Opinión

Política en lo oscurito

Política en lo oscurito

El uso de la razón se acabó…
Iniciamos el año 2021, y deseábamos iniciara con felicidad, amor, prosperidad y fe, todo era miel y hojuelas en diciembre del año pasado, nos abrazamos de la nueva manera de abrazar, solo con nuestros brazos palmeándonos, para así de alguna manera sentirnos seguros y poder planear un año con mejores perspectivas de vida. Creíamos que el cambio del año sería mágico y que nuestra idiotez se terminaría por acto de magia, pero no, la magia no existe en estos casos. La estupidez humana parece que es infinita… no hablamos de los políticos, no se sientan ofendidos, los políticos se cuecen aparte, hablamos de nosotros, del ciudadano común, de la inefable muchedumbre, de esa masa social que se mueve acorde a los intereses generales, que no son por nada compatibles con los particulares. Hablamos de ese conglomerado informe que se mueve por muto propio.
En diciembre de 2020, pareciera que la lección del año que se iba había sido suficiente y pareciera que la moridera, que no era por violencia, los calmaría, los tranquilizaría y los haría sensatos; pero no, la insensatez cundió, se relajó todo, grandes masas de personas salieron a la calle, se trasladaron a los puntos vacacionales con total desvergüenza, con total irresponsabilidad, avenidas llenas, tiendas llenas, carreteras llenas, restaurantes llenos, balnearios llenos, la vida parecía haber regresado a la normalidad, como si no hubiese pasado nada. Los discursos, los anuncios de tomar medidas precautorias parecen mero perorata política, el que sabemos se da solo cuando necesitan votos, y que se debe desechar una vez terminadas las elecciones.
La pandemia había terminado, el gobierno no tuvo muchos aciertos, las personas seguían su ritmo normal de vida… evidentemente no todas, para que no se sientan ofendidos y no tomados en cuenta aquellos que si han respetado todos los protocolos. Pero la gran muchedumbre que no acata lo que la consciencia le dicta, tendrá que sufrir las consecuencias de su estupidez, hasta que la muerte se lo quite. Así que no esperen resultados halagüeños de lo que sucedió en fin de año y día de reyes, las noticias no son alentadoras y no lo serán en los próximos días, habrá aumento de casos, habrá aumento de muertes, habrá aumento de reacciones y medidas precautorias, pero no parará esto así nada más, hasta que la estupidez humana pare.
Si bien nuestro líder en salud, López Gatoel, no ayudó en respetar el eslogan de “Quédate en casa” ¿Nosotros por qué? Desde luego no tenemos idea de la enorme responsabilidad que tenemos con nosotros mismos, creemos que nunca nos pasará, porqué seguimos vivos, por qué no nos hemos enfermado, a pesar, sí, muy a pesar de que amigos cercanos, familiares cercanos, han muerto. Ya no hablemos de los infectados y enfermos, hablemos de los muertos, que son muchos. Así que ese deseo de bienaventuranza del 2021 se convierte en un preámbulo de muerte ante la estupidez nuestra, así que damos por concluida la etapa de la razón pura, para dar paso a la pura razón, la que tienen los políticos ahora sí, como Gatoel, que efectivamente tiene derecho a disfrutar de unas vacaciones, pero como es figura pública, debería educar con el ejemplo.
Nada le hubiese costado inventarse una conferencia de salud en Zipolite, así justificaba su viaje… no el de su acompañante, pero a ella no se le tiene en harta estima, así que solo debe de cuidar las formas… que sí ha chambeado mucho, es cosa que califica su jefe, no nosotros, a él le sirve, y a sus intereses, porque a los intereses del país no tanto, es solo un caleidoscopio de lo que no se debe prometer. Sabemos que si dice que la pandemia se ha domado, sabemos que no habla de la pandemia en México, habla de otro país, y sabemos que si habla de México, es que la pandemia ha empeorado, tal y como lo vemos en el campo de batalla, donde médicos y enfermeras se la están rifando, hasta los de las funerarias se sienten rebasados, antes peleaban los cuerpos a la salida de los hospitales, hoy piden tregua, los cremadores están al máximo, no sabemos cuánto más aguanten antes de que la mortandad nos aniquile.
Bueno, no seamos tan pesimistas, hablemos de cosas más amables; por ejemplo, de la vacuna, sí, la bendita vacuna, por fin se nos hizo, lástima que sea extranjera, lástima que tengamos que importarlas, lástima que no tengamos la capacidad de producirla y distribuirla con calidad. Bueno, al menos ya la tenemos, los que se sientan seguros con ella, ya pueden ir sintiéndose seguros, ya hay esperanza, de que sirva, no sabemos, de que da un aliento de esperanza y se acabarán los discursos catastróficos, sí sabemos, esperemos sea rápida su distribución y que no otra vez nuestra estupidez la vuelva inservible, y que en quince días tengamos la necesidad de una nueva vacuna, de nuevas dosis ante oleadas de muerte.
Espero, pues, que no nos hayamos equivocado de virus y que el virus que deseamos combatir tenga palabra de honor y no mute antes de tiempo, o nos quedaremos sin amigos, o los amigos se quedarán sin nosotros. No sabemos ese destino aun, porque ya saben, nuestra consciencia colectiva se transforma en medio de la multitud, así que podemos pensar sin equivocarnos que si la mayoría nos jala, pensaremos de la misma manera que ellos y cometeremos la misma estupidez de soslayar la desgracia por nuestra necesidad creada de diversión, así como se divierten los estúpidos gringos, que nos sorprendieron con una de las mayores estupideces del mundo, la democracia gringa parece de papel y parece un juego, hasta Don Cedano se sorprendió, hasta parece una jugada pejeril, solo a San Péjele se le hubiese ocurrido ese tipo de acciones ¿O será que Trun está asesorado por él? ¡Changos! Eso no me lo esperaba.
Lo sucedido en Washington no es cosa menor, imagínense nada más, a la mayor potencia del mundo siendo colapsada por un populista ávido de poder, como lo es San Péjele… ¿Qué? ¡Ah, sí cierto, ja, ja, ja!, hablábamos de los gringos, ese populista es Trun, perdonen ustedes, la costumbre… les decía, no es cosa menor la estupidez de los gringos de socavar la democracia que nos tenía como modelo a seguir, ¿Ahora contra quien nos comparamos?, si los Estados Unidos de América están dando espaldarazos, sé que muchos de los gringos están arrepentidos de haber votado por Trun, como algunos de acá lo están de haber votado por San Péjele, ese arrepentimiento se vuelve en llanto cuando vemos las acciones de los recalcitrantes que quieren violencia, al menos la estupidez en México no llegó a tanto, imagínense con todo el odio, mendacidad y rencor que ha manejado San Péjele en su discurso contra sus adversarios, ya habría habido una guerra.
Aquí no somos tan estúpidos pues, al menos somos sensatos y solo juzgamos, digo los adversarios tienen mucha cola, tampoco es de arriesgarse ¿Verdad?, pero eso de los gringos, de verdad es preocupante. Imagínense, tomar el Capitolio, algo impensable en una democracia madura.
Y hablando de madurez, vean anda más que incongruencia de los gringos, hasta Nicolás Maduro hizo su señal de extrañeza, como si extrañara que los deliquios de Trun hacia Biden fueran celos, porque lo han abandonado, lo han dejado en segundo lugar, necesita esos reflectores.
Decía pues, la estupidez humana no tiene límites, en Estados Unidos se forja la caída de un imperio, y no será por potencias externas, China va por buen camino para la supremacía y los gringos le ayudan desde dentro, lo que le preocupa a Don Cedano, es que la muchedumbre polarizada, no la de México que aún no está tan reacia, sino la gringa, no solo sea ejemplo de la infinitud de la estupidez, sino que “no guardaron la sana distancia”. Eso sí calienta. No ven que nos estamos muriendo, el virus puede solo, no le ayuden. Lo mismo le pido a San Péjele, que se enfoque a concientizar a la población, no a pelearse con los adversarios inventados, la política sabemos que es su profesión y de eso vive, pero se está muriendo la población votante, solo que tengan un plan B, de aleccionar a los jóvenes que aún no entran en la estadística, porque los que más mueren son los viejos.
Don Cedano, mientras se guarece, las multitudes lo oprimen, así que esperamos que este año, no sea el año de la estupidez humana, de esos hemos tenido muchos, que los disfrazamos de patriotismos, al final el resultado es y será siempre “muerte”.

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