Editorial

UNA GOTITA DE ECOLOGIA

Por: Víctor Verde

CAMBIO CLIMATICO Y CONSERVACION FORESTAL

Con el gusto de saludarles, me pongo a sus órdenes, mediante este artículo que espero sea de su interés. Pero va anticipado un agradecimiento por sus atenciones.

No es la primera vez que, en una Cumbre sobre Cambio Climático, se llama a los países a adoptar o adaptar medidas que disminuyan los daños y el deterioro que provoca la pérdida de bosques y selvas en todo el mundo. Recordemos que en 2014 Naciones Unidas hizo un llamado mediante un acuerdo para reducir a la mitad la deforestación para 2020 y poner fin en el año 2030.

Luego, en 2017, estableció otro objetivo para aumentar las tierras boscosas en 3% en todo el mundo, para 2030. Pero la deforestación continúo a un ritmo alarmante y no se ha podido detener, según un informe de 2019, con graves consecuencias para detener el cambio climático. 

Por ello los países urgen a revertir esta situación que agrava el calentamiento global y la captura de bióxido de carbono, uno de los principales gases de efecto invernadero, por lo que la tala de árboles puede tener graves impactos a nivel mundial, muy en particular sobre la vida del planeta. Según datos de la propia ONU, 420 millones de hectáreas de bosque se han perdido desde 1990 y la agricultura es la razón principal de esta situación.

Hay algunos esfuerzos de recuperación de los bosques mediante las reforestaciones y la forestación natural, pero los árboles necesitan años para crecer y madurar, para absorber el Bióxido de carbono.

Durante la última década se han perdido 4.7 millones de hectáreas anuales de bosque en todo el mundo, cuyos países más afectados son Brasil, República Democrática del Congo, Bolivia e Indonesia. Para América Latina es alarmante que 3 países estén integrados a esta lista: Brasil, cuya fracción de la Selva Amazónica alcanza el 60% del total y no para la tala de árboles, aunque las cifras oficiales así lo señalen. Más preocupante resulta pues la política del actual presidente Jair Bolsonaro, ya que impulsa la agricultura y la minería en la Amazonia.

Bolivia, otro de los países de América Latina que se encuentra en la lista “negra”, pues el año pasado se perdieron en este país casi 300 mil hectáreas de bosque tropical, el cuarto más alto del mundo. De 2002 a 2020 Bolivia ha perdido 3.02 millones de hectáreas de bosque primario húmedo, lo que represento el 51% de su pérdida total de cobertura arbórea.

Perú se suma a la lista con una importante afectación arbórea, ya que de 2002 a 2020 perdió 2.16 millones de hectáreas de bosque primario húmedo y el área total de bosque primario húmedo disminuyó en 3.1% en este periodo, según datos de Global Forest Watch.

Indonesia, Asia y la Región del Congo (en África), son las otras áreas que se encuentran entre las de mayor deforestación del mundo. Indonesia esta entre los 5 principales países del mundo que reportan mayor pérdida de bosques, durante las últimas dos décadas. Entre 2002 y 2020 perdió 9.75 millones de hectáreas de bosque primario, debido a la tala para plantaciones de palma aceitera. Hasta el 80% de los incendios forestales se iniciaron con este fin.

Greenpeace dice que la tala ilegal, tanto de grandes como pequeñas empresas, está conduciendo a la deforestación y aunque países como Estados Unidos y la Unión Europea han prohibido la importación de madera ilegal, todavía se contrabandea fuera de los países.

Otras amenazas incluyen la agricultura de subsistencia, la extracción de carbón y combustible, la expansión urbana y la minería.

Muchas razones de peso hay para cuidar los bosques ¿Cuál es la de usted?

Recuerden que: VIVIR BIEN, ES VIVIR EN ARMONIA CON TODO LO QUE NOS RODEA.

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