Opinión

Los Hijos del Maíz (Despertar de la tierra )

Los Hijos del Maíz

Los mexicanos somos “hijos del Maíz”, nuestra gastronomía y dieta está basada principalmente en el consumo del maíz, ¿Pero…? ¿Cuál es el origen del Maíz? Según estudios de la FAO (1) , el maíz se originó en distintos puntos del mundo, cómo el Himalaya en Asia, producto de un cruzamiento entre Coix spp. y algunas Andropogóneas, probablemente especies de Sorghum; otra versión señala que el maíz se habría originado en los altos Andes de Bolivia, Ecuador y Perú, debido a los vestigios de maíz reventón que se encontró en América del Sur, sin embargo, muchos investigadores coinciden que el maíz se habría originado en el México antiguo, donde el maíz y el teosinte han coexistido desde la antigüedad y donde ambas especies presentan una diversidad muy amplia. El hallazgo de polen fósil y de mazorcas de maíz en cuevas en zonas arqueológicas apoya seriamente la posición de que el maíz se había originado en el México antiguo. El maíz deriva del teosinte a través de mutaciones y por selección natural, o fue obtenido por los primeros agricultores. Es generalmente aceptado el hecho de que el teosinte es el antecesor silvestre y/o allegado al maíz y que ha participado directamente en el origen del maíz cultivado. La hipótesis más aceptada es que el maíz es una forma domesticada de teosinte. Aceptando la tesis de que el maíz se originó en el México antiguo, hablamos de un territorio que estaba conformado por cientos de reinos que son también el origen del México actual, de lo cual nos sentimos orgullosos y pretendemos sentirnos únicos, sin embargo, el Maíz mexicano, está en peligro de extinción, dominada por los maíces genéticamente modificados traídos de todo el mundo, donde las trasnacionales han logrado ingresar y cooptar a los gobiernos, obligándolos mediante contratos leoninos a consumir granos que indefectiblemente dañaran el ecosistema y los sistemas económicos tradicionales respetuosos de la naturaleza, en el diario La Jornada en Mayo de 2012, (2) señalan: .

  • Con apoyo federal, trasnacionales importan grano de baja calidad y sacrifican la cosecha interna
  • Compra de maíz sudafricano, duro golpe al agro nacional: campesinos
  • Además de monopolizar la comercialización, Cargill y ADM venden la semilla que produce el país.

En esa nota, los campesinos de Sinaloa, integrados en seis organizaciones exigen al gobierno parar las malas prácticas, detener las importaciones desleales en detrimento de la producción nacional, aunado al ingreso de maíz forrajero de Estados Unidos, a precios muy por debajo del valor de producción, provocan que el mercado local se desvanezca y se deje de producir, para empezar a consumir. Los campesinos con un arraigo ancestral de producir para autoconsumo, y la falta de una cultura de cuidado y respeto a la tierra, aunado a la necesidad de subsistir, los campesinos siembran lo que tienen a la mano, y en grandes zonas del país como en el valle de Comitán en Chiapas, en el valle de Santiguo Guanajuato, el Valle de Ocotlán, Jalisco,  el maíz forrajero se está utilizando para el consumo humano, maíz importado principalmente de Estados Unidos para forraje del ganado, lo que ha provocado que está colonización del maíz amarillo esté acabando con la diversidad propia de la región, y poco a poco se irá convirtiendo en una normalidad, En Oaxaca existe un movimiento social en defensa del maíz criollo, enfocado en desterrar el uso de los maíces transgénicos, en el diario digital “Desinformémonos” (3) con fecha Octubre de 2015, sacó Eliana Gilet una nota relativa a esta defensa, y en parte señala: “ Ya en el año 2000, el investigador Ignacio Chapela encontró rastros de genes transgénicos en maizales de milpas de Oaxaca. “¿Cómo era posible que hubiera transgénicos si ni ley había?” se pregunta el abogado, ya que la ley que habilita su ingreso en México es de 2005. “Todo el gobierno mexicano pagó estudios en los años siguientes para demostrar que en Oaxaca ya no había rastros, pero estudios de científicos independientes demostraron que sí había. Por medio de una solicitud de información accedimos a estudios oficiales, de los que el gobierno no informó, que tanto en Oaxaca, Michoacán, Guanajuato, y en Chiapas en menor medida, había presencia de genes transgénicos en maíces nativos. Eran presencias menores, todas ilícitas. Pero 10 años después del primer caso detectado por Chapela, ya había 89 casos que registraban rastros de transgénicos en maíces en seis estados.” Aunque hablamos del maíz, este trabajo señala que los transgénicos nos están saturando las comidas, y dañando el ecosistema. Alfredo Narváez Lozano, en la Batalla por el Maíz de la revista Nexos, (4) de Marzo de 2015, señala en uno de sus párrafos que En La historia general de las cosas de Nueva España, fray Bernardino de Sahagún escribió algunos rezos sobre los rituales del maíz:

¿Quién fue el que dijo, el que nombró al maíz, carne nuestra, huesos nuestros?
Porque es Nuestro Sustento, nuestra vida, nuestro ser.
Es andar, moverse, regocijarse.
Porque en verdad tiene vida Nuestro Sustento.
Muy deveras se dice que es el que manda, gobierna, hace conquistas…
El maíz, Tonacáyatl, es lo en verdad, valioso de nuestro ser.

Aunque la discusión muestra las dos caras de una moneda que nosotros mismos marcamos, la una es la defensa en pro de la alimentación de las personas, el derecho a la alimentación, y la manera más segura es modificando las plantas para hacerlas más productivas, ¿Negocio o derecho a alimentarse? Ese negocio o esa necesidad está por encima de la naturaleza, menciona Nexos, que gracias a la gran producción de Maíz, han tenido un aumento considerable de clientes de la industria alimentaria, el dilema moral ¿Será en modificar a las plantas para hacerlas productivas a costa de las que no son urgentes para alimentar al mundo?, los daños se están presentando paulatinamente, en Yucatán, el mayor productor de miel de abeja del país, ha bajado su producción, afectado por la siembra de soya transgénica, Las plantas genéticamente modificadas, están diseñadas para ser territoriales, resistente a plagas, por lo que generan automáticamente monocultivos, provocando la disminución de los nutrientes en las tierras, volviéndolas estériles, y los cultivos mono nutridos, eso es lo que llevamos a nuestro organismo, le damos de golpe a nuestro cuerpo los nutrientes que la naturaleza tardaría miles de años en producir, la contaminación de las semillas ya está haciendo estragos, los estragos lejos de molestarle a las trasnacionales, les está salivando la boca, debido a que sus organismos modificados tienen calidad de patente, y  el campesino que tuviese la suerte de tener su cultivo de maíz criollo aledaño al cultivo modificado podría correr el riesgo de ser demandado en pago por el uso de su genotipo aunque no lo haya hecho de manera dolosa, situación que sufren con Monsanto los pequeños agricultores de Sinaloa o Oaxaca, según Greenpeace (5) Desde 2001 se han registrado en México otros casos de contaminación con maíz transgénico, en estados como Oaxaca, Tamaulipas, Puebla, Ciudad de México (delegaciones Magdalena Contreras y Milpa Alta), Sinaloa, Veracruz y el más reciente, en el Valle de Cuauhtémoc, Chihuahua.

 

 

 

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