¿Morderá la mano que le dio de comer?

El compromiso del encargado de la procuración de justicia en la entidad está ante la más delicada de las pruebas hasta el momento. Aquellos quienes le solaparon en crisis al frente de su cargo, ahora tendrán que ser investigados por él mismo, para colaborar a sus encierros.

El Procurador General de Justicia del Estado de Michoacán, José Martín Godoy Castro, aquél que llegó con la horda de “chilangos” traídos por Alfredo Castillo Cervantes, que fue ratificado y mantenido en su cargo por Fausto Vallejo Figueroa y Salvador Jara Guerrero, ahora tiene que procesar a estos últimos por delitos contra el erario público, por el desfalco de más de tres mil millones de pesos.

Godoy Castro ahora recibe órdenes de Silvano Aureoles Conejo, en su calidad de mandatario Michoacano, sin que ahora esté cerca su protector, “el Virrey” Castillo y tendrá que actuar contra quien incluso fue su “cómplice” de mañas. Sin mencionar la presión social que hay sobre el tema.

La llegada y el amparo de ilegalidades

18 de enero de 2014, habían pasado apenas dos días después del nombramiento de Alfredo Castillo Cervantes como Comisionado para la Paz, Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, y ya se tenía a sus primeros aliados en puestos clave.

Ese día, en una conferencia de prensa, teniendo a Castillo a su izquierda, Fausto Vallejo Figueroa anunciaba que propondría al Congreso del Estado el nombramiento de un nuevo titular para la Procuraduría General de Justicia, José Martín Godoy Castro.

Este jalisciense, antes de tomar el cargo había fungido como Subprocurador de Verificación de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), cuando Alfredo Castillo Cervantes era el titular y antes de eso había sido coordinador de delegados de la Procuraduría General de la República.

Pero tenía aún más antecedentes de su alianza con Castillo, pues también había sido Subprocurador de Atención Especializada de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM), cuando Castillo se encontraba al frente.

El próximo procurador de Michoacán, estaba también en esa rueda de prensa, también a la izquierda, pero de su socio Alfredo Castillo, apenas a unos metros de quien sería (supuestamente) su nuevo “jefe”.

No está por demás mencionar que apenas seis meses atrás el cargo de procurador de justicia de Michoacán había quedado vacante, por la renuncia de Placido Torres Pineda al cargo.

El Congreso de Michoacán aprobó el nombramiento de Godoy Castro, con 36 votos a favor, uno en contra y dos abstenciones; para el 30 de enero siguiente, ya estaba tomando protesta en su cargo.

En los restantes seis meses de Fausto Vallejo Figueroa como gobernador, negó que el nombramiento de Godoy Castro se hubiera tratado de una imposición de Castillo.

En ese mismo periodo, en que Godoy Castro y Vallejo Figueroa colaboraban como procurador y gobernador respectivamente, se iniciaron los despidos a policías, una acción que se había realizado para posicionar en puestos clave de la corporación a más mexiquenses aliados del procurador.

Al final la acción ha resultado en más de 365 resoluciones por demandas administrativas en su contra y que fueron derivadas de despidos injustificados de ex trabajadores de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).

No sobra rememorar que el argumento para los despidos era que no aprobado los exámenes de control y confianza, aunque muchos de esos elementos mostraban documentación en la que se acreditaba que si habían aprobado dichos exámenes.

El segundo protector

Con la renuncia de Fausto Vallejo Figueroa, el 18 de junio de 2014, se dio el nombramiento de Salvador Jara Guerrero como gobernador, quien apenas tres días después tomó protesta, pero la protección de Godoy Castro siguió, pues más allá de su ratificación, se dieron episodios en los que el patrocinio de Godoy Castro fue aún más evidente.

El primero de ellos fue justificar a toda costa la detención de José Manuel Mireles Valverde, que se dio el 27 de junio de 2014, sin que hasta ahora estén claros los elementos de esta acción y sigue en duda su legalidad.

Mientras tanto, la estrecha relación de Salvador Jara con Castillo, el principal aliado de Godoy Castro, se rodeaba cada vez de más críticas. Mientras que Godoy Castro aseveraba que los michoacanos ya tenían más confianza en denunciar delitos o que él estado estaba “libre de templarios”.

Dos hechos que evidenciaron la exacerbada protección de Jara para con Godoy Castro, fueron el ocultamiento de la ejecución de nueve personas en Apatzingán por fuerzas federales en enero de 2015 y también el de una ejecución extrajudicial en Tanhuato, en Mayo de 2015.

Si bien es cierto que los hechos fueron perpetrados por fuerzas federales, era evidente que había un contubernio con autoridades estatales de seguridad y a su vez, Jara Guerreo hizo mutis respecto a reales investigaciones sobre los casos, que pudiera hacer la procuraduría estatal.

Aliados de la mentira

Pese a no tener ya a Fausto Vallejo como jefe, en noviembre de 2015, volvieron a ser cómplices en la ilegalidad, pues habían sido llamados a declarar por el caso de la detención de José Manuel Mireles Valverde, de misma forma que Alfredo Castillo Cervantes, sin embargo ninguno de los tres se presentó a declarar.

El retorno y la hora de la verdad

Para junio de 2015, a seis meses del retiro de Alfredo Castillo como Comisionado en Michoacán y cerca de los relevos en el gobierno estatal, Godoy Castro decidió renunciar a la titularidad de la Procuraduría General de Justicia, pero Jara Guerrero le llamó de nuevo y la propuesta fue avalada por el Congreso del Estado; posteriormente, ya como nuevo gobernador del estado, Silvano Aureoles ratificó al jalisciense en el cargo.

Ahora, a un año y cuatro meses del mandato de Aureoles Conejo, se han comprobado desvíos de recursos de más de 3 mil 769 millones de pesos, que fueron realizados en el mandato de Jara Guerrero y Vallejo Figueroa.

Las malversaciones al erario público se encuentran en el ejercicio fiscal 2014:

– Dirección de Pensiones Civiles que asciende a los 92 millones 155 mil 951 pesos.

– Instituto de Vivienda del Estado de Michoacán (IVEM) por mil 590 millones.

– Fondo General de Participaciones para Municipios también sufrió un desfalco que asciende a los 96 millones de pesos.

En el ejercicio fiscal de 2012-2013 se detectó:

– Fondo de Aportaciones Múltiples hubo un detrimento 386 millones.

– Régimen Estatal de Protección en Salud falta por comprobar la cantidad de mil 594 millones de pesos.

Ante tal situación se instruyó a la Contralora Silvia Estrada Esquivel a presentar denuncias penales en contra de los ex gobernadores y ahora Godoy Castro se ve entre la espada y la pared, teniendo como casi única opción “morder la mano de quien le dio de comer”.

No se debe olvidar que entre el enredo de desvió de recursos que se comprobó a Fausto Vallejo y Salvador Jara Guerrero, está también inmiscuido Carlos Aranza Doniz, ex Secretario de Salud de Michoacán, quien llegó con Alfredo Castillo y fue el responsable de los desfalcos en el sector salud a través del Régimen Estatal de Protección Social en Salud, por un daño de mil 594 millones de pesos.

También están “embarrados”, José Carlos Rodríguez Pueblita (otro impuesto por la Federación) y a Miguel López Miranda (aliado de Jara), por los cargos de desvíos de recursos al haber administrado los dineros en base a las acciones ordenadas por la Federación.

La Contralora Silvia Estrada Esquivel, quien presentó denuncias ante la Procuraduría General de la Republica y la Procuraduría General de Justicia del Estado, aseguró que no habrá impunidad ante casos de corrupción, pero la siguiente parte del proceso está en manos el antiguo aliado de los ahora acusados. Las preguntas y dudas rondan alrededor de esta situación.

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