Personaje de la Semana

Filiberto López Merlos

H. Zitácuaro, Mich.- Es uno de los sastres más antiguos en la ciudad de Zitácuaro, don Filiberto López Merlos pasó de aprendiz a maestro. Nació en el municipio de Tuxpan de las Flores, en el seno de una familia humilde. Su labor no ha pasado desapercibida, puesto que ha acumulado experiencia en ese ramo por más de 50 años.

Emigró con sus padres y cinco hermanos a Zitácuaro, debido a que su padre laboraba en el Hotel San José Purua y en ese tiempo era más fácil tomar un transporte de esta localidad hacia ese destino turístico, ubicado en el municipio de Jungapeo, Michoacán.

Sus primeros estudios los realizó en Tuxpan de las Flores, posteriormente al llegar a esta ciudad cursó el quinto grado en la escuela de las madres, actualmente colegio Lumena.Tiempo después continúo su preparación académica en lasecundaria Nicolás Romero.

Debido a la situación precaria tuvo que emplearse en sus tiempos libres y vacaciones, por lo cual optó por conocer el oficio de sastre. Es ahí cuando conoció al señor Maya, a quien considera (López Merlos) como uno de los mejores de esa época y tal vez de los pioneros.

Posteriormente emigró a la Ciudad de México para laborar como sastre en la colonia Cuauhtémoc, muy cerca del Paseo de la Reforma, empleándose con el señor Efrén, originario del estado de Chiapas, de reconocida capacidad y talento.

Tras desarrollar los conocimientos aprendidos, fue tomando más experiencia, sobre todo conoció telas nuevas, ya que al inicio se manejaba lana y posteriormente surgió el material sintético.

Precisamente se fue de esta población del oriente michoacano, porque había temporadas en las que se escaseaba el trabajo, entonces se contactaba con los mismos compañeros que se iban a la capital del país para laborar.

Don Filiberto reconoció que luego de aprender los secretos de la sastrería, decidió independizarse y abrir su propio taller. Gracias a sus muchos clientes que le reconocieron su trabajo y su cartera de usuarios, que eran de diferentes estratos sociales, así como algunas personalidades, a quienes les gustaba el bien vestir.

Su primera sastrería estaba muy cerca del jardín principal de Zitácuaro, sus vecinos eran los propietarios de las flautas Fumanchú.

Con el paso del tiempo cambió su taller y lo estableció sobre la calle de Lerdo de Tejada, frente al negocio de fotografía “Foto Ayala”. Ya en la época de los noventas cambió su dirección a la calle de Ocampo oriente y hasta la fecha continúa poniéndose a las órdenes del público en general.

Ya no tiene la misma clientela, puesto que el oficio de la sastrería se ha ido extinguiendo de manera paulatina, por cuestiones de competitividad.

Los sastres, por ejemplo, no pueden competir con fabricantes de trajes, porque ellos emplean maquinaría, mientras que ellos lo hacen artesanalmente.

Influyen también los costos, son muy distintos, algunas personas todavía mandan hacer sus trajes, pero ya son muy pocos.

Algunos compran en los almacenes o tiendas comerciales yde ser necesario acuden con ellos a realizar ajustes menores, algunos detalles que no les gustan son modificados, expresó López Merlos.

Aficionado al futbol soccer estuvo practicando ese deporte en su juventud y luego en su etapa adulta.

Militó para algunos equipos, como: Santa Cecilia, Atlas, Deportivo Zitácuaro, llegando a participar en algunos campeonatos estatales que se realizaban en ese tiempo, lo que hoy es la segunda división profesional.

Un dato curioso, es que también estuvo laborando como almacenista en el Hotel Spa San José Purua, aunque fue por una temporada de seis meses, estando en la gerencia el señor Mariano Abud.

Recuerda que los trabajadores tenían todas las comodidades,como hospedaje y alimentación, por lo cual estuvo muy a gusto en ese hotel, situado en un lugar paradisiaco, donde había una plantilla numerosa de trabajadores, mientras que los huéspedes en su mayoría provenían del extranjero.

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