Miguel Soto 

H. Zitácuaro, Mich. – Miguel Soto nació en el municipio de Tuxpan, Michoacán, se traslada en su silla de ruedas, siendosu medio de transporte esencial para desarrollar sus actividades laborales. Es un joven que se esmera por seguir adelante, tiene limitaciones físicas, pero lucha ante todo tipo de adversidades para poder conquistar sus ilusiones y sueños. 

Comenzó a dedicarse a la pintura a la edad de 13 años, descubrió su talento en base a su necesidad de inmovilidad. Expuso que no es común que a las personas en esa condición les brinden oportunidades laborales.

El gusto por la pintura fue el reflejo de salir adelante en la vida y ganarse el pan de cada día. Al incursionar en la pintura le nació el gusto y la pasión por participar en actividades artísticas y culturales.

En algún momento tomó un curso, pero lo sorprendente es que nació con ese talento sin haberse dado cuenta.

Los trabajos en los que se enfoca son pinturas, en la especialidad de paisajismo, que son trabajos que sus clientes le mandan hacer. Labora exclusivamente por pedidos y es la manera más práctica para su desarrollo laboral.

Desde su hogar trabaja y es ahí donde pone todo su esfuerzo y corazón para tratar de darle al cliente un producto de calidad.

A lo largo del tiempo se ha percatado que a la gente le gusta y fascina su actividad artística. “Entonces es muy padre que la gente reconozca el trabajo de uno, es bonito. El arte es una de las fuentes que me ha dado para sobrevivir”, expuso Miguel en entrevista con “El Despertar”.

Cursó sus estudios básicos, desde primaria y secundaria, pero por cuestiones económicas tuvo limitantes. Por ello su segunda opción fue obtener un empleo por iniciativa propia.

Cuando tenía la edad de 12 años padeció un accidente y ya no tuvo la oportunidad de volver a caminar por su propio pie. Tuvo que ir con médicos y especialistas de la salud, además de asistir a terapias de rehabilitación física.

A la edad de 20 años tomó la determinación de salir de su hogar para tener una vida independiente, como lo ha sido afechas recientes. “Todos los años se aprende algo diferente y siempre hay metas. Nuevos sueños que cumplir”, indicó.

“No somos monedita de oro. Habrá gente que no le caigo bien, pero habrá quienes realmente me conocen y saben quién soy yo”.

“No necesito aparentar quien soy yo, hay gente que me conoce y sabe lo que ha costado hasta donde estoy”.

Por su condición física o social, considera que también hay quienes le han rechazado o discriminado.

“Hay quienes no le han brindado una oportunidad de trabajoy lamentablemente hay quienes ven a los toros fuera del ruedo. Solamente uno sabe si tienes o no para comer, si tienes o no para pagar una renta. Solamente uno sabe”.

Le han comentado algunas personas que él no requiere de apoyo, pero él en sus pensamientos manifiesta que también tiene que comer y además hacer pagos por servicios básicos.

Calificó que es una tristeza que, en la actualidad, todavía haya ese tipo de mentalidades, para que la sociedad pueda ayudar o volteen a ver al sector de la discapacidad. Prevalece el egoísmo y la individualidad.

Miguel es una persona auténtica, trasparente en sus sentimientos y en su forma de ser. Siempre ha salido adelante, gracias a Dios. Actualmente tiene 34 años de edad y sigue construyendo sus sueños en base a su trabajo y esfuerzo.

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