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SINOPSIS POLITICA 01/06/2019

                                       EL EJÉRCITO SE HA DEGRADADO: CULPABLES SOMOS TODOS

Es, el Heroico Ejército Mexicano el último recurso en la defensa de la soberanía nacional. Fue instruido para eso, para defender a la patria con honor, lealtad y disciplina, no para realizar labores policiacas, menos para sacarlo de sus cuarteles y mezclarlo con la mierda, donde con toda certeza sería contaminado.

Ver imágenes donde la dignidad, gallardía y valentía de nuestro Heroico Ejército Mexicano son ultrajadas por una horda de canallas, sin importar el pretexto, razón o justificación, es en verdad deplorable. Pero los responsables de esas consecuencias que estamos padeciendo, somos todos: los grupos de narcotraficantes que se han degradado, perdiendo los códigos de honor, pues se convirtieron de hombres de empresa, que veían ese negocio como una forma de generar riqueza que distribuían entre los mexicanos, para mutar en vulgares extorsionadores, secuestrados y asesinos; una sociedad apática y decadente en valores y una clase política con gobiernos pútridos, más preocupados y ocupados en el poder y la rapiña, que llevar a sus gobernados a mejores condiciones de bienestar.

Se extinguen los hombres virtuosos y ejemplares, ahora abundan los que cambian la riqueza de los valores, por la pobreza que proporciona el dinero. Se profundiza la confusión entre el honor y valentía, con la ventajosa cobardía. Bestias a las que se les ha arrebatado el alma, todo escrúpulo, capaces de destazar a su prójimo sin remordimiento alguno, nada más para intimidar a sus adversarios. Y todo por dinero.

Es tanta la descomposición, que resulta común que integrantes del Ejercito Mexicano y la Marina se conviertan en pistoleros al servicio del crimen organizado o por dinero simulen que alrededor de sus cuarteles no pasa nada, que intenten ignorar que en todas las ciudades, pueblos y rancherías adyacentes a sus respectivas zonas militares, no operan abiertamente grupos armados; pero sobre todo, que intenten hacer creer a la población que no los conocen, que no saben quiénes son los cabecillas de las organizaciones criminales que mantienen oprimidas, sumidas en la zozobra, a las poblaciones que se encuentras en sus jurisdicciones. De las corporaciones policiacas, ni hablar…crimen organizado y policías, son lo mismo.

Por esa contaminación, pudrición y disgregación en las estructuras del gobierno (de todos los niveles y ordenes), no resulta extraño que los soldados detenidos, desarmados y humillados en días pasados (en tierra caliente), sean acusados de haber asesinado dormidos a dos supuestos autodefensas y que sus superiores sean señalados, de manera directa, de “estar vendidos” con una de las células delictivas que en esa región operan. Pero lo más grave, es que la población civil transite armada con fusiles Barret, calibre 50, con capacidad para derribar helicópteros y traspasar el blindaje de vehículos, que se les decomise por el ejército y se les regrese dicho armamento ilícito por las mismas fuerzas armadas, que sin ninguna resistencia cedieron al chantaje de grupos armados, que ya ni siquiera operan desde la clandestinidad y con el pretexto de la inseguridad transitan libremente, realizando -supuestamente- el trabajo que compete al Estado, al gobierno.

Lo anterior proyectó al mundo la fragilidad de nuestras fuerzas armadas, pero sobre todo la debilidad del gobierno federal y ausencia absoluta del estado de derecho e ingobernabilidad que padece Michoacán.

GOBERNADOS POR PAYASOS

En esos días, cuando caravanas de alrededor de 30 camionetas, con aproximadamente 80 personas armadas, transitaban con libertad absoluta en territorio michoacano y asesinaban a policías en Zamora, mientras otro grupo delincuencial anunciaba que se dirigía a Churumuco y retaba a sus rivales “salir a lo limpio y darse un topón”, cuando alrededor de 20 jóvenes eran acribillados en un enfrentamiento en Uruapan; cuando en Zitácuaro, la tierra del gobernador, hay mínimo un ejecutado por semana, mientras se ultraja a la única institución que todavía conserva algo de dignidad, honor y respeto, nuestro Secretario de Gobierno, el responsable de la política interna del Estado, el jefe del gabinete del gobierno y líder del de seguridad, el funcionario que se supone encarna la formalidad, seriedad y solemnidad del Estado, se entrega en cuerpo y alma a la disipación.

En este espacio ya habíamos advertido que, ni por error, Carlos Herrera Tello reúne el perfil para ostentar una responsabilidad pública tan grande, como es la Secretaria de Gobierno…y resultaría ocioso reitera las razones, pues su habilidad se reduce exclusivamente a hacer dinero, aprovechar los cargos públicos para lucrar con sus empresas constructoras y todo instrumento a su alcance. La mejor muestra, es su repentino crecimiento económico, a partir de su incursión en espacios relevantes de la política y ser favorecido con contratos multimillonarios. Cúmulo financiero que no soportaría una auditoria del gobierno federal.

Hemos insistido que, si no pudo traer seguridad, desarrollo y bienestar a un municipio, menos podría hacerlo en los 113 que integran el estado. Él tal vez sea buen candidato, pues es “chistosito”, pero de eso, a que tenga la capacidad de estadista, la habilidad política, el talento, carácter, temple, arrojo, para dirigir un área tan sensible y delicada, como es la Secretaría de Gobierno, está muy distante. Y las consecuencias de su ineptitud se continuarán sucediendo y la población padeciendo.

Herrera Tello, lejos de preocuparse y ocuparse en controlar y solucionar las diversas crisis que azotan al estado, sobre todo la de seguridad y gobernabilidad, además de erigirse como escudo del ejecutivo. Insisto, lejos de que el Secretario de Gobierno asuma con seriedad y responsabilidad su compromiso, cuando Michoacán se encuentra en tensión extrema, el funcionario se dedica a ridiculizar y degradar a la institución que representa. Columnistas de la capital del estado dieron cuenta en sus colaboraciones como en un espectáculo de Rock, de “Caifanes”, nuestro ex presidente municipal se contorsionaba al ritmo de las notas musicales e intentaba tomar por el talle al jefe de la oficina del gobernador para bailar, “olvidando la investidura y solemnidad que representa”, comentó el periodista Armando Saavedra.

El también abogado escribió en su columna, “Bajo La Lupa”, que nadie puede poner en duda el derecho al esparcimiento del edil con licencia de Zitácuaro, sin embargo, el cargo de Secretario de Gobierno, como de todos los del gabinete legal, son cargos de 24 horas, pero en especial el que cuida de la gobernabilidad del estado no tiene día ni horario, es un cargo en el que el “traje de secretario” no se puede colgar en el perchero y sólo dejar al ciudadano común y corriente, para que haga y deshaga, faltando a las reglas de la ética, la moral, el profesionalismo y la responsabilidad con la que se desempeñan cargos como este.

En pocas palabras y en lenguaje llano: Mientras que Michoacán se hace pomada, cuando el Estado se cae a pedazos, nuestras autoridades no sólo se conducen con frivolidad, si no que dan rienda suelta a sus mariconadas. Lo que tampoco es malo (cada quien sus preferencias), pero es poco común en un área que se ha caracterizado por la fortaleza de carácter y hombría de sus titulares. Además, lo que sucede no da tiempo para el esparcimiento, pues nos encontramos en estado de emergencia. Pero tal vez tampoco de eso se han dado cuenta.

                        LAS CONSECUENCIAS ELECTORALES DE LA OMISIÓN DEL GOBIERNO FEDERAL

Cuando se vota por un proyecto diferente al régimen imperante, es por el hartazgo ciudadano en contra de los excesos, abusos y erróneas políticas pública; pero sobre todo, porque se albergan esperanzas de que, con la llegada de un gobierno diferente, se aplique la ley a los ex mandatarios y funcionarios abusivos, que se castigue a los que se excedieron en perjuicio de los gobernados… y con discreción, sin tanto aspavientos, todo parece indicar que AMLO lo estaría haciendo.

Esperemos que sus correligionarios en otros niveles y ordenes de gobierno y representación popular hagan lo propio, que denuncien los ilícitos de sus antecesores, de los gobiernos del pasado que incurrieron en conductas deshonestas e ilícitas, que persigan sin consideración alguna la corrupción y combatan la impunidad.

La orden de aprehensión contra el director de Pemex, entre otros ilícitos, por colaborar en actos de corrupción de la empresa Odebrecht, despierta la duda si se trata del “chivo expiatorio” del sexenio. Así mismo renacen las esperanzas de que la ley se aplique de manera inflexible a todos los ladrones que han lastimado a los mexicanos, que en verdad no se tape nada, ni se conceda impunidad a nadie, de tal forma que sólo los más honestos lleguen a la función pública, que ese trabajo de castigar la corrupción alcance, por ejemplo, a Lázaro Cárdenas Batel, a Leonel Godoy Rangel, quienes también hicieron negocios con Odebrecht. A ver si es cierto que son muy imparciales en la aplicación de la ley.

En el combate al crimen organizado, que en primera instancia es una competencia de la federación, por tratarse de ilícitos de dicho fuero, llama la atención la indolencia del gobierno federal, la desidia para proteger a los michoacanos de los grupos que mantienen el control del territorio estatal, avasallando a los pobladores. Dicha negligencia podría ser parte de una estrategia perversa, de tipo electoral. Es decir, permitir que los michoacanos sigan siendo ultrajados por la ineptitud de las autoridades estatales y el terror que imponen con sus practicas los grupos delincuenciales. Que el hartazgo ciudadano llegue al limite y al momento de acercarse la jornada electoral, entonces el gobierno federal emerja como el gran salvador del estado.

 

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