Marco Antonio Guerrero Patiño
H. Zitácuaro, Mich. Marco Antonio Guerrero Patiño, recorre todos los días las calles de la ciudad,
frecuenta mercados, plazas públicas, entre otros para ofertar sus empanadas que pertenecen a un
proyecto emprendedor de su esposa e hijos que lleva por nombre “El Dulce Antojo”.
Guerrero Patiño es originario y vecino de esta ciudad de Zitácuaro, tiene 58 años de edad,
anteriormente tenía un taller de bicicletas, a un costado de la unidad deportiva “Siglo XXI”.
Con el paso del tiempo su esposa e hijos emprendieron un negocio propio, la elaboración de
empanadas o pastes, mismo que llevan rellenos naturales como piña, atún, manzana, higos y
algunas empanadas estilo hawaiana.
Todo se elabora de manera natural, sin conservadores artificiales, además se utilizan procesos
higiénicos y limpieza.
Implica mucha dedicación para su elaboración, son alimentos de primer nivel, tipo gourmet.
José Eduardo y Juan Carlos Guerrero Jiménez, sus hijos, son quienes llevan a cabo la elaboración
de estos deliciosos productos, junto a su madre, Bertha Alicia Jiménez Mercado, quien es la
creadora de estas empanadas.
Actualmente su establecimiento está ubicado en la avenida Hidalgo oriente 73, a un costado de la
entrada de la unidad deportiva “Siglo XXI”, en horario de 9:00 a 17:00 horas.
Bertha Alicia Jiménez Mercado, es una mujer que le fascina la preparación de alimentos. Sin haber
tomado algún curso o cursado alguna especialidad en gastronomía, su creatividad la llevó a
elaborar estos productos.
La necesidad de trabajar, de sacar adelante a sus hijos, dio motivo a emprender un negocio como
éste, hacer empanadas o pastes.
De tal manera que sus hijos estaban estudiando en el Instituto Tecnológico de Zitácuaro, en las
carreras de ingeniería civil y arquitectura, respectivamente.
Precisamente José Eduardo y Juan Carlos Guerrero Jiménez interrumpieron sus estudios y les
empezó a fascinar la elaboración de pastes.
Marco Antonio Guerrero, como ya se mencionó, era reparador de bicicletas, tenía su propio taller,
posteriormente su familia lo integró al negocio de preparación de alimentos.
Durante dos décadas Antonio Guerrero laboró en el ramo de la hotelería y turismo en la capital del
estado, Morelia.
Trabajó para un hotel que lleva por nombre Calinda y el hotel Fiesta Inn Morelia, éste último
ubicado cerca del Centro de Convenciones. Laboró en las áreas de recepción y contabilidad,
respectivamente.
Uno de sus pasatiempos favoritos es pasear en bicicleta de ruta, además tiene una fascinación por
estudiar o leer libros.
En su juventud llegó a participar en algunos eventos ciclistas, siempre en carretera, también
llamado ciclismo de ruta.
Para concluir indicó que en lo que se refiere a su trabajo como vendedor, “lo hago con mucho
gusto. Lo hago con mucho amor. Me dedico de tiempo completo a este negocio y es una manera
en la que yo apoyo a mis hijos”, puntualizó.