenta y que en una situación más grave, muchas veces son utilizados para proyectos de investigación o los programas piloto de gobierno.

Ellos son los olvidados y descartados, los que viven en la sociedad urbana, trabajando en los oficios más cansados y los menos remunerados. Realizando sus servicios con el propósito de llevar los alimentos a su familia. Ellos son los más vulnerables que pueden ser conquistados bajo promesas de una vida bien, o movidos bajo amenazas de perder sus trabajos o acciones que vulneran totalmente su dignidad.

También encontramos los descartados y olvidados en las comunidades rurales, donde se busca el sustento diario, donde lo meramente importante se centra en una vida bien y estable. Pero ellos son vulnerados por el deseo de una vida más cómoda, o incluso salir adelante económicamente. Allí encontramos personas descartadas de la sociedad por su poca preparación, por su idiosincrasia, por la ignorancia y hasta por su sencilla forma de vivir.

En el ambiente de cada uno, hay olvidados por diferentes situaciones incluso, sin acceso a los medios de salud y violentados en su libertad, porque fácilmente son convencidos por el paternalismo económico, lo que los lleva a no tener deseos de salir adelante luchando, sino esperando a que todo se les dé.

Debemos ser una sociedad inclusiva, capaz de compartir el conocimiento, de fortalecer a los desvalidos y crear medios que nos ayuden a fortalecer a las personas, sin violentar su libertad. Debemos hacer de las personas capaces de reflexionar, de tomar decisiones. Debemos utilizar todos los medios posibles para fortalecer a los descartados y olvidados.

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