SINOPSIS POLÍTICA
Por: J. SalatielArroyo Zamora
NADA A CAMBIADO PARA BIEN LA 4T, AÚN ASÍ PODRÍA ARRASAR EN LAS PRÓXIMAS ELECCIONES
No es verdad que los mexicanos estemos mejor ahora con la “Cuarta Transformación” que con gobiernos pasados, las administraciones públicas surgidas de Morena ningún cambio positivo a favor de la población ha realizado, que no sea repartir migajas con dinero que se arrebata a los contribuyentes. En materia económica la inflación por la que se atraviesa no se había padecido en 20 años y los expertos en finanzas auguran que ese aumento generalizado de los precios de bienes y servicios (incluidos los productos de la canasta básica), podría prolongarse hasta 2024. Siendo los sectores sociales desprotegidos y vulnerables los más castigados.
Y no es necesario ser expertos en la bolsa de valores, en asuntos bancarios, mercantiles y bursátiles para darse cuenta que el poder adquisitivo está jodido, que con los 250 pesos que gana al día un obrero o jornalero agrícola no alcanza ni para dos kilos de carne y con dificultad se adquieren 10 litro de gasolina para trasladarse en auto al trabajo. Pero si compras gasolina, no comen tú ni tu familia. Comer tres veces al día se ha convertido en un lujo que no cualquiera se puede dar y eso que nos prometieron que “primero los pobres”.
Esa inflación ha pegado con fuerza, aumentando el precio de la tortilla y el huevo un 4 y 57% durante el sexenio, respectivamente. Pasando de 14 pesos el kilo de tortillas a en 2018 a 20 pesos en julio del 2022; mientras que el huevo aumentó de 28 a 44 pesos el kilo.
Pero si enfermas y no dispones de capital para atenderte en el Star Médica de Morelia o el Sanatorio Memorial de Zitácuaro, por citar algunos, es el peor “error” que puedes cometer, pues tendrás que acudir en busca de recuperar tu salud a hospitales públicos y te encontrarás con la incongruencia de que hay más sensibilidad humana en el sector salud privado, que en el público. Se supone que con la 4T los servidores públicos deben ser más humanos y sensibles, demostrar con hechos que efectivamente estamos disfrutando de una transformación. Especialmente en materia de salud, donde el paciente y su familia, además del dolor físico, padecen la angustia de la escasez económica y el riesgo de perder, a parte de la vida, sus menguadas posesiones.
Ignoro lo que suceda en otras entidades federativas del país, pero en Michoacán la atención medica en el sector público tampoco ha cambiado con la 4T. Somos conscientes que en los nosocomios privados prevalece el lucro y quien se atreva a depositar la atención de sus padecimientos en las garras de algunos profesionales de la salud que en ellos atiendan, debe estar dispuesto a desembolsar fuertes cantidades de dinero y si no lo tiene, perder el carro y hasta la casa, pues no existe regulación en materia de precios y si la hay, se desconoce y no se aplica. Por eso, uno de los mejores negocios en la actualidad, además de crear un partido político y fundar una iglesia, es tener un sanatorio.
Pero acudir a ellos es opcional si se dispone de dinero suficiente, pues ahí es lo que realmente importa y a nadie se le engaña, ya que es del dominio público. A cambio el paciente tendrá atención de calidad y calidez.
Sin embargo, se supone que el personal que labora en el servicio público lo hace por convicción y ahora, con la 4T, el cambio debe demostrarse en los hechos, con sensibilidad humana y atención amable. Pero en los hospitales públicos los pacientes y sus familias son tratados por el personal como seres despreciables. No obstante percibir un salario seguro, que previamente le ha sido pagado por el enfermo y los suyos.
Desde las trabajadoras sociales, que actúan como si fuesen custodios de prisiones, hasta las enfermeras y algunos médicos, incluso especialistas, que se más suponenpreparados, a pesar de tratarse de empleados públicos, tratan a los enfermos y familiares como sí les hicieran algún favor, además de humillarlos con actitudes prepotentes, déspotas y con regaños, como si los visitantes conocieran de medicina o los reglamentos internos que rigen en dichos lugares. Resultando más amables incluso los policías auxiliares que resguardan las áreas.
En materia de salud, los funcionarios respectivos se conducen de manera similar a los que laboran en el sectoreducativo, que exigen la permeancia de la educación “pública y gratuita”, pero son ellos mismos los que, con sus deficiencias, están acabando con esa posibilidad, pues en el ámbito privado la atención es mejor.
Por cierto, en esta asignatura (educativa), tampoco se hansuscitado cambios o “transformaciones” positiva a favor de la población, ni siquiera en beneficio del sector magisterial, al que se le continúa incumpliendo los compromisos gremiales y salariales, y ahora se pretende desaparecer del programa de estudios del nivel medio superior las materias de humanidades, como son ética, lógica, estética e introducción a la filosofía, asignaturas que proporcionan al individuo los elementos para consolidar una conducta virtuosa. Entre otros que contribuyen en la formación de una humanidad mejor. No basta con la degradación moral de la sociedad, ahora se pretende retirar por completo la reflexiónhumanista y convertir en robots a los mexicanos.
Dónde tampoco hay cambios para bien, es en seguridad pública y combate a la violencia, lo que se ha convertido en el “talón de Aquiles” del gobierno de AMLO, cuyas cifras resultan mortalmente fatales: en homicidios dolosos el gobierno de la Cuarta Transformación ha superado con mucho a sus adversarios conservadores del PAN y del PRI.
El multi cuestionado presidente alcohólico, que “alborotó el avispero con su guerra fallida para convertir al país en un cementerio lleno de sangre”, de diciembre del 2006 a mayo del 2010, permitió el asesinato de 48,580 mexicanos. En el mismo lapso de tiempo, de diciembre del 2012 a mayo del 2016, el “inepto, corrupto e ignorante gobernante Enrique Peña Nieto, hoy amigo del mandatario nacional, acumuló 59, 938 asesinatos. Pero el rayito de esperanza, la honestidad valiente, el estadista incorruptible, con su negligencia y estrategia de “abrazos y no balazos” a los criminales, ha provocado que estos se crezcan, se multipliquen, fortalezcan y expandan, incentivando el asesinato de 99, 784 mexicanos en cuatro años de gobierno, superando el doble de caídos de uno de sus peores enemigos: Felipe Calderón Hinojosa, lo que demostraría que es el doble de inepto y corrupto, que el “borrachín”.
Resulta clara la nula capacidad del gobierno para dar resultados favorables a la sociedad, los indicadores solo muestran retroceso y dispendio, mientras el líder supremo siempre tiene otros datos y los culpables de todo son los gobiernos anteriores. Y todo esto sucede porque no existe oposición responsable y seria, todo es simulación. En eso se debe reconocer la efectiva operación política del Secretario de Gobernación que, aunque es poseedor de un pésimo perfil como candidato, a resultado eficiente para negociar y someter a los dirigentes partidistas, particularmente del PRI, quien ahora se asume perseguido, consecuencia de haber faltado a los acuerdos pactados.
Además, la solución a la inseguridad y violencia no es armar a la población. Los ciudadanos para eso pagan impuestos, para que sus empleados cumplan con sus obligaciones constitucionales. Siendo una de ellas la seguridad pública y la certeza de la protección a la integridad personal y patrimonial. Para ello también existen las corporaciones policiacas, el ejército y la marina, y el deber de los representantes populares es exigir se cumplan dichas obligaciones, no andar también con ocurrencias distractoras.
Ningún partido u organización política está cumpliendo con su responsabilidad cívica y jurídica, todos se prestan al juego sucio del gobierno. Mientras este continúa con sus tácticas distractoras a través de la creación de conflictos, acusaciones, intrigas y pleitos con todos o deteniendo a supuestos capos en retiro y permitiendo la libre operación de los que sí representan peligro, no sólo para los mexicanos, también para el mundo.
Insisto, el sistema de partidos está corroído, no existe cohesión interna, mucho menos oposición generadora de equilibrio frente a los excesos y embestidas del poder. Vemos al PRI postrado, empinado y penetrado por el gobierno; un PRD al borde del exterminio, donde su dirigente en el último bastión implora que algunos desgastados cuadros no abandonen sus filas, cuando se debería aprovechar la emigración como un proceso de depuración y oxigenación, así mismo entender que ceder a chantajes es sinónimo de debilidad. Y un PAN, critico en el discurso, pero pasivo en las acciones legales en contra del régimen que está permitiendo el exterminio de miles de mexicanos.
Pero el peor de todos, es Morena. Se supone que los partidos políticos deben erigirse como los más celosos guardianes de los gobiernos surgidos de sus entrañas, para que se conduzcan apegados a la declaración de principios y programas de acción establecidos en los documentos básicos que le dieron vida, y en Morena todos se han convertido en dóciles cómplices del poder y sus erráticas acciones y omisiones.
Mientras esas erráticas prácticas y malos hábitos del gobierno federal, de violentar las normas jurídicas y morales, están siendo imitadas y reproducidas por otros gobiernos, entodos los niveles.
