Hijo de Tierra Caliente

Hacia una radiografía de la calentanidad.

Rodrigo Carreño López*

Imaginemos de fondo, un río de historias, de sueños de buen temporal, que da cobijo a la esperanza de los pueblos que habitan las generosas tierras de Guerrero y Michoacán.

Se ha dicho muchas veces, que uno vuelve siempre al árbol donde enterraron su ombligo; es ahí, al pie de un mezquite, un cuerámo o un cascalote, donde echó raíces y floreció el de Homero Alemán Valenzuela; quien hoy nos regala a través de suprimer libro Hijo de Tierra Caliente, los frutos de su dedicado trabajo.

Si como decía Aristóteles la memoria es del pasado; la tarea del escritor, del juglar, del poeta, es preservar la memoria de su tiempo; he ahí la importancia y trascendencia del quehacer literario, como conciencia y memoria de nuestra cultura y lenguaje.

Hijo de Tierra Caliente, es un texto generoso, escrito desde la sinceridad de su realizador, lleno de estampas e imágenes; donde la marginación social, la violencia y los procesos migratorios, encuentran remanso en la santidad de la familia, la fiesta y la tradición.

En dicho texto se rescatan algunas de las memorias y acontecimientos de los pueblos de Coyuca de Catalán, otrora llamado “La Atenas de Tierra Caliente”, histórico e importante municipio del estado de Guerrero que hasta antes de 1849, formaba parte del Estado de Michoacán.

En los relatos contenidos en este libro, recordamos con sobrada emoción las fiestas a San Miguel Arcángel, en Amucode la Reforma y Las Juntas del Río Chiquito, pueblos hermanos, separados por el afluente de un pequeño río, pero unidos en la vastedad de la palabra tradición.

Quiero centrarme en dos aspectos fundamentales sobre esta obra; resaltando su valor lingüístico y sociológico. En ella se plasman sin pretensión o artificio, un lenguaje sencillo perteneciente a los hablantes y también aquel que sin hipocresía o censura, resalta el carácter recio y mal hablado, símbolo distintivo de la calentanidad; con ello, debe decirse que se hace justicia a la tradición oral, muchas veces ignorada por la palabra escrita.

Para la Lingüística, las manifestaciones de la lengua y el habla como constructo social, son de vital importancia; por lo que plasmarlas por escrito de forma oportuna, es dar testimonio de nuestro tiempo, salvaguardando así ese pasado memorioso al que Aristóteles hace referencia; para que las nuevas generaciones redescubran una veta de cultura a través de las letras, mismas que con el paso de los años serán objeto de estudio de algunos interesados (diacronía lingüística); ya que sin un testimonio escrito, habrían de ser echadas al fuego del olvido.

Otro de los aspectos importantes de este libro, es su aporte socio-cultural. Al hablar con una buena amiga sobre el interés que me ha generado su lectura, ella me decía: —Seguro para ti tiene mucho significado, porque está conectado a tus raíces. Es como si hubiera dado en el clavo, y creo que más de uno de los habitantes de la Tierra Caliente (región conformada por los Estados de México, Guerrero y Michoacán) nos sentimos identificados. Como dije a ella, ser calentano es algo difícil, nacimos y vivimos en un ambiente de violencia y marginaciónsocial, somos orgullosos, machistas, clasistas; pero hay también mucha bondad en la gente, y eso es lo que vale.

Hijo de Tierra Caliente  aborda muchos otros temas, de los cuales se fragua lo que podríamos llamar la idiosincrasia del calentano. Debo precisar esta idea, como una serie de valores, rasgos anímicos, temperamentales y de carácter, distintivos y propios del modo de ser y la conducta de las personas y las comunidades; en este caso, de las y los calentanos.

Sin embargo, dada la cotidianidad en la que convivimos con dichos rasgos, no logramos visualizarlos ni dimensionar su valor. De ello poco o nada se ha escrito; por lo que preservarlos a través de la literatura, es realizar una gran aportación a la conciencia y memoria cultural de nuestros pueblos.

Hay quienes, alejados de nuestra realidad, leerán con asombro los relatos e historias de Homero Alemán. Pues Hijo de Tierra Caliente es también un retrato tenebrista de la calentanidad, pincelado por una prosa que fluye sin ataduras, entre contrastes de luz y de sombra, de hechos y acontecimientos que nos definen como sociedad; donde la valentía, el orgullo y el honor son parte de nuestra medula.

Estimados lectores: Celebremos leyendo la llegada de esta primera edición de Hijo de Tierra Caliente, la cual viene a oxigenar las letras de esta vasta región, más allá de las imaginarias fronteras.

Si como Octavio Paz decía: “La necesidad del escritor de precisar su tiempo histórico y su compromiso con el arte conduce inevitablemente a hacer definiciones propias; es decir, a fijar su trascendencia personal con un “aquí estoy” o “aquí soy distinto”, Homero Alemán Valenzuela, con su Hijo de Tierra Caliente, viene a darnos ese mensaje, dando voz a los sin voz, a los excluidos del canon literario, a las personas sencillas, como usted o como yo, quienes hoy se encuentran inmortalizadas a través del arte de la literatura; porque como decía mi abuelo: —Si usted sabe una historia, cuéntela; para que la gente aprenda.

Aquellas personas interesadas en leer este libro pueden encontrarlo directamente con su autor Homero AlemánValenzuela(https://www.facebook.com/homero.aleman.valenzuela) y aprender también de las historias de vida que tanto y tanto nos enseñan.

Hagamos votos porque a través del arte y la cultura, logremos erradicar las desigualdades sociales, propiciando un factor de cambio que dignifique la conciencia y memoria de nuestros pueblos; exaltando la bondad de esta tierra que meció mi cuna.

*La Bajada, Guerrero; 1989. Es licenciado en Derecho por la UNAM. Estudia la carrera de Lengua y literaturas Hispánicas en la misma universidad. Está escribiendo su primer poemario.

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