Personaje de la semana

María Castillo Alzati

H. Zitácuaro, Mich. – Cocinera tradicional, alfarera, mujer indígena, bilingüe y además emprendedora, así es María Castillo Alzati, quien se ha distinguido por perseverar sus conocimientos en gastronomía tradicional. Es originaria de San Felipe de Los Alzati, orgullosamente zitacuarense.

Dentro de su repertorio como cocinera tradicional sabe preparar quesadillas con hongos, de champiñón, huitlacoche, rajas, nopalitos con cebollitas, papas con chorizo, picadillo con papa, acompañadas con una deliciosa salsa de molcajete.

Por si fuera poco, hace tortillas, las cuales son preparadas con auténtica masa de maíz, sin incluir otros productos artificiales.

Castillo Alzati comenzó su oficio o profesión desde los diez años de edad, su madre le enseñó a procesar el nixtamal en un metate, mientras que su progenitora sembraba maíz. De igual manera aprendió el oficio de alfarera.

Explica que con mucho esfuerzo cargaba en sus manos con “la mano del metate” para poder quebrar el maíz.

Su familia se distinguió por ser de bajos recursos económicos, por lo que, ella era la encargada de hacer un molcajete de chile o salsa, así como cocinar una olla de frijoles, alimentos indispensables o básicos en la cocina tradicional.

Había ocasiones en que cocinaba con quelites, los que acompañaba con una salsa, elaborada con chiles manzanos, mezclados con tomates, como parte del menú. Así han sido los almuerzos o comidas en las comunidades originarias de Zitácuaro y la región.

A la hora de poner el “bote de nixtamal”, recibía instrucciones precisas de que le pusiera cal exacta, moviendo esa combinación con un palo. Posteriormente tenía que verificar que el maíz estuviera blandito, para que las tortillas adquirieran ese rico sazón.

María Castillo se crió con una tía, ya que quedó huérfana de madre cuando tenía 15 días de nacida, fue entonces que la recogió la cuñada de su padre. Fue su mentora y su guía, se llamaba Tomasa Santiago García, su madre de crianza, fue quien le enseñó tejidos y bordados.

Así mismo aprendió hacer adornos, mismos que se utilizan en las faldas, como parte de las vestimentas indígenas.

En su momento, a sus hijos los enseñó a usar “calzón de manta”, una manera de vestir tradicional de los pueblos indígenas, explicó para “El Despertar”, al igual les ponía huaraches y un sombrero pequeño.

Como parte de sus enseñanzas, también aprendió a hacer morralitos, mismos que se hacen de manta y son ataviados con adornos.

Desde hace algunos años ha compartido sus conocimientos en gastronomía, alfarería y otras experiencias más de la cultura tradicional. Conocimientos que ha trasmitido a sus hijos, con el fin de preservar las tradiciones.

Recuerda que cuando era niña aprendió a hablar primeramente otomí y posteriormente tuvo que aprender el español, de ahí que es mujer bilingüe.

Hace algún tiempo fue invitada a participar en un certamen de Cocineras Tradicionales en territorio michoacano, donde su platillo obtuvo el primer lugar, cocinando el tradicional mole en chile rojo, así como los tamales de ceniza y salsa de molcajete.

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