Manuel Tolentino, una mirada a la discapacidad

Zitácuaro, Mich.- Manuel Tolentino Epifanio, tiene 21 años de edad y desde los 12 años de sufrió un accidente que le cambió por completo su vida, quedó parapléjico, gran parte de su existencia la tuvo que ocupar en camas de hospitales y en su propio hogar. En la actualidad es miembro de un grupo musical de su pueblo natal Crescencio Morales y gracias a la amistad del propietario de una joyería ha logrado percibir ingresos económicos extras.

Ahí en la tenencia de Crescencio Morales viven sus padres, su madre se dedica al hogar, mientras que su progenitor es agricultor; sin embargo en su casa no cuentan con los recursos económicos suficientes, por tal motivo Tolentino Epifanio busca no ser una carga financiera para su familia, “ahí lo que se cosecha se come”, comentó acerca de las pocas posibilidades monetarias de salir adelante.

Recuerda escasamente cuando ocurrió su accidente, Manuel iba camino a su escuela secundaria, muy de mañana, acompañado de su hermano y ambos se transportaban en una bicicleta, pasó por ahí un camión y en un instante pasó todo, rápidamente. Más tarde perdió el conocimiento y horas después despertó en un hospital, mientras que los doctores luchaban por salvarle la vida. Sólo le avisaron sus familiares que había tenido este desagradable suceso semanas después, ya que en su memoria no guardaba lo sucedido.

En relación a su recuperación física, Manuel pasó bastante tiempo en las instituciones médicas que le hicieron estudio tras estudio y como consecuencia del lamentable suceso le costó varias lesiones internas. Alentado por sus familiares a que continuara adelante, es motivado para que acudiera a las terapias en el Centro de Rehabilitación de esta ciudad y con ello mejorar su estado físico, debido a la nula movilidad de sus pies y con una lesión permanente en la cadera.

“Me empecé a mover, vine a las terapias del CRI, con la ayuda de mi familia, de mis papás, de gente buena que se cruza en el camino, ya uno va saliendo adelante poco a poco”, expresó contento de recibir el apoyo de su familia y sociedad en general.

Tiene aproximadamente como tres meses que recibió la oportunidad laboral del propietario de una joyería del centro de la ciudad y su trabajo consiste en realizar algunas manualidades sencillas, como pulseras, collares, aretes, rosarios, entre otros.

Por otro lado también aprendió a tocar el teclado y conformó con un grupo de amigos una banda musical apoyado por uno de sus 6 hermanos, hace aproximadamente un año. El nombre que lleva la agrupación es “Ilusión Musical” y su número de teléfono para contrataciones e informes es el 715-135-73-16.

Con la agrupación se reúnen los integrantes cuando queda tiempo para ensayar en grupo, por su parte Tolentino Epifanio le tiene mucho amor a su teclado y cuando se encuentra en su hogar toma su instrumento musical y ensaya las melodías que ya sabe que son el deleite del público.

Manuel, quien nació un 25 de mayo de 1995, señala que le gustaría en un futuro tener mayores ingresos económicos para tener una vida más independiente y en consecuencia anhelar una mejor calidad de vida.

Durante varios años su dependencia para hacer sus actividades, como el simple hecho de comer, estuvo sujeto al apoyo de su familia al cien por ciento y ahora gracias a que comenzó a tener mayor movilidad ha comenzado a no ser tan dependiente.

Manuel considera que hay muchos obstáculos para las personas que tienen alguna discapacidad física o que en algunos casos no son tomados en cuenta por la sociedad o que simplemente son rechazados; por ello invitó a la sociedad a que reflexione, ya que todos necesitamos de todos. En Zitácuaro se requiere un sistema integral de educación, cuidados y rehabilitación para quienes viven en esta situación.

Manuel, al igual que muchas personas que tienen alguna limitación física o que su silla de ruedas es su medio de transporte, requiere del apoyo y la comprensión de la sociedad.

“La diferencia entre ustedes y nosotros, es que a nosotros nos cuesta el triple de tiempo, de esfuerzo, el realizar un movimiento; pero yo creo que en la medida que nos den el chance, podemos hacer las cosas. Me he dado cuenta que somos más responsables y hacemos mucho mejor las cosas”, había expresado Hermila Gómez Maya cuando fue entrevistada por El Despertar, hace algún tiempo, sobre el tema de la discapacidad.

“No nos gustaría ser una carga social, ni una carga familiar, porque lejos de considerarme discapacitada, como nos llaman, yo digo, yo creo que me he dado el chance de hacer muchísimas cosas y de convivir con gente que también ha llegado lejos con una condición de discapacidad”, subrayó la también dirigente de la organización “Colif”, Club Organizado de Limitados Físicos, A.C.

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