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Michoacán recibe al mundo que llega con las ánimas 

RED 113 MICHOACÁN/Redacción 

Pátzcuaro, Mich.- 1 de noviembre de 2022.-Las familias en la Zona Lacustre reciben a las ánimas y sus comunidades reciben al mundo que acude como si fuera una peregrinación a observar la conexión de los vivos con su presente y pasado.

El culto a la muerte existe en varias partes, pero solo en México se le rinde una fiesta llena de alegría, destacan los extranjeros que son consultados.

«Yo he escuchado a gente hablar alemán, inglés y varios idiomas» señala el titular de la Secretaría de Turismo de Michoacán, Roberto Monroy.

Los registros de los módulos de atención al turista también lo atestiguan, con el registro de personas que llegaron desde Colombia, Estados Unidos e Israel.

Y al caminar por las calles también se escuchan acentos rusos y chinos.

En efecto se trata de una fiesta y como en toda fiesta el anfitrión alista lo más bello de su casa para los visitantes.

Las calles y las casas se cubren de flores que los campesinos cultivaron arduamente desde agosto.

Los ballets folcóricos inundan las calles con sus zapateados, los templos se cubren de gala y también montan espectáculos, tal es el caso de la Basílica de Nuestra Señora de La Salud, dónde la Orquesta Sinfónica de Michoacán, tocó el concierto de “Requiem, op. 48” para coro mixto, solos y orquesta, de G. Fauré y “Zuanda”, para orquesta, del moreliano Ignacio Martínez Madrigal. 

Los artesanos presentaron 2 mil 80 piezas de concurso y montaron un tianguis artesanal.

Las cocineras tradicionales y los puestos de antojitos llenaron el ambiente de olor y sabor.

El turismo pasó de ser un mero observador a convertirse un miembro más de la fiesta, con sus rostros pintados de catrinas y sus ofrendas presentadas en las casas de Santa Fe.

Los caminos de la región se llenaron de tránsito vehicular, pero los cláxones no se escucharon, sus conductores sabían que es una ocasión especial que bien vale la pena. Ver un panteón convertido en el recinto de una fiesta sagrada no es algo que ocurra todos los días. Si algunos de ellos recorrieron ya la mitad del mundo para llegar, una hora de tráfico es lo de menos.

En los camposantos las sombras hacen espacio a los colores de las flores y la cenas que reflejan la luz de las velas y fogatas.

Los rezos se mezclan con los cantos de mariachis y bandas populares mientras la noche comienza a envejecer y da paso al día de muertos, tras lo que Michoacán volverá a estar un año más a la espera de ser el anfitrión del mundo.

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