¿Qué esperamos para actuar? (Despertar de la tierra)

¿Qué esperamos para actuar?

La tierra está en fase inicial de cambio cíclico, tiene más de una década este proceso, en el que la tierra empezó a modificar su anterior actividad habitual que mantenía por siglos. Los sucesos que se ven día a día, son constancia fehaciente de que ya no hay retorno. La tierra pacientemente cerrará el ciclo, con las consecuencias que sean, al final son parte del efecto que inició hace siglos. Si ese cerrar de ciclos tiene efectos adversos a la vida existente, no le importa, la tierra sólo actúa porque ese es su devenir. El hombre se tendrá que adaptar como lo ha hecho durante todos los ciclos de la tierra, esa es la manera en la que ha logrado su supervivencia.

 Sin embargo, en nuestros días, aunados a los sucesos cíclicos de la tierra, tenemos otros problemas provocados únicamente por la actividad del hombre y se llama calentamiento global o cambio climático. Evento que se va agravando porque el hombre no hace mucho por revertirlo. Hemos visto sí, que existe ya una cultura de cuidado al medio ambiente, pero es un movimiento muy tímido; como es algo que “creen” las mayorías que no reditúa, porque efectivamente, no les reditúa en lo personal, es una ganancia global, y el ego no permite desvelar que hay más allá, las personas que entienden que cualquier acción por nimia que sea repercute en lo general, son las que están haciendo un poco de eco, algunas marchas, muchos panfletos, mucha labia, poca acción. Aun así, no debemos desistir, las personas poco a poco tienen que despertar del letargo adormecedor en el que los hundió el canto de las sirenas del progreso materialista, son muy pocas aún.

Se tiene que trabajar arduamente en llevar el mensaje a la multitud, aunque no lo sientan suyo. Sabemos que despertar una consciencia es un alma que será libertada y los demás que se dicen ecologistas, que se dicen naturalistas, que se dicen humanistas, que se dicen librepensadores, que se dicen protectores de la tierra; ¿Qué esperan para actuar? ¿A qué los cataclismos sean más agresivos?, puede ser, porqué estamos tan cómodos practicando el progreso, esperando con ansias el nuevo juguete de moda, la nueva ropa de moda, la nueva bebida de moda, el nuevo auto de moda.

Esperamos día a día algún artefacto que nos haga sentir superior a los demás o nos haga sentir que somos diferentes a los demás, porque vivimos esta etapa de ser mejores que los demás, mostrando nuestras posesiones “únicas” rodeados de millones de otros “únicos” que también aman la moda, vivimos una época donde el hombre vive para aplastar al hombre, ni siquiera se entera de que todos somos hijos de la misma madre, todos somos tierra, todos somos universo, mantenemos la misma carga biológica y química, compartimos con todo el universo los elementos químicos que habitan en él, y no lo entendemos, nos sentimos los todopoderosos.

 Mientras tanto, la tierra continuará moviéndose en toda su estructura, sin que nuestra idea de confort, sin que nuestra idea de progreso la modere o la haga cambiar de parecer, y cuando llegue al cénit de su cambio, sabremos que no somos más que una pequeña masa de átomos unida por una hélice que nos hace diferentes en nuestro camino de la vida, pero que somos parte integral del universo, pues de él venimos y a él vamos.

 Sabemos hoy que ese llamado progreso trae como consecuencia una enorme y grave huella de deterioro a la tierra que no hemos cuantificado aún, y que no hemos ni siquiera medido, cómo aún podemos respirar, cómo aún podemos comer, como aún podemos comunicarnos, como aún podemos vivir cómodamente, no nos interesa. Aunque podamos ver por doquier las consecuencias de nuestros actos, nada nos conmueve todavía, mientras no nos afecte en primera persona, mientras no nos afecte a todo un grupo unido culturalmente no podremos magnificar las consecuencias de nuestra apatía por cuidar la tierra que nos alimenta, ¿Cuáles consecuencias de nuestra inconsciencia podemos señalar?:

Algunas de las consecuencias son las sequías que sufren algunas regiones de España, India, Centroamérica, las plagas que surgen en Nueva York por ratas o por pulgas en España, las muertes de miles de especies que pasan a ser catalogadas como extintas, como el rinoceronte blanco, y desertificaciones de áreas antes fértiles por uso de fertilizantes, la basura que vemos en todas las ciudades y el mar, la polución en todas las megalópolis del mundo, en México la sufren en la Ciudad de México, en Guadalajara, en Monterrey y en otras áreas industriales, el deterioro de la capa de ozono que nos protege de los rayos UV, las enfermedades degenerativas por el uso indiscriminado de medicamentos, y  el deterioro mismo del nivel de vida de las personas alejadas del progreso debido a la ignorancia y la discriminación.

 ¿Y cómo nos lo hace saber la tierra que ha llegado al límite de su capacidad de soportar al hombre?, simple: terremotos, erupciones volcánicas, tifones, huracanes, trombas, olas de frío y olas de calor, no en las zonas que comúnmente pasan, eso sería natural, sino en lugares no comunes, donde sepan que no es normal lo que sucede, como no es normal lo que hacemos. Sabemos que el hombre es resiliente, terminará haciendo una nueva normalidad, para los que identifiquen las señales, esa es la forma en la que la tierra nos señala que no estamos en comunión con ella ¿Y cuándo vamos a actuar?, evidentemente el común de las personas actuarán hasta que vean el peligro tocando a sus puertas, no aprenderán en cabeza ajena, podrán leer en las noticias, podrán escuchar en la radio o televisión que los fenómenos se intensifican y siguen sucediendo y ahora se están presentando en lugares no habituales.

 La semana pasada, por ejemplo, sucedió un halo solar en Tapachula, Chiapas, lugar no común, pues representa que las capas superiores tienen hielo y en Tapachula no hace frío en ninguna temporada del año, esos halos reflejan esas partículas de hielo contra la luz solar, eso comúnmente lo veíamos en áreas más altas como Toluca, por ejemplo. Las noticias del derretimiento de los polos ni mella nos están haciendo, los reportes del mar alejándose de las playas es más recurrente cada vez, los ciclos de las mareas también se están descomponiendo, tendrán que ser otros, pero ¿cuáles?, no sabemos aún, posiblemente los oceanológos lo compartan después.

 También vemos con tristeza que las olas de calor en Europa ni siquiera nos preocupan, pues el hombre pareciera está acostumbrado al confort que le da la tecnología, que ni siquiera se preocupa, energía hay aún, puede invertirla en refrigerar su espacio, ¿Qué pasaría si fallara la red de suministro eléctrico mundial? Que miles de ciudades a la vez se quedaran sin energía, no lo sabemos, pero podemos predecir que sería un caos y muerte. Las ciudades sin energía no podrían sobrevivir mucho tiempo, la industria de la alimentación colapsaría, la guerra por la comida y el agua empezaría.

Los que se salvarían serían aquellos que el progreso aún no les llega, aquellos que están acostumbrados a las carencias y que son autosuficientes; los pequeños campesinos, aunque reuters diga que los ricos pagarán su escape de los acontecimientos desagradables del cambio climático y quienes sufrirán serán los pobres, nosotros decimos que mientras exista algo de control, mientras exista el sistema como está, basado en el papel moneda, los ricos podrán comprar confort y algo de vida, pero el día en que se aceleren los acontecimientos de la tierra, cuando no haya manera de reconocer o no haya manera de respaldar los números con algo tangible, la forma de ver la riqueza también cambiará.

 ¿A quién le importará el dinero en papel o en metales degradables cuando haya hambre? A nadie, y como lo vemos muy lejano en el tiempo ese cambio, nos confiamos, y aunque en este espacio señalamos que estamos cerca del colapso no vemos a más personas actuar, son pocas las que han identificado el problema y saben en donde estamos parados, los demás como no ven en su casa el efecto, les parece lejano, deberían de prestar atención a las señales, los habitantes de la periferia de Guadalajara acaban de vivir una de esas señales, el domingo 30 de junio, por la madrugada, los sorprendió una tormenta de granizo. Fue tan fuerte, que en algunos puntos el hielo alcanzó el metro de altura. Era una normalidad que lloviera intensamente e inundará plazas y avenidas, pero que cayera hielo no es normal y menos en la cantidad que cayó.

 Después nos enteramos que el 1 de julio pasó otro evento similar en San Miguel de Allende, una lluvia de granizo, también de madrugada, también alcanzaron niveles de un metro de altura, ¿Qué sigue? ¿Nieve en Apatzingán? No sabemos, pero algo va a pasar, y nos vamos a sorprender, así pues: ¿Qué esperamos para actuar?, ¿Hasta cuándo vamos a reaccionar? La respuesta debería ser hoy, antes de que los sucesos nos alcancen y sea demasiado tarde. Las acciones más sensatas que ya está en boca de los científicos de todo el mundo y que se señaló primero en esta columna, es reducir el número de hijos al mínimo, hasta que la cantidad de personas en el mundo sea igual al que había en 1800, que era aproximadamente unos mil millones, y mantenernos en ese estadio, volver al origen del cultivo de la tierra que tenían los romanos, completamente apegados a ella, sin tanta tecnología que modificara plantas ni animales, sólo cultivar lo que se debía consumir.

 Consideramos que no es obligatorio crecer en número de personas, esto acarrea mucha desigualdad. Es obligatorio crecer en espiritualidad, eso crea cohesión; crecer de manera que seamos seres más cordiales con nuestro entorno, al fin, no tenemos otra tierra para destruir, es la única que conocemos, al menos que los dueños de la tecnología tengan un plan B y puedan sacar de aquí a sus elegidos, y nos abandones a los que no vemos otra alternativa cercana. A nosotros sólo nos queda empezar a identificar el rumbo de los acontecimientos, para irlos sorteando. Debemos analizar los patrones que la tierra va siguiendo, para ir al ritmo de ellos, por ejemplo si la Antártida y el ártico se están descongelando, es porque algún nuevo lugar se convertirá en polo, las líneas de los trópicos se moverán, y el cinturón de fuego se moverá de lugar, el ártico y el antártico regresarán a ser los grandes bosques perdidos, mientras los continentes perdidos de Lemuria y la Atlántida resurgirán, para darle trabajo a los noveles arqueólogos de la nueva civilización, mientras las ruinas que hoy vemos se hundirán en las aguas, para resurgir en un futuro muy lejano aún, cumpliendo cada uno su ciclo.

 Mientras eso llega, no tenemos más opciones que actuar en favor de la tierra, hacerlo es actuar en favor de la vida. Debemos alejarnos de la tecnología superflua, de la industria de los alimentos, de todos los entes contaminantes ¿Cómo? Regresando a lo básico, alimentarte de lo que la tierra provee, sin adicionarle nada, ¿Es complicado? Sí, mucho, nadie en su sano juicio aceptará dejar su lujoso pent house, su residencia, su auto, su reloj, su teléfono, sus marcas favoritas por salvar a la tierra, ellos pueden escapar fácilmente a esta etapa mediante el autoengaño, y no tendrán empacho en hacerlo, mientras no llegue el día del verdadero juicio, suena presuntuoso, suena conspiracional ¿Pero… qué ven ustedes al final de esta vía de acontecimientos? ¿Tenemos forma de escapar?

Sé que solo viven la vida tal y como les llega y como la viven millones igual a ustedes, y no es malo, esto será como el mensaje cursi que circula en las redes “no es malo tropezar con la misma piedra, lo malo es enamorarse de ella”, así nosotros, no es malo tropezar con el progreso, lo malo es enamorarnos de sus hijos…

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