Sinopsis Política

SINOPSIS POLITICA

                                                                              SINOPSIS POLITICA

                                                                    Por: J. Salatiel Arroyo Zamora

                                                                       MORENA SIN CANDIDATOS

 Pocas veces se ha ocasionado un agravio tan brutal a los fundadores y militantes de un partido político, como ha sucedido en esta ocasión en Morena. Dónde, no solo se les discriminó en las candidaturas, si no que les impusieron a personajes que representan toda la perversidad, contra la que dicen estar luchando: Lo más corrupto y conservador del PRI, lo nefasto de la derecha del PAN y la mayor simulación de la izquierda (PT). Todo reunido, en nada más tres personas: sus candidatos.

 Es verdad que Rosa María Salinas Téllez es la aspirante que más ha trabajado y mejor ha organizado a sus seguidores, pero también es cierto que no es fundadora, ni siquiera militante de Morena, ella tiene su origen partidista en el PAN, surgiendo a la actividad electoral impulsada por Juan Carlos Campos Ponce, cuyos colaboradores impuestos en la estructura de campaña de Salinas Téllez en el proceso electoral pasado, son los que se encargaron de “negociar” la derrota electoral del partido de AMLO en el Municipio. Obviamente con la silenciosa complacencia de la candidata.

 Pero, donde se volaron la barda, es la designación de Juan Carlos Orihuela Tello, integrante de la dinastía priista más nociva del estado, de quiénes no es necesario decir más, cuando son del dominio público los antecedentes del individuo, un priista aliado del PRD y de Leonel Godoy, inscrito por Morena para ser candidato a presidente municipal e impuesto por el PT para que encabece la formula a diputado local por el distrito de Zitácuaro.

 En el simulado proceso interno para “elegir” candidatos, le fue tan mal a Morena que, al menos en Zitácuaro y sus distritos, sus fundadores y militantes quedaron excluidos para encabezar candidaturas, formulas y planillas. Por ejemplo, en Tuzantla resultó “electa” candidata una reconocida militante tricolor, ex candidata a diputada local del PRI, dirigente en funciones del ONMPRI en el municipio y progenitora del presidente del comité municipal del Revolucionario Institucional en dicha jurisdicción, quien ni siquiera se inscribió para participar en la encuesta… es más, ni sabía que había resultado “electa”, desplazando en el proceso “electivo” interno a militantes de Morena que si se registraron y realizaron actividades de promoción y fortalecimiento.

 Acciones, las anteriores, que ridiculizan al partido y se perciben intencionales que tienen el propósito de derrotar al partido desde las entrañas mismas de sus estructuras y liderazgos, proyectando una posible infiltración, que estaría maniobrando desde dentro de Morena para llevar a la derrota al partido de López Obrador. 

 En otras regiones la misma militancia acusa de serias irregularidades, como la imposición de candidatos identificados por sus nexos con poderes fácticos. Así que, la designación para ocupar cargos de elección popular de personas ajenas a los ideales filosóficos de Morena, es cosa menor.

                   INCONFORMDADES “TÍMIDAS” POR DESIGNACIÓN DE CANDIDATURAS EN MORENA

 En el artículo 6 (bis) del estatuto de Morena, se establece que, solamente tienen derecho a las candidaturas para dirigir al partido o para cargos de elección popular, aquellos aspirantes que tengan una trayectoria de lucha en la izquierda. Por lo que, no pueden ser candidatos los ex panistas ni los ex priistas que tienen una trayectoria de lucha en contra de Morena.

 Al respecto, se ha omitido corregir el artículo 44 del estatuto, que se refiere a las candidaturas externas. Sin embargo, ese articulo 44 es más viejo que el artículo 6 (bis), por lo tanto, el que rige es este último. Luego entonces, cualquiera que se haya registrado para ser candidato a presidente municipal, sindico, regidor, diputado local, federal… si su candidatura se la dan a un priista o a un panista, está en su derecho (fundado y motivado) para impugnar el registro, haciendo se respete el artículo 6 bis.

 Ni Mario Delgado, ni ningún integrante de la Comisión Nacional de elecciones, pueden otorgar candidaturas violentando los estatutos, en particular el artículo citado. De lo contario, los fundadores y militantes del partido quedarán a merced de priistas y panistas oportunistas que han llegado a invadir a Morena. De nada servirían las luchas libradas en contra de quiénes cometieron los fraudes electorales del 2006 y 20012 (el del 1988, operado por Manuel Bartle,t ya se olvidó y este ha sido purificado).

 Para rescatar al partido de los traidores e infiltrados, los morenos deben impugnar el proceso interno con determinación, sin tibiezas. Deben hacer que se respete el marco teórico filosófico y legal del instituto político, sin caer en complacencias con la descomposición. Pueden, para empezar, demandar la nulidad de dichos registros, que se han realizado a favor de priistas y panistas.                                                          

                                                                   LA SEDUCCIÓN DEL PODER

 Para gran parte de la población no hay nada más atractivo que el poder, por él arriesgan la libertad y exponen la vida. En otros, la fuerza de seducción que ejerce el poder resulta irresistible y son atraídos por quien lo ostenta como abejas al panal. Pero cuando esa “potestad” resulta volátil y efímera, cuando se desvanece o se trunca la posibilidad de ejercerlo, el centro de emanación del poder se queda solo. Así sucede con todo gobernante al finalizar su periodo de gobierno, además de la soledad, es envuelto por una deprimente sensación de nostalgia, por haber sido el centro de atención de todo y pasar bruscamente a la indiferencia y, entre más se le alimentó la egolatría, más dramático resultará el regreso a la realidad.

 Ese poder inicia y se ejerce incluso desde que se es candidato de una organización política competitiva, pues todas las fuerzas del partido que lo postulan, los militantes y colaboradores, se arremolinan en torno al elegido en busca de agarrar un pedazo de ese poder, asegurar un espacio en el ejercicio público, un empleo o ciertos privilegios. Pero si ese proyecto se cae o se obstaculiza la posibilidad de conquistar el poder superior que se persigue (y que no tiene nada de divino, al contrario), el poderoso candidato, aparte de ser abatido con el duro golpe, es abandonado por algunos y traicionado por otros que, además de ir a ofertar sus servicios a otros aspirantes, infaman a quien juraban lealtad. 

 Algo similar está padeciendo en este momento Raúl Morón Orozco, quién, hace una semana, era el puntero en las encuestas por la gubernatura de Michoacán, pero al retirarle el INE el registro como candidato, la incertidumbre ha minado el estado de ánimo de sus partidarios y seguidores. Incluso, algunos ex aspirantes de Morena y PT que se quedaron en el camino rumbo a la misma nominación, se han reactivado en busca de arrebatarle la oportunidad de gobernar Michoacán. Se especula que son varios los que deambulan por las sedes de los poderes en la CDMX en busca de la “bendición” del gran elector, pretenden ser agraciados con el dedo “divino”. Entre ellos estaría el ex líder nacional del PAN, Germán Martínez Cázares, la Senadora Blanca Piña y posiblemente Reginaldo Sandoval, entre otros.

 Esa incertidumbre por las indefiniciones que han provocado la cancelación de la candidatura de Raúl Morón, aparte de reactivar la codicia y avaricia en sus correligionarios y aliados, favorece a sus adversarios externos.

 De entrada, paraliza el activismo político de Morón, quien estaría concentrado en la defensa de sus derechos constitucionales (de ser votado) y se genera desanimo en los seguidores de la 4T. Así mismo, se despierta la ambición en líderes y caciques del partido, que intentarán desplazarlo de la candidatura, para convertirse ellos en los abanderados, generando fracturas y posibles deserciones, para beneficiar de manera directa a candidatos de otras fuerzas políticas, como Fuerza por México, que postula a Cristóbal Arias Solís, el más experimentado de los aspirantes a la gubernatura; al Partido Verde Ecologista de México, que está representado por Juan Antonio Magaña de la Mora, sin duda el mejor perfil en la contienda; y, de manera indirecta, los más beneficiados serían los partidos de la alianza PRI, PAN y PRD; porque, al fracturarse el voto de Morena y emigrar a otros partidos, estos se fortalecen, pero no les alcanzará para superar el voto duro de los partidos de la alianza. Aunque Morena conserva el sufragio clientelar de millones de adultos mayores y “Jóvenes Construyendo el Futuro”.

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